Todos los hombres y mujeres de Trump: los elegidos y los barajados pintan un gabinete de halcones

Todos los hombres y mujeres de Trump: los elegidos y los barajados pintan un gabinete de halcones

Trump ha tenido cuatro años para aclararse: no quiere críticos, sino leales, amigos y afines a su alrededor. Su pulido gabinete mostrará la cara más dura del Partido Republicano. Lo quiere para ya y hasta se plantea alterar el Senado para ello. 

Tom Homan, Susie Wiles, Elon Musk, Marco Rubio, Karoline Leavitt y Robert F. Kennedy Junior, en imágenes de archivo.Getty Images

El mundo trata de encajar que Donald Trump está de vuelta. Su victoria, el pasado martes, en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, abre un tiempo de cambio, de terremoto incluso. Una legislatura en la que, coinciden los analistas, el republicano será más peligroso: porque ya conoce la Administración, sus trucos y lagunas; porque está dispuesto a afrontar reformas que le reduzcan al mínimo los obstáculos para sus planes y porque se ha deshecho del equipo de críticos que podía frenarle ciertas locuras y se va a rodear sólo de leales acérrimos.

Los primeros detalles que se conocen del Equipo Trump constatan lo previsto: el magnate está eligiendo a gente muy leal para estar en la Casa Blanca, va a premiar a quienes lo han seguido a pies juntillas en los cuatro años de travesía en la oposición y va a forjar una guardia pretoriana a base de correligionarios y estrellas emergentes, independientemente de su valía o experiencia. Todos tienen en común que ven por los ojos de Trump y su mirada radicalmente conservadora sobre la vida. Son halcones, la cara más dura del Partido Republicano.

El equipo de transición del presidente electo ya está evaluando a todos los candidatos, para que estén listos antes de la toma de posesión del cargo, el 20 de enero de 2025. Trump ha tenido todo un mandato en la sombra para aclararse, por lo que no hay muchas dudas, aunque toda campaña sirve para afinar (tanto cariños como odios) y también entran en juego espontáneos -famoseo- que ningún otro mandatario osaría ni plantearse. 

Estos son los nombres, parte confirmados, parte barajados, de los hombres (más) y mujeres (menos) que acompañarán al 47º presidente norteamericano en su retorno al Despacho Oval. 

Susie Wiles, jefa de gabinete

Susie Wiles, en su papel de directora de campaña de Donald Trump, con el magnate republicano en un partido de fútbol americano, en una imagen de archivo.Evan Vucci/Pool

No hay que ser experto en geopolítica. Basta con haber visto El ala oeste de la Casa Blanca para saber el poder de un jefe de gabinete. En el caso de Trump, el papel de Leo McGarry lo protagonizará Susie Wiles, la hasta ahora copresidenta de la campaña electoral del multimillonario. Junto a su compañero en esta tarea, Chris LaCivita, ha sido la autora intelectual de la victoria de Trump sobre la demócrata Kamala Harris. Normal que la quiera a su lado. 

En su discurso de victoria del miércoles, pasado, Trump la llamó "la doncella de hielo", en referencia a su compostura, y dijo que "le gusta permanecer en un segundo plano". Al día siguiente, Wiles fue confirmada como la primera persona designada de su segundo mandato: jefa de gabinete de la Casa Blanca. Será la primera mujer en ocupar ese puesto. Extraño que ese techo de cristal se rompa con un verdadero misógino

El jefe de gabinete es a menudo el principal asistente del presidente, y supervisa las operaciones diarias en el Ala Oeste y gestiona el personal del jefe. Wiles, de 67 años, está preparada para ello, aunque su experiencia está lejos de la Administración en Washington: ha trabajado en la política republicana durante décadas, desde la exitosa campaña presidencial de Ronald Reagan en 1980 hasta la elección de Rick Scott y Ron DeSantis como gobernadores de Florida.

Sus correligionarios han dicho que inspira respeto y tiene la capacidad de controlar los grandes egos de aquellos que están en la órbita de Trump, incluyendo el propio presidente, lo que podría permitirle imponer un sentido de orden que ninguno de sus cuatro jefes de gabinete anteriores pudo. Sí, cuatro, uno por año. Eso es lo que le duraron a Trump en su primer mandato. 

Tom Homan, secretario de Interior

Tom Homan, hasta ahora comentarista de la cadena conservadora FOX, en una conferencia en Salem (Ohio), el 15 de marzo de 2024.Bill Clark / CQ-Roll Call, Inc via Getty Images

Tom Homan (62 años) es el elegido por Trump, oficialmente, para encargarse del control de fronteras de EEUU. Se supone que será el secretario de Interior, aunque está por ver si a su cartera específica le modifica el nombre o parte las competencias que habitualmente están bajo el paraguas de "Interior".

El nuevo "zar de la frontera", como ya lo llama el presidente electo, ha sido anunciado en la mañana de este lunes y es uno de los rostros que repiten, de esos que se han mantenido fieles desde el primer mandato. Homan fue nombrado director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en 2017 y tiene décadas de experiencia en la aplicación de las leyes de inmigración. Fue oficial de policía, agente de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos y agente especial del antiguo Servicio de Inmigración y Naturalización.

Trump ha avanzado que su política, ahora, incluirá la defensa de la "frontera sur, la frontera norte, toda la seguridad marítima y de la aviación". "Conozco a Tom desde hace mucho tiempo y no hay nadie mejor para vigilar y controlar nuestras fronteras. Asimismo, Tom Homan estará a cargo de todas las deportaciones de inmigrantes ilegales a su país de origen. Felicitaciones a Tom. No tengo ninguna duda de que hará un trabajo fantástico y muy esperado", concluye Trump, que asumirá su cargo el próximo 2 de enero.

En unas declaraciones a la cadena CBS el pasado mes de octubre, Homan dijo que no se han llevado a cabo redadas de indocumentados durante la administración demócrata de Joe Biden y adelantó que se van a reanudar bajo la nueva Administración. Apoya la separación de los niños migrantes de sus padres como una forma de disuadir los cruces ilegales y ha dicho que los políticos que apoyan las políticas de santuario para los migrantes deberían ser acusados de delitos. Aunque renunció en 2018, a mitad de la presidencia de Trump, sigue siendo un defensor del enfoque de Trump sobre la inmigración.

Secretario de Estado

El senador Marco Rubio, en un mitin de campaña proTrump en un club de golf de Doral, Florida.Joe Raedle / Getty Images

El secretario de Estado de Estados Unidos es el principal asesor del presidente en asuntos exteriores y actúa como el principal diplomático de Estados Unidos cuando representa al país en el extranjero. Es, por equivalencia, nuestro ministro de Exteriores, pero en este caso, de la primera potencia del planeta. 

El senador por Florida Marco Rubio -que estuvo alto en las quinielas del verano para formar parte de la boleta de Trump como aspirante a vicepresidente-, es el nombre más importante que los que ahora se barajan para el puesto clave del gabinete.

Rubio, de 53 años, es un halcón en la postura anti-China que se opuso a Trump en las primarias republicanas de 2016 y que se enfrentó con él, porque entendía que el resultado de las elecciones de 2020 era legítimo y había que reconocer la victoria de Joe Biden. Sin embargo, no se ha convertido en un apestado y ha acabado haciendo las paces con el líder republicano sin contestación. Actualmente es miembro de alto rango del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y vicepresidente del panel selecto de Inteligencia de la cámara. Tiene, pues, conocimiento en la materia, aunque no haya estado en la Administración federal ni sea diplomático de carrera. 

