Putin incumple la promesa de 'armas y mantequilla' para Rusia
El aumento de los precios de la mantequilla en Rusia pone en duda la promesa de Putin de equilibrar el gasto en defensa y el bienestar económico.
En los últimos meses, los precios de la mantequilla en Rusia han experimentado un aumento significativo, desafiando la promesa del presidente Vladimir Putin de mantener un equilibrio entre el gasto en defensa y el bienestar económico de la población. Según el servicio estatal de estadísticas, el precio de un bloque de mantequilla ha subido un 25,7% desde diciembre. En Moscú, el precio de una mantequilla de alta calidad “Brest-Litovsk” ha aumentado un 34% desde principios de año, alcanzando los 239,96 rublos (2,47 dólares).
Este incremento ha generado preocupación entre los consumidores y ha llevado a un aumento de los robos de mantequilla en algunos supermercados, según informan los medios rusos. Para combatir este problema, algunos minoristas han comenzado a colocar los bloques de mantequilla en contenedores de plástico. Las autoridades, que han intentado minimizar el impacto de la guerra en Ucrania en la vida diaria de los ciudadanos, están monitoreando de cerca la situación.
El viceprimer ministro encargado de la agricultura, Dmitry Patrushev, declaró el 23 de octubre que el gobierno está vigilando los precios de la mantequilla y ha mantenido reuniones con los principales productores y minoristas de lácteos. Además, se están incrementando las importaciones de mantequilla desde Bielorrusia, Turquía, Irán e India para satisfacer la demanda interna.
El aumento de los precios de la mantequilla no es un caso aislado. Los precios de la leche, los salarios, las tasas de interés, el combustible y el transporte también han subido, lo que ha contribuido al incremento general de los costos. La situación ha llevado a algunos economistas a advertir sobre un posible “Armagedón de la mantequilla”, similar al aumento de precios de los huevos que alarmó a los consumidores el año pasado.
En medio de esta crisis, algunos consumidores han expresado su frustración. Elena, una pensionista de Moscú, comentó que los precios de la mantequilla, así como de algunas frutas y verduras, han aumentado considerablemente. Sin embargo, ha podido encontrar pepinos y trigo sarraceno a precios asequibles. Por otro lado, Sergei Popov, otro comprador, expresó su preocupación por el aumento de los precios de los productos básicos que consume diariamente, como la leche, el queso, las salchichas, los huevos y el pan.
A pesar de las sanciones occidentales y el aumento del gasto en defensa, la economía rusa ha mostrado una resiliencia sorprendente. Tras la invasión de Ucrania en 2022, muchos economistas occidentales predijeron un colapso inminente de la economía rusa. Sin embargo, el país ha logrado crecer más rápido que Estados Unidos y casi todas las principales economías europeas. No obstante, los precios y las tasas de interés siguen en aumento, con el banco central elevando las tasas en 200 puntos básicos hasta el 21% el 25 de octubre, su nivel más alto desde 2003. Se espera que la inflación alcance el 8,0-8,5% este año.
El ex economista jefe de Goldman Sachs, Jim O’Neill, quien acuñó el término ‘BRICs’ en 2001, ha cuestionado la sostenibilidad de la situación actual en Rusia. “Todo se debe al enorme gasto en defensa de Rusia”, comentó O’Neill a Reuters. “Creo que las perspectivas a medio y largo plazo son bastante sombrías”.