Tensión entre China y Rusia por una filtración de secretos
Desde Rusia se castiga muy duramente este tipo de delitos.
Un nuevo capítulo de filtraciones se cierne sobre Rusia con protagonismo directo de China. El gobierno liderado por Vladimir Putin estaría investigando la posibilidad de que el director de uno de los institutos científicos rusos, Alexander Shiplyuk, haya cometido un crimen de "alta traición", algo por lo que en estos momentos se encuentra detenido.
Los hechos que involucrarían a Shiplyuk, directo del Instituto Khristianovich de Mecánica Teórica y Aplicada (ITAM) de Siberia, serían unas revelaciones sobre temas de alta seguridad, que habría filtrado a China en una conferencia en el año 2017, según apunta Newsweek.
"Está sucediendo constantemente"
Pese a las acusaciones, Shiplyuk sostiene que es inocente y asegura que la información que él aportó en dicha conferencia no era clasificada sino que se podía acceder a ella de forma gratuita a través de Internet.
Desde las mismas fuentes se apunta que "está totalmente convencido de que la información no era secreta". Pero esto no es suficiente para el Kremlin, que el pasado mes de agosto le detuvo por su supuesta relación con China, lo que lo convierte en la última persona de una larga lista en ser arrestado por este motivo.
Desde el gobierno, Peskov, portavoz del Kremlin, aseguró que todos los esfuerzos de Rusia están destinados a frenar y castigar cualquier tipo de práctica que pueden enmarcarse en un "delito a la patria". "Está sucediendo constantemente y es casi imposible hablar sobre cualquier tipo de tendencia", aseveró Peskov.
Putin, sin piedad ante las filtraciones
Por su parte, el presidente Vladimir Putin, se muestra también atento a este tipo de casos, ya que según él, Rusia posee misiles supersónicos que pueden alcanzar una velocidad diez veces superior a la de la luz, por lo que bajo ningún concepto puede permitirse el lujo de perder esa ventaja tecnológica, ni aunque se trate de China, un fiel aliado ruso tanto a nivel político como comercial, y más desde su invasión en tierras ucranianas.
Pero el caso de Shiplyuk no es el único. El pasado año, Dmitry Kolker, especialista en láser, fue arrestado también en Siberia acusado del mismo delito y también con China como beneficiario de la información, aunque murió solo dos días después debido a un cáncer.
Otro caso similar fue el del científico Alexander Lukanin, también en Siberia, que fue arrestado en el año 2020 tras levantar sospechas acerca de enviar secretos tecnológicos a Pekín, según informó la agencia rusa TASS, por el que fue condenado a siete años y medio de prisión.