Ponen máquinas expendedoras en la calle con el antídoto de la 'droga zombie'
El consumo de opiáceos causa unas 2.000 muertes a la semana en EEUU y es la principal causa de muerte no natural entre estadounidenses de entre 18 y 45 años.
El consumo de opiáceos causa unas 2.000 muertes a la semana en Estados Unidos y es ya la principal causa de muerte no natural entre los estadounidenses de entre 18 y 45 años. El consumo de drogas como el fentanilo está completamente descontrolado.
Ante estas cifras, según ha publicado el medio Uppers, las autoridades han tenido que liberar la venta de una medicamento conocido como naloxona —Narcan es el nombre comercial más usado— y ahora se vende en farmacias de todo el país e, incluso, se puede encontrar en máquinas expendedoras ubicadas en "zonas calientes" de consumo.
"La aprobación de hoy del aerosol nasal de naloxona de venta libre ayudará a mejorar el acceso, aumentará la cantidad de lugares donde está disponible y ayudará a reducir las muertes por sobredosis de opioides en todo el país. Alentamos al fabricante a que haga de la accesibilidad al producto una prioridad, haciéndolo disponible lo antes posible y a un precio asequible", informó la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en un comunicado.
Para muchos, según ha destacado el mismo medio, es el crimen perfecto. Los grandes capitales de las farmacéuticas influyeron en políticos e instituciones sanitarias para que se recetaran opiáceos contra el dolor durante los noventa y causaron una epidemia. Ahora, 30 años después, cientos de miles de personas están enganchadas y se han vuelto adictas.
El escenario está ya completamente fuera de control y las farmacéuticas proveen no la cura, pero sí un antídoto contra las sobredosis: la naloxona. Este es un medicamento en forma de spray que revierte rápidamente una sobredosis de opioides al bloquear sus efectos con solo poner el dispensador en la nariz del sujeto y presionando para liberar la sustancia. Solo en Los Angeles se evitaron 8.277 fallecimientos en 2022, según datos de Los Angeles Community Health Project.