Rusia enloquece con los teléfonos ucranianos de la Segunda Guerra Mundial
"¿Está el enemigo? Que se ponga".
La guerra tecnológica ya no existe. Porque forma parte del ADN de cualquier conflicto moderno. La prueba de ello está en el campo de batalla ucraniano, donde las tropas que resisten la embestida rusa se las ingenian para hacer frente al altísimo despliegue tecnológico y electrónico del avanzado armamento de Moscú.
Precisamente, y según ha publicado El Confidencial, los soldados ucranianos optan por una llamativa técnica para hacer frente a los ciberataques, al espionaje o a cualquier otro método de interceptación de comunicaciones. Es llamativa porque ver a un soldado en pleno 2023 con un teléfono que ya participó en otras guerras puede resultar extraño. Más aún si esas contiendas fueron la Gran Guerra -Primera G.M.- y la Segunda Guerra Mundial.
En este sentido, y según el citado digital, Ucrania está empleando teléfonos de campo de la primera mitad del siglo XX con el objetivo de eludir a la tecnología rusa, puesto que estos objetos no cuentan ni con un solo transistor. En el reportaje se alude a las informaciones del corresponsal de la BBC Jonathan Beale quien resume esta iniciativa de forma clara: “Podrían estar perfectamente en las trincheras de la Primera Guerra Mundial”.
¿Cómo funcionan?
El funcionamiento de estos teléfonos de campo no es el habitual de los métodos actuales que emplean distintas redes como VHF, UHF SHF, y conexión por satélite. Por lo contrario, los antiguos teléfonos funcionan tirando cable por el campo de batalla y conectándolo a centralitas, una escena que ha sido reproducida en distintos filmes de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Es una cuestión de máxima importancia blindarse ante modernos sistemas rusos como el vehículo Zhitel, que incorporan un sistema de interceptación de comunicaciones y capacidad para bloquear comunicaciones o triangular posiciones enemigas recabando los datos.