¿Qué pasa en Ecuador? Las claves para entender el nuevo estallido de violencia
El nuevo presidente, Daniel Noboa, declara "la existencia de un conflicto armado interno" en el país y despliega al Ejército para "neutralizar" a los grupos armados.
El nuevo presidente de Ecuador, Daniel Noboa, tomó posesión de su cargo con un objetivo claro: terminar con la espiral de violencia desencadenada por la actividad de las bandas criminales que irrumpieron en la campaña de las presidenciales con el asesinato de Fernando Villavicencio. "Los invito a todos a trabajar en conjunto para acabar con el enemigo en común: la violencia y la miseria”, señaló Noboa en un discurso de investidura pronunciado ante el Congreso el pasado 23 de noviembre.
Dos meses después de estrenarse en el puesto, el presidente más joven de Ecuador se enfrenta a una nueva escalada de violencia en todo el país que, en menos de 48 horas, lo han llevado a declarar el primer estado de excepción de su mandato y también a firmar un decreto que autoriza al Ejército a "ejecutar operaciones militares para neutralizar" a la veintena de grupos "narcoterristas" a los que responsabiliza de la nueva ola de violencia.
Al menos ocho personas han muerto y tres personas han resultado heridas en Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador, donde en las últimas horas se han registrado los episodios más violentos de esta nueva crisis de seguridad: la toma de cinco hospitales y el asalto armado en plena emisión del canal TC Televisión y que se ha cerrado con la detención de trece personas y la incautación de armas y material explosivo. La Fiscalía ecuatoriana ya ha anunciado que se les procesará por delitos vinculados al terrorismo.
"Los sucesos de hoy son la muestra de que las acciones y decisiones emprendidas por el Gobierno Nacional afectan gravemente las estructuras criminales y como respuesta han desatado una ola de violencia para atemorizar a la población", señaló el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, Jaime Vela, al término de la reunión del Consejo de Seguridad en el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, y que ha presidido el presidente Daniel Noboa.
¿Por qué ha estallado la violencia otra vez en Ecuador?
Ecuador vive momentos de gran tensión desde el pasado domingo, después de que las autoridades responsables del sistema penitenciario de Ecuador admitiesen la fuga de la cárcel de Adolfo Macías, alias 'Fito', jefe de Los Choneros y uno de los narcotraficantes más temidos del país. que cumplía una condena de 34 años por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato.
La huída de Macías desencadenó una oleada de motines en seis cárceles de Ecuador, con el secuestro de varios funcionarios, y la declaración del primer estado de excepción del mandato de Daniel Noboa. "Lo que vivimos es una muestra de que las cosas deben cambiar en el país y que las leyes que tenemos no son suficientes para vivir en paz, por lo que no hay espacio para políticos oportunistas que buscan sacar crédito a costa de una crisis de seguridad penitenciaria", aseguraba en un comunicado publicado en 'X'.
Un día después, se conocía que Fabricio Colón Pico, alias 'Capitán Pico', uno de los dirigentes de la banda de Los Lobos, también se había fugado de la prisión en la permanecía desde su detención hace unos días por un secuestro de 2023 y también por amenazar a la fiscal general del país, Diana Salazar, con su asesinato. Junto a él, la Policía de Ecuador ha confirmado la fuga de otros 38 internos.
Guayaquil, epicentro de la violencia en Ecuador
La entrada en vigor del estado de excepción en Ecuador, con toque de queda incluido, lejos de calmar un poco la situación, derivó en explosiones, secuestro de policías y revueltas por el país, como en la capital, Quito, o las ciudades de Esmeraldas o Cuenca.
En Guayaquil, sin embargo, se han vivido los episodios más graves de esta crisis. Al menos diez personas han muerto en la ciudad más grande de Ecuador, después de que un grupo armado asaltase, en plena emisión, un plató de TC Televisión y tomara como rehenes a los trabajadores, mientras se registraba la toma de cinco hospitales.
La policía logró recuperar las instalaciones y detuvo a treces personas, pero en otros puntos de la ciudad se produjeron hechos violentos como robos, saqueos y tiroteos en zonas comerciales en una jornada de terror que también azotó varias ciudades del país, incluida la capital, Quito, donde varios individuos dispararon a los vehículos que pasaban cerca de ellos, lo que causó la muerte de cinco personas y heridas a una estudiante. Cerca de allí, otro grupo irrumpió en un almacén de repuestos y asesinó a tres personas.
En Guayaquil, epicentro de los distrubios, los servicios municipales de seguridad recibieron 1.932 llamadas de alerta, 650 de las cuales fueron emergencias reales. También se reportaron incendios de vehículos y un agente herido por disparos. El pánico que vivió la ciudad durante esta jornada desató toda tipo de rumores, hasta el punto de que las autoridades se vieron obligadas a desmentir un supuesto envenenamiento del agua.
En pocas horas, las calles de Guayaquil quedaron casi desiertas, con un toque de queda autoimpuesto y con comercios, universidades, la terminal terrestre de buses y centros de recreo cerrados. El sistema de transporte Metrovía suspendió sus operaciones "debido a la situación que enfrenta la ciudad", mientras que el aeropuerto internacional anunció que sólo los viajeros podían ingresar a la terminal aérea.