Todo lo que sabemos sobre la filtración de documentos de Inteligencia del Pentágono de EEUU
El Departamento de Defensa ha reconocido esta noche que compromete información "altamente confidencial y clasificada" supone "un riesgo muy grave para la seguridad nacional".
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha abierto una investigación de carácter criminal para determinar la fuente de la filtración de unos documentos del Pentágono, esto es, el Departamento de Defensa. Una fuga masiva de papeles confidenciales que han aparecido en los últimos días en redes sociales como Discord y Twitter, que los medios del país han ido verificando y publicando y que dan detalles que nunca debieron ver la luz, como la evaluación estadounidense de la guerra en Ucrania o planes para reforzar al Ejército ucraniano con vistas a una contraofensiva, así como datos sobre el estado de las fuerzas rusas y material sensible sobre Canadá, China, Israel o Corea del Sur.
La pasada noche, el Departamento de Defensa reconoció que esta filtración compromete información "altamente confidencial y clasificada" supone "un riesgo muy grave para la seguridad nacional". Por eso están "trabajando sin descanso para determinar el alcance y la escala de la distribución de la información" y su veracidad, ha explicado en rueda de prensa el portavoz Chris Meagher, subsecretario de Prensa de la Casa Blanca.
"Es material confidencial altamente clasificado que las personas en el Departamento de Defensa y ciertamente otras áreas del Gobierno de Estados Unidos utilizan para informar de su trabajo", confiesa. Por ello creen que Estados Unidos se ha visto "comprometido a altos niveles" con sus aliados debido a la filtración.
¿Pero qué ha pasado exactamente? ¿Por qué es tan grave lo ocurrido? ¿Qué consecuencias puede acabar teniendo este fallo? Vamos por pasos.
De dónde viene la filtración
Los documentos en cuestión, al parecer, permanecieron en la red Discord desde enero hasta principios de marzo, cuando un usuario publicó decenas de ellos en un grupo con un mayor número de miembros. Un hecho que da cuenta del despiste de la administración y que agrava aún más la seriedad del caso. Desde entonces, al menos una decena de archivos fueron difundidos. La semana pasada salió a la luz una versión editada de uno de estos documentos a través de la aplicación de mensajería rusa Telegram, por lo que ha habido voces que han señalado a Rusia como el origen de la fuga, sin que haya confirmación por el momento.
Posteriormente, los miembros del grupo de Discord procedieron a borrar la información compartida y sus propias cuentas ante el temor de represalias por parte del Gobierno estadounidense. Pero, hasta ahora, se sabe poco sobre quién puede haber sido realmente el responsable de la filtración o cómo algunos de los secretos más celosamente guardados de la nación acabaron en las redes sociales.
Las publicaciones son fotos de documentos "arrugados" colocados encima de revistas y rodeados de otros objetos aleatorios, como bolsas con cierre y pegamento. "Es como si los hubieran doblado apresuradamente y metido en un bolsillo antes de ser sacados de un lugar seguro", ha dicho a la CNN una fuente familiarizada con ellos. Todos los documentos descubiertos llevaban marcas de clasificación, en diversos grados, algunos de alto secreto, el más alto.
Es una filtración tan extraña que hay quien cree que puede tratarse de algún tipo de maniobra de desinformación para confundir a las autoridades rusas ante una posible contraofensiva de Kiev, para dañar las relaciones entre EEUU y sus aliados, por ejemplo. Se trata de una de las más graves fugas desde la publicación de más de 700.000 documentos diplomáticos por WikiLeaks en 2013.
Qué se está haciendo al respecto
El Departamento de Defensa aún está revisando el problema y ha tomado medidas para restringir el flujo de estos documentos altamente sensibles, dijeron los funcionarios a medios como la The New York Times; normalmente, estos papeles están disponibles en un día cualquiera para cientos de personas en diversos niveles del Gobierno. Muchos de los documentos parecen haber sido preparados durante el invierno para el presidente del Comité Conjunto de Jefes del Estado Mayor, Mark A. Milley (que es el oficial militar de mayor rango de las Fuerzas Armadas de EEUU), así como para otros altos funcionarios militares, a los que también tenían acceso cientos, si no miles, de empleados estadounidenses. Puede haber mil hilos de los que tirar.
El Pentágono ha insistido esta noche en que está en fase de evaluación de daños, dejando a Justicia la investigación mayor. "Hemos estado en comunicación con el Departamento de Defensa en relación con este asunto y hemos comenzado una investigación. Declinamos realizar más comentarios", ha indicado el Departamento de Justicia en un comunicado.
