Revelan el gran secreto de las esculturas de la Antigüedad: "No solo ofrecían una experiencia visual, sino también olfativa"
Una reciente investigación desvela el motivo de perfumar estas obras.

Las esculturas centenarias y milenaria siempre han sido una atracción para la cultura, el arte... y también el terreno de las suposiciones por toda la carga simbólica que contienen.
Ahora, una investigación publicada en Oxford Journal of Achaeology recoge que más allá del color que sí se sabía que contenían muchas esculturas hoy 'blancas', había otra sorpresa.
La costumbre de perfurmar esculturas no era mera decoración, sino que tenía un fin más amplio, ofrecer una experiencia sensorial al espectador, como recoge la responsable del estudio, la arqueóloga y conservadora del museo Glyptotek de Copenhague, Cecilie Brons.
De acuerdo con Brons , las estatuas "no estaban destinadas a ser percibidas como meras estatuas de piedra; se supone que debían parecerse a un dios o diosa". Y eso pasaba, también, por 'embriagar' con su perfume a quien las contemplase.
El trabajo, del que se hace eco Eldiario.es, se adentra en otra vía de estudio, la revisión de textos antiguos, con obras de Ciceron. Él ya recogía la práctica de ungir estatuas con aceites perfumados en diversas localizaciones, en referencia a diversas deidades y en diversas situaciones.