Su nombre, al contrario que los de Wiles y Homan, no se ha confirmado, por lo que hay otros candidatos para el puesto. Las cábalas de la prensa norteamericana incluyen al empresario de biotecnología y candidato presidencial republicano en 2024 Vivek Ramaswamy; el exasesor de Seguridad Nacional de Trump, Robert O'Brien; el senador de Tennessee Bill Hagerty, que fue embajador de Trump en Japón; y Brian Hook, el enviado especial de línea dura a Irán en el primer mandato del empresario y el hombre que lidera el esfuerzo de transición en el Departamento de Estado, justamente. 

Y ojo también a Richard Grenell, un leal que fue embajador en Alemania, enviado especial a los Balcanes y jefe interino de Inteligencia Nacional. Grenell, de 58 años, estuvo muy involucrado en los esfuerzos de Trump para revertir su derrota electoral de 2020 e incluso estuvo presente en su reunión privada con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski en septiembre.

Seguridad o Inteligencia

El exjefe de gabinete del secretario de Defensa de EEUU, Kash Patel, en un mitin de Donald Trump en Prescott Valley (Arizona), el pasado octubre.Rebecca Noble / Getty Images

Por conocimientos y por carácter (extremadamente peleón), el ya citado Richard Grenell también puede ganarse el puesto de asesor de seguridad nacional, un papel que no tiene que revisar el Senado y que es de libre disposición del presidente. 

Sin embargo, tiene competencia. También son aspirantes al puesto el exdirector de Inteligencia Nacional, John Ratcliffe; Keith Kellogg, asesor de seguridad nacional del primer vicepresidente de Trump, Mike Pence; el exfuncionario del Departamento de Defensa Eldridge Colby; y, sobre todo, Kash Patel, un leal que formó parte del consejo de seguridad nacional y se convirtió en jefe de gabinete del secretario de defensa interino en los últimos meses de Trump en el cargo. 

Patel, de 44 años, ayudó a bloquear la transición a la administración entrante de Biden en este último cargo, mostrando a Trump su apoyo en la lectura del fraude electoral (inexistente, a la postre). Es considerado el candidato a jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), también. Ha acompañado a Trump en varios mítines de campaña, siempre con mucho carisma, encargado de levantar a las masas. Más exaltado que prudente. 

Trump también ha dicho que despediría al director del Buró Federal de Inteligencia (FBI), Chris Wray, a quien nominó en 2017, pero con quien desde entonces se ha distanciado. Jeffrey Jensen, un ex fiscal federal designado por Trump, está siendo considerado para reemplazar a Wray.

Secretaría de Defensa

  El excoronel Christopher Charles Miller.Universal History Archive / Getty

Donald Trump ya había señalado previamente a Christopher Miller, su último secretario de Defensa interino, como un candidato que podría ser nominado para liderar el ejército. Es quien tiene más papeletas en este momento para un puesto clave siempre y más aún cuando hay guerras en el mundo que implican más que indirectamente a EEUU, de Oriente Medio a Ucrania

Miller, un coronel retirado de las Fuerzas Especiales del Ejército, ya dirigió el Centro Nacional Antiterrorista y, más recientemente, fue autor del capítulo de defensa de la controvertida lista de aspiraciones del Proyecto 2025 para un segundo mandato de Trump, diseñada por una fundación ultraderechista y a cuya hoja de ruta se han adherido numerosos republicanos. Ante la polémica, el propio Trump se ha distanciado del documento en campaña. Está por ver si era una jugada o un rechazo real. 

Otros nombres que se están discutiendo para este cargo son los de Michael Waltz, un legislador de Florida que forma parte del comité de servicios armados de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, y Robert O'Brien, antiguo consejero de Seguridad Nacional en el primer mandato. 

Secretaría de Justicia

Aileen Cannon responde preguntas durante su audiencia de nominación ante el Comité Judicial del Senado de EEUU, el 29 de julio de 2020.REUTERS

La elección de quien dirija el Departamento de Justicia tiene un cariz distinto. Se supone que será, como los demás nombramientos (ejem), una decisión en función del bien mayor de los norteamericanos. Esta, sin duda, busca el bien de Trump. Se juega su propio futuro judicial, nada menos. 

