Putin se protege contra su "Armagedón" con la producción en masa de refugios nucleares móviles
Tal y como explican sus fabricantes, estos refugios "brindan protección a las personas contra una variedad de amenazas, incluidos desastres naturales e incidentes provocados por el hombre".
En un escenario que refleja la creciente tensión internacional y el peligro de un conflicto nuclear, Rusia ha comenzado la producción en masa de refugios nucleares móviles, anunció el 18 de noviembre el Instituto Panruso de Investigación para la Defensa Civil y las Emergencias.
La organización explicó en un comunicado recogido por el medio ruso Meduza que el refugio "brinda protección a las personas contra una variedad de amenazas, incluidos desastres naturales e incidentes provocados por el hombre".
Los desarrolladores del refugio ya detallaron en diciembre de 2023 que KUB-M "brinda protección durante 48 horas contra la onda de choque del aire y la radiación luminosa de una explosión nuclear; radiación penetrante y contaminación radiactiva de la zona; efectos altamente explosivos y de fragmentación de las armas convencionales; caída de escombros de estructuras de edificios; productos químicos peligrosos; incendios."
Estos módulos se fabrican en la ciudad de Dzerzhinsk y pueden ser transportados por carretera o ferrocarril. Cada uno tiene capacidad inicial para albergar a 54 personas, pero puede ampliarse hasta 150 con bloques adicionales. Su diseño incluye sistemas autónomos de soporte vital que permiten operar durante dos días sin conexión externa, ofreciendo filtración y regeneración de aire, suministro de agua de reserva, alcantarillado y calefacción.
Dudas sobre su eficacia real
A pesar de la inversión en esta infraestructura de emergencia, de unas 300.000 libras esterlinas, la verdadera capacidad de los refugios móviles para proteger a la población en un escenario de guerra nuclear sigue siendo incierta.
Lo que sí deja claro la producción de estos refugios es la creciente preocupación del Kremlin por las implicaciones de un conflicto prolongado y las amenazas de una posible escalada nuclear. Este desarrollo plantea preguntas sobre el futuro de la seguridad global, en un contexto donde la diplomacia parece ceder ante la creciente militarización y las tensiones entre potencias.
Y es que esta decisión coincide con la reciente modificación de la doctrina nuclear rusa, en la que el presidente ruso, Vladímir Putin, sugirió que Rusia podría emplear armas nucleares si Ucrania atacara territorio ruso con armamento suministrado por la OTAN.
Esta postura ha encendido las alarmas en el ámbito internacional, especialmente tras un ataque ucraniano en la región de Briansk con misiles ATACMS proporcionados por EEUU, tal y como denunció el Ministerio de Defensa ruso.