Guillermo Fesser relata por qué la 'droga zombie' arrasa en EEUU: muchos en España deben reflexionar
La "demanda de la desesperación".
La ausencia de un sistema sanitario público de calidad en Estados Unidos no deja de provocar situaciones vergonzosas, en las que los más pobres ven como cualquier problema médico les puede suponer unos costes inasumibles.
Ahora, el periodista Guillermo Fesser ha desgranado otro problema que se está viviendo en aquel país precisamente por culpa de ese sistema que algunos elogian desde España: la nueva droga Zombie, el Fentanilo, está causando auténticos estragos.
En una entrevista en El Intermedio, Fesser ha señalado: "Los seres humanos, uno de los síntomas más frecuentes, es el dolor. Lo normal es que si te duele algo físicamente vas al médico a que te recete un calmante y si tienes un sufrimiento emocional vas al psiquiatra y que te de un antipsicótico".
"El problema es que en Estados Unidos hay millones de personas desprotegidas que no tienen seguro médico o porque desde los 70 desmantelaron todos los centros psiquiátricos de este país y los enfermos mentales hoy son homeless en la calle y no tienen apoyo familiar. Entonces, cada vez vez que tienen un episodio psicótico terminan en la cárcel y vuelta a empezar", ha relatado el periodista.
Fesser ha resaltado que tanta gente en esa situación "ha creado un mercado negro amplísimo en Estados Unidos de opiáceos porque son sedantes, te calman el dolor físico" y porque "te crean euforia y te borran ese episodio psicótico que tienen los enfermos mentales".
El periodista ha señalado que eso en Estados Unidos se conoce como "demanda de la desesperación" y que a eso hay que sumarle que aquel país es "la meca del caipitalismo": "Aquí no se hacen las cosas para que mejore la vida de la gente, sino para ganar dinero".
"No se crean restaurantes con comida buena, sino con comida adictiva para que la gente repita", pone como ejemplo. "Y esta misma idea de negocio caló en las farmacéuticas en los años 90. La regulación es mucho menor que en la UE y vieron en los opiáceos una oportunidad de aumentar exponencialmente los beneficios", ha resaltado.
"Hasta entonces se utilizaban en parches para postoperatorios muy complicados o para paliativos de cáncer, pero los laboratorios vieron que poniéndolo en pastillitas y recetándolo para cualquier tipo de dolor les iba a ir muy bien", ha explicado.