Por su parte, la Casa Blanca ha asegurado este lunes que los documentos filtrados recientemente han sido "manipulados" y ha puesto en duda la autenticidad de algunos de esos textos. "Sabemos que algunos han sido manipulados. No voy a hablar de la validez de todos los documentos. Seguimos trabajando para esclarecer la validez de todos los documentos que están por ahí", ha explicado el portavoz de Seguridad Nacional de la Presidencia estadounidense, John Kirby. A la pregunta de si la Administración cree que la fuga está contenida o si existe una amenaza continua, Kirby respondió: "No lo sabemos. De verdad que no".
Los legisladores del Congreso también expresaron su preocupación por el aparente alcance de la filtración y la sensibilidad de los documentos publicados en línea, pero en gran medida siguen sin saber qué es lo que sucedió. Tanto los líderes de la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes como los del Senado exigen respuestas al Gobierno de Joe Biden. Está previsto que el presidente de la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Mike Turner, reciba una sesión informativa este lunes, y sus homólogos del Senado también solicitaron una conjuntamente.
El meollo: qué revelan los documentos
Todos los documentos verificados hasta el momento parecen haber sido creados entre mediados de febrero y principios de marzo y su temática es variada. Siempre es información que no debía estar a la vista de todos, en algunos casos altamente clasificada, que evidencia que Washington espía tanto a sus aliados como a sus adversarios. Algo de lo que tampoco nadie se debe sorprender, pero cuya constatación irrita a unos y otros.
Algunos de los papeles, que según las autoridades estadounidenses son auténticos, revelan el alcance de las escuchas estadounidenses a aliados clave, como Israel y Ucrania. En el caso de Corea del Sur, hay dudas y se cree que los documentos han sido alterados. Otros revelan hasta qué punto EEUU ha penetrado en el Ministerio de Defensa de Rusia y en el el Grupo Wagner de mercenarios, en gran medida a través de comunicaciones interceptadas y fuentes humanas, que ahora podrían interrumpirse o ponerse en peligro al quedar expuestas.
El caso ucraniano es especialmente serio porque los papeles revelan debilidades clave en el armamento del país invadido, su defensa aérea y el tamaño y preparación de los batallones en un momento crítico de la guerra, cuando las fuerzas ucranianas se preparan para lanzar una contraofensiva contra los rusos, y justo cuando EEUU y Ucrania han empezado a desarrollar una relación de mayor confianza mutua en el intercambio de Inteligencia.
Kiev ha quitado hierro a esa filtración, que achaca sin datos a guerra psicológica de Moscú, pero la CNN sostiene -con una fuente muy cercana a la presidencia- que ya ha tenido que modificar parte de su estrategia para la ofensiva de primavera porque se han visto demasiado expuestos sus planes.
Uno de los documentos publicados, fechado el 23 de febrero y etiquetado como “secreto”, prevé que las existencias de misiles clave se agoten por completo a principios de mayo o incluso a mediados de abril, según las tasas de consumo actuales. Además, también desvela que las defensas aéreas ucranianas “se reducirían completamente” para el 23 de mayo, según recoge The New York Times. Por su parte, otro de los documentos incluye una tabla con una lista que detalla las unidades de tropas ucranianas, así como información sobre su equipamiento y entrenamiento, con horarios de enero a abril. En él, se desvela que se están agrupando 12 brigadas de combate, nueve de las cuales están siendo presuntamente entrenadas y abastecidas por Estados Unidos y aliados de la OTAN, según la Agencia EFE.
Un documento revela que Estados Unidos ha estado espiando al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, lo que tampoco es sorprendente. Lo que sí es doloroso, porque a los funcionarios ucranianos les ha causado frustración que se exponga y se sepan los términos de ese seguimiento. Este informe concreto se basa en la inteligencia de señales y dice que el mandatario "sugirió atacar emplazamientos de despliegue rusos en el óblast ruso de Rostov" utilizando drones a finales de febrero, ya que Ucrania no dispone de armas de largo alcance capaces de llegar tan lejos.
En el caso de Tel Aviv, se habla sobre las protestas contra el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y su gabinete de ultraderecha por la polémica reforma judicial y se sostiene han sido instigadas por la agencia de espionaje israelí. el Mossad, según apunta The Washington Post. El informe, elaborado por la CIA y procedente de la inteligencia de señales, habla de "varios llamamientos explícitos a la acción". La indignación es grande en el Ejecutivo amigo y por eso la oficina de Netanyahu, en nombre del Mossad, describió los informes como “mentirosos y sin fundamento alguno”, según recoge la agencia Reuters. “El Mossad y sus altos funcionarios no alentaron, y no alientan, al personal de la agencia a unirse a las manifestaciones contra el Gobierno, las manifestaciones políticas o cualquier actividad política”, añade.