Después de las relaciones desiguales que mantuvo con Jeff Sessions y William Barr, los fiscales generales que tuvo durante su primer mandato, ahora se espera que Trump seleccione a alguien leal, sin fisuras, que ejercerá su poder procesal como un perro de presa, sin matices. 

Entre los nombres que se barajan para el puesto en el gabinete se encuentra el de Aileen Cannon, la jueza federal nominada por Trump que desestimó su caso de documentos clasificados; el exabogado del Departamento de Justicia Jeffrey Clark, quien presuntamente ayudó a los esfuerzos de Trump para revocar los resultados de las elecciones de 2020; el fiscal general de Texas Ken Paxton, quien ha sido acusado y enjuiciado como Trump; Matthew Whitaker, el hombre que asumió durante tres meses el cargo de fiscal general interino; Mike Davis, un activista de derecha que en el pasado fue secretario del juez de la Corte Suprema Neil Gorsuch y ha emitido amenazas grandilocuentes contra los críticos de Trump y los periodistas; y Mark Paoletta, que sirvió en la oficina de presupuestos de Trump y argumenta que no existe ningún requisito legal para que un presidente se mantenga al margen de las decisiones del Departamento de Justicia.

Si Trump toma decisiones que frenen o bloqueen sus procesos judiciales, y a la vez tiene la Cámara de Representantes, el Senado y los jueces de la Corte Suprema a su favor, la legislatura puede irle viento en popa, a toda vela

Elise Stefanik, embajadora ante la ONU

Elise Stefanik, actual miembro de la Cámara de Representantes de los EEUU, en la Convención Nacional Republicana de Milwaukee, el pasado julio.LEON NEAL / Getty

Durante el primer mandato de Trump, la congresista de Nueva York Elise Stefanik pasó de ser una sencilla moderada a una firme partidaria del presidente. La cuarta líder republicana de mayor rango en la Cámara de Representantes ha seguido siendo una de las defensoras más leales de Trump en el Capitolio, lo que la convierte en una de las principales candidatas a representarlo en un territorio hostil como las Naciones Unidas. 

Sus intervenciones en la Convención Republicana de julio pasado, cuando Trump fue proclamado candidato oficial, fue especialmente comentada por su fuerza y su alineación con el magnate. La republicana se definió en unas recientes declaraciones "una de las principales defensoras y socias del presidente Trump en su apoyo histórico a la independencia y la seguridad de Israel".

En un mensaje publicado este lunes en X, Stefanik dijo que la "Administración Biden-Harris sabe que la Autoridad Palestina sigue con sus políticas de 'pagar para matar' y llenando los bolsillos de los terroristas que matan a israelíes". "Afortunadamente, la iniciativa de la Administración Biden-Harris de recompensar a los terroristas a expensas de nuestro gran aliado Israel está llegando a su fin", agregó. 

Se trata de un cargo de enorme visibilidad, porque muestra la voz de EEUU en el seno de la mayor organización mundial que existe y, más, cuando hay tensiones graves en diversos puntos del planeta. Por ejemplo, de la elegida o el elegido dependerán las posturas ante resoluciones sobre Israel y sus ataques a Gaza o Líbano. Un escaparate en el que se lució tiempo atrás Nikki Haley, que hasta principio del verano fue la única que peleó a Trump la candidatura a la Casa Blanca, aún con pocas esperanzas. 

Secretaría del Tesoro

El exrepresentante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, durante una conferencia en Washinton, el 26 de julio de 2022.Drew Angerer / Getty Images

Medios como FOX han informado de que Trump está considerando a Robert Lighthizer, un escéptico del libre comercio que lideró la guerra arancelaria con China como representante comercial de Estados Unidos, como su director financiero, como responsable ahora en la Secretaría del Tesoro. Un hueso, centrado en la política MAGA (Make America Great Again, Hacer América (sic) grande de nuevo), ultranacionalista e hiperproteccionista. 

Pero al menos otros cuatro hombres podrían estar bajo consideración para dicho rol, incluyendo a Scott Bessent, un multimillonario administrador de fondos de cobertura que se ha convertido en un importante recaudador de fondos y asesor económico del presidente electo; John Paulson, otro megadonante del mundo de los fondos de cobertura; el expresidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) Jay Clayton; y el comentarista financiero de Fox Business Network Larry Kudlow, quien dirigió el consejo económico nacional de Trump durante su primer mandato.

Secretaría de Comercio

El entonces líder de la Administración de Pequeñas Empresas, Linda McMahon, el 28 de noviembre de 2017, en Washington, en la presentación de un nuevo plan de impuestos.Chip Somodevilla / Getty Images

La mujer que copreside el equipo de transición de Trump, Linda McMahon , es considerada una contendiente clave para representar a las empresas estadounidenses y la creación de empleo en su gabinete, después de haberse desempeñado anteriormente como administradora de pequeñas empresas durante su primer mandato.

Con ese cargo, fue clave en la reforma de impuestos planteada por el republicano, tanto a la hora de lograr consenso con la Administración como de convencer a los empresarios de las pymes norteamericanas de que la republicana era la mejor opción. Un Trump que se separa de los grandes magnates y trata de centrarse en las clases medias necesitaba su aval. 

Otros que podrían llenar esta vacante incluyen a Brooke Rollins, exdirectora interina del Consejo de Políticas Domésticas; Robert Lighthizer,  exrepresentante Comercial de EEUU, y Kelly Loeffler, una rica empresaria que sirvió brevemente en el Senado de EEUU.

Secretaría del Interior

La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, en una entrevista en la FOX, el 7 de mayo de 2024.John Lamparski / Getty Images

La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem (quien fue descartada para ser compañera de fórmula de Trump en parte por una extraña admisión de que mató a su perro) podría ver su lealtad hacia él recompensada con el liderazgo del Departamento del Interior, que administra las tierras públicas y los recursos naturales.

Podría competir por el cargo con el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, pero parece que gusta la idea de poner a una mujer para el mundo rural. 

Secretaría de Energía

El gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, en la Convención Nacional Republicana del 16 de julio de 2024 en Milwaukee, Wisconsin.Andrew Harnik / Getty

Doug Burgum puede consolarse con otro cargo, porque también es candidato para dirigir el Departamento de Energía, donde implementaría las promesas de Trump de "perforar, perforar, perforar" y revisar la política energética estadounidense.

Burgum, un empresario de software que vendió su pequeña empresa a Microsoft en 2001, participó brevemente en las primarias republicanas de 2024 antes de retirarse, apoyar a Trump y rápidamente impresionarlo con su personalidad discreta y su considerable riqueza.

Según se informa, el exsecretario de Energía Dan Brouillette también estaría en la carrera por el cargo. 

Lo ostente quien lo ostente, las políticas de Trump están claras: ya en su primer mandato dio la espalda al Acuerdo de París, su programa es un retorno a los combustibles fósiles, de un cortoplacismo que asusta a los expertos ambientalistas. 

Secretaría de Prensa 

Karoline Leavitt, el pasado 25 de abril, abandonando la Torre Trump, en Nueva York.MEGA / GC Images / Getty

Es uno de los casos en los que las apuestas llevan siempre a un nombre, el de Karoline Leavitt, de apenas 27 años. Ya impresionó a Trump como secretaria de prensa nacional de su campaña y tiene experiencia en la Casa Blanca, donde fue secretaria de prensa. 

Escritora y periodista, se define como "esposa y madre" en su perfil de X y es hoy, en la práctica, la portavoz del equipo de transición de Trump y su vicepresidente J. D. Vance, a la Casa Blanca. 

