Putin busca la aprobación rápida de un acuerdo de hace más de medio siglo

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha enviado a la Duma rusa un proyecto de ley para ratificar un tratado de asociación estratégica con Corea del Norte. Este acuerdo, firmado durante la visita de Putin a Pionyang el 19 de junio, contempla la asistencia mutua en caso de un ataque militar contra cualquiera de los dos países.

El proyecto de ley fue incluido en la base de datos de la Duma rusa para su análisis y aprobación inmediata. Putin ha subrayado que este tratado responde a los intereses fundamentales de ambos pueblos y busca garantizar la seguridad y estabilidad en la península de Corea y en el Noreste Asiático.

En declaraciones recientes, Putin afirmó: “Estoy seguro de que mediante esfuerzos conjuntos continuaremos fortaleciendo sistemáticamente la asociación estratégica integral entre Rusia y la República Popular Democrática de Corea”. Estas palabras reflejan la intención de Moscú de consolidar sus lazos con Pionyang en un contexto de crecientes tensiones internacionales.

Mientras tanto, Occidente ha expresado su preocupación por la posible colaboración militar entre Rusia y Corea del Norte. Acusaciones de suministro de armamento norcoreano a Moscú para su uso en Ucrania han sido recurrentes. Organizaciones de inteligencia han identificado restos de misiles y artillería norcoreanos en el conflicto ucraniano, lo que ha intensificado las sospechas.

La semana pasada, el ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, declaró que es “muy probable” que Pionyang envíe tropas para apoyar al Ejército ruso, basándose en los acuerdos firmados entre ambos países. Además, Kim mencionó un informe de un medio ucraniano que afirmaba la muerte de tres militares norcoreanos cerca de Donetsk, una región anexionada por Rusia. Sin embargo, el Kremlin ha desmentido esta información, calificándola de “bulo”.

Este desarrollo se produce en un momento crítico, ya que la comunidad internacional observa con cautela los movimientos de Rusia y Corea del Norte. La rápida ratificación de este tratado podría tener implicaciones significativas para la geopolítica regional y global, aumentando las tensiones en una zona ya de por sí volátil.

La Duma rusa, que tiene la última palabra en la aprobación de este tratado, se enfrenta ahora a la tarea de evaluar las implicaciones de este acuerdo. La decisión que tome podría definir el curso de las relaciones entre Rusia y Corea del Norte en los próximos años, así como su impacto en la estabilidad regional.