Putin encuentra ayuda inesperada en Bruselas a sus graves problemas
Los cambios producidos en Europa favorecen a Rusia.
Desde hace dos años, Rusia celebra el 30 de septiembre el "Día de la Reunificación" para conmemorar la anexión rusa de cuatro regiones ucranianas: Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón. Durante el acto de este año, Vladímir Putin destacó la "naturaleza genuinamente liberadora" de su invasión y mostró su confianza en que "todos los objetivos que nos hemos fijado se lograrán".
El presidente ruso está más optimista que nunca después de que el viaje de Volodímir Zelenski a EEUU no pareciera resultar del todo satisfactorio para el presidente ucraniano. Un diplomático británico ha señalado en The Times que el "Plan de Victoria" ucraniano parece una "lista de compras en lugar de una estrategia".
Si bien Ucrania obtuvo un nuevo paquete de ayudas valorado en 2.400 millones de dólares en asistencia, no recibió el visto bueno para usar misiles de largo alcance dentro de Rusia ni las garantías de ayuda futura y la membresía de la OTAN que buscaba.
Menos ayuda a Ucrania
Otra grata sorpresa que Putin se ha llevado de Europa ha sido el apoyo menos constante que está recibiendo Ucrania por su parte debido al éxito cosechado de partidos que se oponen a apoyar a Zelenski, como el partido de derecha AfD en Alemania, la Agrupación Nacional de Marine Le Pen en Francia o el Partido de la Libertad (FPÖ) en Austria.
Asimismo, el bloque Patriotas por Europa, considerado pro-Putin, es ahora el tercero más grande en el Parlamento Europeo. Aunque no tiene poder suficiente para hacer grandes movimientos, ya que solo cuenta con 84 de los 720 miembros del Parlamento, parece que el escenario europeo está cambiando a favor de Rusia.
Un funcionario alemán ha criticado en privado las dudas de su gobierno en seguir apoyando a Ucrania. "Parece que la guerra se está convirtiendo en un punto muerto, y no podemos pagar por eso para siempre. Kiev tendrá que ser más realista en sus expectativas", asegura.
También hay dudas sobre el futuro de la relación entre EEUU y Ucrania. Un hipotético regreso de Donald Trump favorecería claramente a Rusia si el estadounidense cumple con su promesa de imponer un alto el fuego.