Secretaría de Salud

Robert F. Kennedy Jr. junto a, Donald Trump, en un mitín del partido el pasado 23 de octubre de 2024.Getty Images

Robert F. Kennedy Jr., o RFK Jr., como se le conoce, es un abogado ambientalista de profesión, un escéptico de las vacunas, un negacionista del covid y el cambio climático y sobrino del expresidente John F. Kennedy, uno de los más carismáticos en la historia de EEUU. Con esa maleta, quiso ser aspirante a la Casa Blanca, como independiente, pero vio que no tenía los apoyos necesarios y dio el paso atrás. De inmediato, anunció su apoyo pleno a Trump y ahora espera cosechar.

Está en la lista de candidatos para dirigir el departamento de Salud y Servicios Humanos, dijeron a CBS News varias personas cercanas a la campaña del presidente electo. El equipo de Trump no lo ha negado, mientras a los sanitarios del país se le han puesto los pelos de punta. 

A pesar de no tener ninguna cualificación médica, se espera que Kennedy, de 70 años, se convierta en una especie de "zar de la salud pública" en la Administración Trump. Se ha especulado sobre su incapacidad para pasar una verificación de antecedentes para la autorización de seguridad debido a controversias pasadas, incluido el abandono del cadáver de un oso en el Central Park de Nueva York.

Además de un nuevo trabajo en el Departamento de Salud y Servicios Humanos, Kennedy también podría influir en las políticas del Departamento de Agricultura, la Agencia de Protección Ambiental, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Seguridad de Alimentos y Medicamentos (FDA).

¿Entrará Elon Musk?

Imagen de archivo del magnate Elon Musk junto al presidente electo de EEUU, Donald Trump.Anna Moneymaker/Getty Images

El hombre más rico del mundo, Elon Musk, ha invertido millones de dólares en la campaña para reelegir a Trump y sus críticos dicen que ahora tendrá el poder de dar forma a las regulaciones que afectan a sus empresas Tesla, SpaceX y X. Nadie sabe si entrará en el Gobierno directamente con un cargo o una asesoría o si sencillamente será el amigote poderoso que susurre al oído del presidente. No sería el primero ni el último. 

Tanto él como Trump se han centrado en la idea de que él dirija un nuevo "Departamento de Eficiencia Gubernamental", donde recortaría costos y agilizaría lo que él llama una "burocracia federal masiva y asfixiante". El acrónimo de la futura agencia, DOGE, es una referencia lúdica a una criptomoneda tipo "meme" que Musk ha promocionado anteriormente. Pero Musk, de 53 años, también podría desempeñar un papel en la diplomacia global. Participó en la primera llamada de Trump con el presidente ucraniano Zelenski, el miércoles pasado. "Un tipo increíble (...). Por eso te amo, Elon", dice Trump cada vez que puede. 

En la fiesta electoral de Trump, en Florida, hubo otros empresarios y famosos a los que se podría buscar acomodo en la nueva Administración. Por ejemplo, allí estaba Dana White, jefe de la Ultimate Fighting Championship (UFC), quien subió al podio para declarar que "nadie merece esto más" que Trump y su familia. Y e presentador del podcast ultra Joe Rogan también dijo que estaba feliz de estar con el hombre más "poderoso". 

Trump -un amante del golf que enfrentó un aparente intento de asesinato en su campo de golf de Florida hace dos meses- luego sacó del escenario al campeón del US Open, Bryson DeChambeau. La pareja jugó una ronda de golf juntos durante el verano para el canal de golfista de YouTube.

