La prensa inglesa pide tratar a Marruecos como a Ucrania
Richard Shirreff, antiguo comandante aliado adjunto de la OTAN en Europa, exige un alto nivel de compromiso occidental con el país norteafricano.
Ucrania y Marruecos son dos países que han sufrido dos sucesos que han dejado a su paso miles de víctimas mortales, la guerra (aún activa) y el terremoto, respectivamente.
El conflicto armado ha hecho que la Unión Europea y la OTAN se vuelquen para ayudar a Ucrania, no solo por motivos humanitarios, sino porque consideran al país ucraniano como un bastión indispensable para preservar la seguridad y estabilidad de Occidente.
En ese sentido, Richard Shirreff, antiguo comandante aliado adjunto de la OTAN en Europa, ha escrito en el prestigioso periódico británico Financial Times un artículo en el que destaca que Occidente debería darle a Marruecos el mismo tratamiento prioritario que a Ucrania.
El experto subraya que, como ocurre con el país dirigido por Volodímir Zelenski, Marruecos ejerce como un elemento clave para la estabilidad en el norte de África y, en consecuencia, para la seguridad de Occidente.
En concreto, Shirreff expresa que Marruecos “ha liderado todos los indicadores de desarrollo económico en África y se ve a sí mismo como una fuente de estabilidad en la región”, por lo que su reconstrucción tras el trágico seísmo del 8 de septiembre es “extremadamente necesaria”.
El antiguo comandante aliado adjunto de la OTAN en Europa cree que si no se le proporciona a Marruecos la ayuda que necesita para recuperarse, las consecuencias para Occidente podrían ser muy negativas. “Sin una estrategia proactiva y de largo plazo que trate a los aliados regionales como Marruecos con la seriedad que tanto tiempo le brindamos a Ucrania, la situación se deteriorará”, advierte el autor del artículo.
Magreb Intelligence asegura que el país argelino realmente no iba a ayudar a las víctimas del terremoto.
“Un faro de estabilidad en una región tumultuosa”
Para resaltar la importancia del país africano, Richard Shirreff define a Marruecos como un territorio que “sigue siendo un faro de estabilidad y ambición en una región por lo demás tumultuosa” y que desempeña “un papel fundamental tanto en términos económicos como de seguridad”.
Para reforzar esa idea, el experto recuerda que desde la década de los 90, una cantidad importante de países africanos han sufrido golpes de Estado que han resultado en el “crecimiento de alianzas entre grupos del crimen organizados, franquicias terroristas y contrabandistas de personas, bienes y ayuda humanitaria enviada por Occidente”.
Sin embargo, Marruecos ha actuado como un muro de contención a esas organizaciones criminales, ayudando incluso (en colaboración con los servicios de seguridad de algunos países occidentales) a la detención de yihadistas que podrían haber puesto en jaque la seguridad de Occidente.