Y otro documento describe, "con notable detalle" según la CNN, una conversación entre dos altos funcionarios de seguridad nacional de Corea del Sur sobre la preocupación del Consejo de Seguridad Nacional del país por una petición de munición de EEUU. A los funcionarios les preocupaba que el suministro de munición, que Estados Unidos enviaría después a Ucrania, violara la política de Corea del Sur de no suministrar ayuda letal a países en guerra. Según el documento, uno de los funcionarios sugirió entonces una forma de eludir la política sin cambiarla realmente: vender la munición a Polonia.
En el caso de Rusia, se aprecia cuánto EEUU ha penetrado los servicios de inteligencia enemigos y su capacidad para advertir a Ucrania sobre los planes de Moscú y sobre la fuerza de su maquinaria de guerra, añade el Times. Los documentos contenían tablas de futuras entregas de armas, datos sobre las fortalezas de tropas y batallones, al igual que planes militares.
Hay archivos referidos a China, Corea del Norte o Irán, adversarios clásicos que es lógico que estén bajo la lupa del Pentágono, pero también de países menos sospechosos, de Haití a Hungría. Hay casos llamativos como el de Bulgaria, que puede haber ofrecido donar a Ucrania su escuadrón de 16 cazas MiG-29, de fabricación soviética (fuente: CNN). Una posible donación de los cazas soviéticos, que Rusia ha dejado de mantener por las sanciones de la Unión Europea por invadir Ucrania, dejaría a Bulgaria sin aviones de combate por al menos 18 meses, cuando lleguen los F-16 adquiridos a Estados Unidos, informa EFE.
Y está Egipto, cuyo presidente, Abdelfatá al Sisi, mandó fabricar cerca de 40.000 misiles para enviarlos a Rusia en el marco de la guerra contra Ucrania (fuente: The Washington Post). Hay presuntas conversaciones entre el presidente egipcio y altos funcionarios de su Ejército, a los que pide que mantengan la producción y el envío de armamento en secreto "para evitar problemas con Occidente".
Las reacciones
La situación está muy abierta y, dada la falta de respuestas concretas, los aliados de Washington están optando por la prudencia en sus reacciones. Son naciones amigas pero quieren respuestas y están reclamándolas ya por cauces diplomáticos y militares. También están evaluando los daños y tratando de determinar si alguna de sus fuentes y métodos se han visto comprometidos por la filtración.
Preocupa sobre todo Ucrania. Mykhailo Podolyak, asesor del jefe de la Oficina del presidente Zelenski, declaró el viernes en su canal de Telegram que cree que los documentos difundidos no son auténticos, no tienen "nada que ver con los planes reales de Ucrania" y se basan en "una gran cantidad de información ficticia" difundida por Rusia.
Un funcionario citado por el por el Post señaló que era alarmante ver uno de los documentos de febrero titulado "Rusia-Ucrania: Es probable que la batalla por la región de Donbás se encamine a un punto muerto a lo largo de 2023". El documento señala las dificultades para evaluar la "resistencia de las operaciones de Ucrania". "Será difícil que Ucrania salga ganando, pero no ayuda que se haga pública la evaluación privada estadounidense que apunta a un probable punto muerto de un año", declaró.
No obstante, Ucrania ya ha modificado algunos de sus planes militares debido a la filtración, insiste la CNN, y Zelenski está abordando con su Estado Mayor la necesidad de tomar medidas para evitar filtraciones sobre los planes militares de sus fuerzas armadas.
Funcionarios de EEUU "están dialogando con aliados y socios de alto nivel sobre este asunto, incluso para asegurarles nuestro compromiso de salvaguardar la inteligencia y la fidelidad de asegurar nuestras asociaciones" tras la filtración, dijo este lunes el portavoz adjunto principal del Departamento de Estado, Vedant Patel.
La vicesecretaria de Estado, Wendy Sherman, ha sido la designada para dirigir la respuesta diplomática desde el Departamento de Estado, según un funcionario estadounidense familiarizado con el asunto. Patel no quiso entrar en detalles sobre con qué países se ha comprometido EEUU, limitándose a decir que "ese trabajo está en curso".