Asesores, aliados y familia

El Equipo Trump, a juzgar por lo que esa noche se vio el Florida, también contará con la familia, como hace cuatro años. Su esposa, Melania, el hijo que tienen en común, Barron... esa es la familia actual que vivirá en la Casa Blanca, pero luego están los que trabajarán en ella, como Eric Trump, asesor político de su padre, acompañado por su esposa Lara -a quien Trump nombró copresidenta del Partido Republicano y quien habló en la Convención Nacional Republicana (RNC) de este año-, o el mayor, Donald Jr. , igualmente asesor para todo de su progenitor.

La segunda hija de Trump, Ivanka Trump, apareció con su esposo Jared Kushner. Ambos desempeñaron funciones clave en la administración Trump, y Kushner asesoró sobre el conflicto entre Israel y Palestina y las relaciones con China, México y Canadá. La pareja no participó en esta campaña. La cuarta hija de Trump, Tiffany Trump , es la que ha estado menos activa en la carrera política de su padre. 

En cuanto a asesores, es de esperar que Trump mantenga cerca, aparte de a Susan Wiles y Chris LaCivita, al presidente del comité republicano, Michael Whatley, el redactor de discursos Vince Haley, el estratega de comunicaciones Jason Miller, el encuestador jefe Tony Fabrizio y el asesor principal Dan Scavino.

Donald Trump, con su familia y su equipo, en la fiesta de la victoria del 6 de noviembre de 2024, en West Palm Beach (Florida).Joe Raedle / Getty Images

Presiones al Senado

Trump quiere tenerlo todo atado pronto y si eso implica hacer cambios en el Senado, que es quien tiene que ratificar la gran mayoría de los nombramientos, se hace. Según informa la agencia AP, días antes de que los senadores republicanos elijan a un nuevo líder en la Cámara, Trump está ya presionando a los aspirantes al cargo para que cambien las reglas y le otorguen el poder para nombrar a algunos miembros de su gabinete sin la necesidad de una votación en la cámara alta.

Los senadores republicanos John Thune, por Dakota del Sur; John Cornyn, por Texas; y Rick Scott, por Florida, compiten en una elección secreta -será el miércoles cuando se lleve a cabo- para ocupar el mando de la conferencia del partido y tomar el lugar de Mitch McConnell, quien dejará el cargo después de casi dos décadas. Los tres han buscado el apoyo de Trump durante la contienda, luchando por demostrar quién es más cercano al expresidente.

Trump no se ha expresado a favor de alguno de los tres candidatos, pero el domingo dejó claro que anticipa que, si es necesario, el nuevo líder encuentre nuevas vías alternas al orden regular del Senado para permitirle llenar su gabinete lo más pronto posible. En las redes sociales de X y Truth Social, el republicano afirmó que el próximo líder "debe aceptar" permitirle hacer nombramientos incluso si el hemiciclo está en receso, dejando de lado un voto de confirmación.

“Cualquier senador republicano que busque la codiciada posición de liderazgo en el Senado de Estados Unidos debe aceptar los nombramientos en receso (¡en el Senado!), sin los cuales no podremos conseguir que estas personas sean confirmadas de manera oportuna”, publicó Trump. Agregó que los puestos deben ocuparse "¡inmediatamente!".

La Cámara ALta no ha permitido que los presidentes hagan nombramientos en receso desde 2014, cuando una decisión de la Corte Suprema limitó las facultades de un mandatario para hacer este tipo de designaciones. Desde entonces, el Senado ha mantenido breves sesiones “pro-forma” cuando no sesiona por más de 10 días para que un presidente no pueda aprovechar la ausencia y comience a designar cargos que no han sido confirmados.

Pero con el respaldo de Trump como un factor clave en la carrera, ninguno de los tres candidatos tardó en dejar entrever que está dispuesto a reconsiderar este tipo de acciones. Es el tiempo nuevo, que todo lo puede. 

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciada en Periodismo y especialista en Comunicación Institucional y Defensa por la Universidad de Sevilla. Excorresponsal en Jerusalén y exasesora de Prensa en la Secretaría de Estado de Defensa. Autora de 'El viaje andaluz de Robert Capa'. XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla.