Paga 190 euros por una noche de hotel y se queda viviendo gratis durante años: ahora le comunican que no pueden condenarle

Paga 190 euros por una noche de hotel y se queda viviendo gratis durante años: ahora le comunican que no pueden condenarle

Un inquilino aprovecha una laguna legal para vivir sin coste en un histórico hotel. Ahora, después de la imputación de 24 delitos, se enfrenta a varios años de cárcel. 

Recreación virtual de una de las habitaciones del Wyndham New Yorker HotelWyndham New Yorker Hotel

Es más que probable que el nombre de Mickey Barreto no les diga nada. Normal, excepto si antes de Navidad están pasando unos días de vacaciones en Nueva York o si viven en la Ciudad de los Rascacielos y por casualidad, o no, han podido echarle un ojo a los titulares de algún periódico. Porque más allá de los titulares sobre la victoria de Donald Trump en las elecciones de EEUU, están los dedicados a la pintoresca historia de este neoyorquino. 

La historia empieza el año 2018, cuando se abrieron las puertas del lujoso Wyndham New Yorker Hotel, un establecimiento histórico de la Gran Manzana por el que pasaron, entre otras muchas figuras, Spencer Tracy, Joan Crawford, Fidel Castro, Muhammad Ali o en el que Nikola Tesla pasó recluido los últimos diez años de su vida. Ese día, como cualquier cliente de un hotel, Mickey Barreto se presentó en la recepción, pagó unos 190 euros por una noche de alojamiento y se dirigió a su habitación, la número 2565. Lo que no sabía la dirección del New Yorker es que ese huésped se iba a quedar a vivir allí sin pagar un duro.

Barreto, quien había estudiado a fondo la Guía de derechos de los inquilinos residenciales de Nueva York y toda la legislación de la ciudad relacionada con la cuestión de la vivienda, encontró un recoveco legal que le permitía pedirle al hotel un contrato de alquiler de seis meses de por su habitación. Según Business Insider, la normativa neoyorquina le otorga a los inquilinos el derecho a solicitar un contrato de arrendamiento de medio año, siempre que se trate de una habitación individual construida antes de 1969. Como le pasa a las del hotel donde se alojaba Barreto y por la que pidió el contrato 24 horas después de entrar.

La expulsión del Wyndham New Yorker Hotel fue inmediata. En un suspiro. Pero un mes después, Barreto denunció por desalojo ilegal al propietario del edificio, la Asociación del Espíritu Santo para la Unificación del Cristianismo Mundial, que había comprado el hotel en 1976. Pero cuando la demanda llegó a juicio, la falta de representantes del hotel hizo que un juez fallara a favor de Barreto, permitiéndole regresar al New Yorker sin necesidad de pagar alquiler ni contar con un contrato formal que permitiese su desalojo.

El sol ilumina la icónica señal que identifica el Wyndham New Yorker Hotel de Nueva York.Gary Hershorn

Pero la historia no termina aquí. Al menos para Mickey Barreto, que lejos de conformarse con la victoria judicial que le permitía vivir en el icónico hotel de Nueva York sin pagar una mensualidad por ocupar una habitación, fue un paso más allá cuando registró el edificio a su nombre para tomar el control de las cuentas bancarias del hotel o reclamarle el alquiler a los negocios que ocupan el edificio. La Asociación del Espíritu Santo para la Unificación del Cristianismo Mundial denunció al inquilino problemático y esta vez sí, logró una orden judicial para que Barreto dejase de presentarse como el propietario del edificio, él siguió viviendo en el hotel sin coste alguno.

En 2023, después de volver a registrar el hotel a su nombre, la fiscalía de Manhattan presentó 24 cargos contra Mickey Barreto, catorce de ellos graves. Sin embargo, dos evaluaciones psicológicas recientes han concluido que Barreto no se encuentra en las mejores condiciones para afrontar un juicio. Después de ordenar su ingreso en una clínica para recibir tratamiento y poner fin a su adicción a las drogas, pero sin lograr resultados. 

El juez encargado del caso ha aplazado el proceso judicial contra Barreto y por el que se enfrenta a varios años de prisión, si finalmente se le declara culpable de fraude. Pero con una condición: tiene hasta el 13 de noviembre para ingresar en un centro de tratamiento.