Putin activa el estado de emergencia tras el último movimiento de Ucrania
En su anuncio, recogido por la agencia rusa Interfax, el comité esgrime que la declaración obedece a un "intento sin precedentes" por parte de Ucrania de desestabilizar la situación en varias regiones.
El Comité Nacional Antiterrorista de Rusia ha declarado este sábado el estado de alerta por terrorismo en las regiones fronterizas de Bélgorod, Briansk y Kursk, una medida que capacita a las fuerzas de seguridad para restringir el movimiento y suspender el derecho de privacidad de los residentes afectados, en respuesta, particularmente, a la entrada esta semana de fuerzas ucranianas en territorio ruso a una escala sin precedentes desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania.
En su anuncio, recogido por la agencia rusa Interfax, el comité esgrime que la declaración obedece a un "intento sin precedentes" por parte de Ucrania de desestabilizar la situación en varias regiones, Kursk en particular, donde las fuerzas ucranianas han causado "bajas entre la población civil, destrucción de edificios residenciales y otros bienes civiles".
Así pues, y "para garantizar la seguridad de los ciudadanos y reprimir la amenaza de actos terroristas cometidos por formaciones enemigas de sabotaje y reconocimiento, el presidente del Comité Nacional Antiterrorista y director del FSB de Rusia, Alexander Bortnikov, ha decidido emprender operaciones antiterroristas en las regiones de Bélgorod, Briansk y Kursk a partir del 9 de agosto de 2024".
Durante esta situación de alerta, las fuerzas de seguridad rusas están capacitadas para suspender la prestación de servicios de comunicación o limitar el uso de redes y medios de comunicación, detener inmediatamente a ciudadanos sin identificación, retirar vehículos, seguir comunicaciones telefónicas o efectuar rastreos informáticos a discreción y trasladar por la fuerza a residentes de estas regiones a "zonas seguras".
Kursk lleva bajo estado de emergencia desde la tarde del 7 de agosto, día y medio después de las primeras noticias de las incursiones de Ucrania -- aproximadamente 300 efectivos con once tanques y 200 vehículos blindados que cruzaron la frontera desde la región ucraniana de Sumi, en el norte del país -- y que han dejado hasta el momento, según Rusia, cinco muertos y 66 heridos, entre ellos nueve niños.
En un balance posterior, el ministro de Salud ruso, Mijail Murashko, ha precisado que 55 de los heridos se encuentran hospitalizados y 12 de ellos se encuentran en estado grave.
Asimismo, varias localidades de la provincia rusa de Bélgorod, en la frontera con Ucrania, han sufrido cortes en el suministro eléctrico a causa de los ataques perpetrados durante las últimas horas por las fuerzas ucranianas contra la zona.
Refuerzos para Kursk
En medio de esta situación, el Ministerio de Defensa ruso ha denunciado el derribo de 26 drones ucranianos durante la noche en la región de Kursk y otros seis en la región de Yaroslavl, al noreste de Moscú. Estos últimos podrían haber formado parte de una partida de "varias decenas" de aparatos que sobrevolaron horas antes territorio bielorruso, parte de los cuales fueron derribados por la defensa del país, según hizo saber su presidente, Alexander Lukashenko.
El Ministerio de Defensa ruso también ha confirmado la llegada a Kursk de la partida de tanques, vehículos acorazados y lanzaderas de cohetes MLRS que salieron ayer en dirección a la región atacada, donde la situación de combate sigue sin estar del todo clara. Blogs militares rusos citados por la agencia Bloomberg aventuran que las fuerzas ucranianas se han adentrado unos 37 kilómetros en el interior del país, una estimación efectuada a partir de declaraciones de autoridades locales, pero Ucrania guardia un silencio escrupuloso sobre el tema.
Un video publicado en las redes sociales parecía mostrar una columna de al menos una docena de vehículos de tropas rusas que habían sido destruidos en el distrito de Rylsk. Las imágenes no pudieron ser verificadas de forma independiente.
La corporación nuclear estatal rusa Rosatom ha informado este sábado por su parte que la planta de energía atómica de Kursk, cerca de la ciudad de Kurchatov, estaba operando normalmente, según el servicio de noticias Tass.
Los combates en torno a la ciudad de Sudzha, lugar de un punto de tránsito clave para el último gasoducto que lleva gas ruso a Europa, han impulsado los precios del gas natural europeo al nivel más alto de este año por temores de posibles interrupciones en los suministros, pero los flujos continuaban dentro del rango normal.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, convocó el viernes una reunión de su consejo de seguridad para evaluar las "acciones defensivas" del país y, en un discurso posterior, insinuó el progreso de su Ejército al agradecer a las tropas "la reposición del fondo de intercambio", es decir, la captura de soldados rusos como prisioneros de guerra, y asegurado "ha sido especialmente productivo en los últimos tres días".
La comunidad internacional ha apoyado en principio esta incursiión. Aunque Estados Unidos no apoya los "ataques de largo alcance" contra Rusia, la intervención en Kursk es coherente con la política de Washington sobre el uso por parte de Ucrania de armas suministradas por Estados Unidos, ha indicado la subsecretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh.
"Ucrania está librando una guerra legítima de defensa contra una agresión ilegal", ha añadido por su parte Peter Stano, portavoz principal de Exteriores y Política de Seguridad de la UE. "En el marco de este derecho legítimo a defenderse, Ucrania tiene derecho a atacar al enemigo donde lo considere necesario en su territorio, pero también en el territorio del enemigo".