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Todo está conectado: la cumbre europea de la competitividad, la defensa y la ayuda a Ucrania

Todo está conectado: la cumbre europea de la competitividad, la defensa y la ayuda a Ucrania

El Consejo de este jueves en Bruselas busca maneras para crecer más, más rápido y mejor, pero en el marco de una seguridad robusta y a salvo de amenazas (léase Rusia) y la solidaridad con un aliado atacado. Cuadratura del círculo en este tiempo.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo, Antonio Costa, el pasado 7 de marzo, en el Consejo Extraordinario en Bruselas.EU Council / Pool / Anadolu via Getty Images

"Nuestro apoyo permanente a Ucrania, la necesidad de invertir en nuestra defensa y nuestra competitividad están estrechamente interrelacionados. Una Unión más competitiva será una Unión más fuerte, mejor capacitada para proteger a su ciudadanía, sus intereses y sus valores en el escenario mundial". Palabra de Antonio Costa, presidente del Consejo Europeo. 

Su reflexión aparece en la carta que ha enviado a los presidentes y primeros ministros de la Unión Europea para invitarlos a la cumbre comunitaria de hoy, la segunda en dos semanas tras la extraordinaria forzada por los planes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para negociar sobre Ucrania sin Ucrania, en principio sólo con el invasor ruso. 

El socialista portugués hilvana así los tres pilares de la cita bruselense: hacer una Europa más competitiva y fuerte en lo económico, mientras se blinda ante amenazas a su seguridad como la rusa y, a la vez, no olvida la necesidad de ser solidarios con un país que aspira a ser miembro del club. Todo está conectado y todo hay que abordarlo con la urgencia del momento. 

"El elemento central del orden del día de esta reunión será la competitividad", dice la misiva. La UE, que se enfrenta a "múltiples retos complejos", debe reforzar su competitividad y mejorar la autonomía estratégica abierta y la resiliencia para "mantener su prosperidad y conservar su liderazgo mundial".

El debate de los dirigentes en materia de competitividad girará en torno a tres ámbitos prioritarios: la simplificación, la energía y la unión del ahorro y la inversión. También debatirán sobre la innovación, renovación y descarbonización industrial; la creación, la conservación y el reconocimiento de competencias y los sectores del automóvil, el acero y el metal -de los que se quieren presentar planes específicos-. Costa habla de "talento", de "capacidades" por explotar para tener otro lugar en el mundo.

Son pasos en la línea de la "Brújula de Competitividad", presentada a finales de enero por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen y con planes para los próximos cinco años, que busca una mayor autonomía a base de productividad e innovación, entre otras cosas, para competir mejor con EEUU y China. Desregular y unificar son sus claves. 

Ursula von der Leyen y Stephane Sejourne, en la rueda de prensa de presentación de la Brújula de Competitividad, en enero pasado.OLIVIER HOSLET / EPA / EFE

Hablando de dinero, que al final es el meollo de esa competitividad mayor: en este Consejo Europeo, los líderes de los Veintisiete mantendrán un primer cambio de impresiones sobre el próximo marco financiero plurianual de la UE, para el periodo 2028-2034, y los nuevos "recursos propios". "Necesitamos un enfoque general del gasto y los ingresos. Teniendo en cuenta los retos que tenemos por delante, es importante que todos abordemos este debate con una mentalidad abierta y con un espíritu de responsabilidad colectiva. Mi objetivo es que la Comisión pueda tener en cuenta nuestras aportaciones con vistas a sus propuestas para el paquete del marco financiero plurianual, que se esperan para antes del verano", anticipa Costa.

El presidente del Consejo deja sobre la mesa dos cascabeles que poner al gato: "¿Cómo abordamos la principal cuestión financiera del próximo marco financiero plurianual, es decir, asegurarnos de que el presupuesto cuente con los recursos necesarios para que la Unión Europea consiga las objetivos que se ha propuesto? ¿Cuál será la función de los nuevos recursos propios en el próximo marco financiero plurianual, en particular a la luz del futuro reembolso de Next Generation EU?". 

Trabajo duro el que tendrán los políticos a partir de las 11 de esta mañana. Al menos, hará sol en Bruselas. Tras el almuerzo, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, y el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, se unirán a los mandatarios para tratar de aclararles algunas dudas, porque hay Cumbre del Euro, de paso. No se salva ni la cena: será el momento del "cambio de impresiones sobre el próximo marco financiero plurianual y los nuevos recursos propios".

Implicada con Kiev

"Para lograr la paz mediante la fuerza, Ucrania debe encontrarse en la posición más fuerte posible antes, durante y después de las negociaciones para poner fin a la guerra", dice el Consilium. No es esa la posición que tiene. No en el campo de batalla, con las tropas de Vladimir Putin avanzando lentamente en el este del país y ganando posiciones en Kursk, la provincia rusa invadida por los ucranianos desde agosto. Tampoco en el debate, con un Trump inclinado a Putin y avanzando concesiones territoriales (quedarse sin lo ya robado por Moscú, un 20% del suelo) y defensivas (a la OTAN no se entra). 

En este contexto, los dirigentes de la UE harán balance de la evolución reciente con la presencia por videollamada del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, un clásico ya en los Consejos y en la que esta vez tendrá que comentar la llamada que este miércoles ha mantenido con el presidente de EEUU. 

"Con vistas a las negociaciones para lograr una paz global, justa y duradera, la UE acoge con satisfacción la declaración conjunta de Ucrania y los Estados Unidos, en particular las propuestas de un acuerdo de alto el fuego, las iniciativas humanitarias y la reanudación del intercambio de inteligencia y de asistencia en materia de seguridad por parte de los Estados Unidos. La UE está dispuesta a implicarse plenamente y apoyar los próximos pasos junto con Ucrania, los Estados Unidos y otros socios", se avanza.

Volodimir Zelenski, Ursula von der Leyen y Antonio Costa, el pasado 6 de marzo, en el Consejo Europeo extraordinario sobre Ucrania, en Bruselas.Christian Hartmann / Reuters

La UE, dice, "se mantiene firme en su solidaridad con Ucrania y en su apoyo al país". Hasta la fecha, la UE ha proporcionado 138.200 millones de euros a Ucrania, de los cuales 49 300 millones de euros se han destinado a ayuda militar. Por lo que respecta al apoyo financiero, en 2025 la UE aportará a Ucrania 30 600 millones de euros, en los que se incluye la financiación con cargo al Mecanismo para Ucrania y a la iniciativa del G7 sobre préstamos de aceleración de los ingresos extraordinarios.

La UE está acelerando sus trabajos para reforzar su preparación en materia de defensa a fin de hacer frente a los "retos inmediatos y futuros", empezando por la amenaza rusa, y esta cita será la adecuada para revisar ya en frío lo pactado en el Consejo extra del 6 y 7 de marzo. Los dirigentes pidieron una movilización más rápida de los procedimientos y la financiación necesarios y fijaron un conjunto de ámbitos de actuación prioritarios de la UE, en plena coherencia con la OTAN, entre ellos -cita la oficina de Costa-:  la defensa aérea y antimisiles, los sistemas de artillería, los misiles y la munición, los drones y los sistemas antidrones, los elementos de apoyo estratégicos, la movilidad militar, la inteligencia artificial, el ámbito cibernético y la guerra electrónica.

"Está previsto que los dirigentes de la UE den seguimiento a este asunto y debatan los próximos pasos tras la presentación del Libro Blanco sobre el futuro de la defensa europea", presentado ayer mismo.

Y todo lo demás

La cumbre servirá también para hablar de dos políticas troncales ahora para la UE: la inmigración y el multilateralismo. La primera, es un fenómeno que no se detiene y que usa la ultraderecha como arma arrojadiza, que contagia las agendas de las fuerzas moderadas y está convirtiendo a la UE en un lugar menos amable. La segunda, porque el desprecio de Trump a las organizaciones internacionales o el trabajo con socios (más allá de la bilateralidad), pone en jaque el mundo que conocemos. 

"Repasaremos los avances en curso, por ejemplo en lo que respecta a los retornos", dice Costa en su carta. La nueva normativa sobre deportaciones, recién presentada, representa el primer resultado tangible de la tendencia a la externalización que los líderes de la UE aprobaron el año pasado. De aprobarse finalmente, permitirá a los Estados miembros trasladar a los solicitantes de asilo rechazados a países lejanos por donde nunca hayan pasado, lo que supone un giro de calado en la política migratoria.

La norma no llega a establecer un programa obligatorio de construcción de centros de deportación (o "centros de retorno", como los llama Bruselas), pero sienta las bases jurídicas necesarias para que los Ejecutivos puedan llegar a acuerdos con naciones de fuera del bloque que podrían estar dispuestas a acoger a inmigrantes a cambio de incentivos económicos. El traslado físico solo se producirá una vez que el solicitante haya agotado todas las vías legales para obtener protección internacional y haya recibido una orden de retorno definitiva. Pero ya supone un endurecimiento claro de las normas actuales

Los dirigentes de la UE "cambiarán impresiones" sobre multilateralismo, océanos y financiación para el desarrollo con António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, durante un almuerzo de trabajo. Se colará en la conversación, seguro, la actualidad de Oriente Medio, los "últimos acontecimientos" como la ruptura del alto el fuego en Gaza por parte de Israel. Con más de 400 muertos sobre la mesa, Europa ha estado lenta y floja al reaccionar. 

El presidente del Consejo Europeo se declaró conmocionado y entristecido por los últimos ataques y las numerosas víctimas civiles y exigió que se respete el armisticio. No hubo respuesta de Von der Leyen, aunque un portavoz de la Comisión instó a Hamás a liberar a todos los rehenes y a Israel a mostrar moderación y reanudar la ayuda humanitaria a Gaza. 

La alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas; la comisaria para el Mediterráneo, Dubravka Suica; y la comisaria de Gestión de Crisis, Hadja Lahbib, enviaron un comunicado el martes, muchas horas después del ataque de Tel Aviv, pidiendo a Israel que ponga fin a sus operaciones militares y se libere a los rehenes. El fuego sigue y no hay previsión de cese cercano

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Licenciada en Periodismo y especialista en Comunicación Institucional y Defensa por la Universidad de Sevilla. Excorresponsal en Jerusalén y exasesora de Prensa en la Secretaría de Estado de Defensa. Autora de 'El viaje andaluz de Robert Capa'. XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla.