Los supervivientes del terremoto en Turquía: "Sólo aspirábamos a morir juntos"
El devastador seísmo de magnitud 7,7 en Turquía y Siria, con una réplica de 7,6, deja ya más de 4.300 muertos y alrededor de 19.000 heridos.
"Nunca había visto algo así en mi vida. Nos balanceamos durante casi un minuto (...) Sólo aspirábamos a morir juntos, por lo menos, en el mismo lugar. Fue lo único que se me pasó por la cabeza". Son las palabras con las que Nilüfer Aslan, superviviente del terremoto que ha asolado Siria y Turquía, relata a la BBC el esperpento que le ha tocado vivir. Su familia vivía en la ciudad de Adana (sur de Turquía) y cuenta cómo estaban en su apartamento, en un quinto piso, cuando se produjo el fatal seísmo.
A medida que pasan las horas las cifras que van trascendiendo son de pesadilla: solo en Turquía, las autoridades tienen constancia de 2.921 víctimas mortales y más de 15.834 heridos, según informa la agencia EFE. En Siria la cifra de muertos sería superior a los 1.300, aunque con dificultad para actualizar los balances. En las zonas que el régimen sirio no controla, se reportan al menos 700 muertos y alrededor de 2.000 heridos, según los rescatistas de los 'cascos blancos' y las distintas autoridades de las zonas rebeldes.
Las imágenes que llegan de la zona muestran un enorme daño en edificios residenciales, que han colapsado por completo y en plena noche. Los servicios de emergencia trabajan con la seguridad de que la cifra de muertos será mucho mayor, aunque aún siguen con la labor de encontrar a supervivientes. Y entre la angustia provocada por la situación llegan pequeños rayos de luz como el que se ha abierto cuando se ha podido rescatar bajo los escombros, con vida, a dos niñas en Turquía.
Los testimonios de los que han salido con vida, recogidos por la prensa local y los medios internacionales, son impactantes. En la BBC Nilüfer Aslan ha dado más detalles de lo vivido durante el terremoto.
Cuando la tierra dejó de moverse, su afán fue el de salir corriendo. Sin pertenencias, por si había réplicas o desprendimientos. Así lo encuentran los reporteros en la calle, en zapatillas. Al bajar, vio que los cuatro edificios que rodeaban el suyo estaban desmoronados.
En esta misma ciudad, un residente dijo a AP que se derrumbaron tres edificios cerca de su casa. “Ya no tengo fuerzas”, se podía escuchar a un sobreviviente gritar desde debajo de los escombros, mientras los rescatistas intentaban alcanzarlo, expicó el estudiante de periodismo Muhammet Fatih Yavus. Más al este, en Diyarbakir, grúas y equipos de rescate sacaron a la gente en camillas de una montaña de pisos de cemento que alguna vez fue un edificio de apartamentos. "Estamos vivos", decían.
A la BBC habla también Özgül Konakçı, de 25 años, residente en Malatya (Turquía). Viva, le preocupan las réplicas y el frío, porque anoche mismo se puso a nevar. "Todos están en las calles, la gente está confundida sobre qué hacer. Justo ante nuestros ojos, las ventanas de un edificio explotaron debido a las réplicas”, indicó. La mujer y su hermano estaban durmiendo en el sofá cuando se produjo el terremoto, a las 4 y cuarto de la mañana. "Miré la lámpara, parecía que se iba a derrumbar. Tan pronto como cogims a mi sobrino de tres años, escapamos”. Su edificio resultó dañado, pero otros circundantes se derrumbaron, directamente. Relata que sus vecinos han atascado las calles, porque la gente está desesperada por alejarse de los edificios por temor a las réplicas.
En la ciudad turca de Gaziantep, Erdem describió a Reuters que se había sentido sacudido "como un bebé en una cuna". "Nunca había sentido algo así en los 40 años que he vivido", dijo por teléfono a la citada agencia. "Todos están sentados en sus coches o tratando de conducir a espacios abiertos lejos de los edificios". "Me imagino que ni una sola persona en Gaziantep está en sus casas ahora", concluye.
Horror en Siria
"La situación es muy trágica, decenas de edificios se han derrumbado en la ciudad de Salqin", afirmó un miembro de la organización de rescate Cascos Blancos de Siria en un videoclip en Twitter, refiriéndose a un pueblo a unos cinco kilómetros de la frontera turca. Las casas estaban "totalmente destruidas", dijo el trabajador de emergencias en el clip, que mostraba una calle cubierta de escombros.
“Tememos que las muertes sean de cientos”, afirma Muheeb Qaddour, un médico, por teléfono desde la ciudad de Atmeh, refiriéndose a toda el área controlada por los rebeldes antirégimen sirio. Raed Salah, jefe de los Cascos Blancos, la organización de emergencia en las áreas de la oposición, dijo que vecindarios enteros colapsaron en algunas áreas. Los muertos pueden multiplicarse en breve.
Los lugareños han descrito su miedo y confusión cuando el poderoso terremoto golpeó en las primeras horas de la mañana. "Las pinturas se cayeron de las paredes de la casa", dijo a Reuters Samer, residente de la capital siria, Damasco. "Me desperté aterrorizado. Ahora estamos todos vestidos y parados en la puerta". El país, además, está terriblemente dañado por la guerra, iniciada en 2011.