Occidente endurece el tono ante Israel por los bombardeos sobre civiles en Gaza
“No hay razón para que bebés, señoras y ancianos mueran bombardeados”, dice Macron, mientras que la Comisión Europea le reclama "máxima contención".
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha calificado de "tonterías" las acusaciones de que su país está violando el derecho internacional con la guerra en Gaza. Durante una entrevista en Meet the Press, del canal televisivo NBC News, ha usado el término "daños colaterales" para justificar la muerte de más de 11.000 palestinos en Gaza, en su ofensiva contra Hamás. “No, deliberadamente estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para atacar a los terroristas. Y los civiles, como ocurre en toda guerra legítima, a veces son lo que se llama daños colaterales. Esa es una manera más larga de decir víctimas no deseadas. Eso es claramente lo que está haciendo Israel”, afirma el mandatario.
Sin embargo, esa visión de lo que está haciendo en suelo palestino ya encuentra algo menos de eco entre sus aliados occidentales, que este fin de semana se han unido para lanzar mensajes más duros en su contra, más allá del reconocimiento de Israel a defenderse, tras el ataque terrorista del 7 de octubre que dejó 1.400 muertos. Las críticas son cada vez más abiertas. Y la presión sobre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mayor.
Lo que hasta hace poco dirigentes de Europa y Estados Unidos sugerían en voz baja a Netanyahu y a su Gobierno ahora se reclama en público y con altavoz. Palabras como "alto el fuego" parecían tabú en algunas capitales occidentales, defendiendo la idea de Tel Aviv de que aplicar uno daba alas a Hamás. Preferían hablar de "pausa" o "pausas humanitarias". Ahora están sobre la mesa.
"Es la única solución que tenemos, el alto el fuego, porque es imposible explicar que queremos luchar contra el terrorismo bombardeando a personas inocentes", dijo este viernes el presidente francés, Emmanuel Macron, en una entrevista con la BBC. Macron añadió: "De hecho, hoy hay civiles bombardeados. De hecho, estos bebés, estas señoras, estos ancianos mueren bombardeados. No hay razón alguna para ello y ninguna legitimidad. Así que instamos a Israel a que pare".
Netanyahu ha calificado de "grave error, factual y moral" estas declaraciones y Macron, para calmar las cosas, mandó ayer un comunicado reiterando su solidaridad con Israel y su derecho a defenderse tras los ataques de Hamás, lo que -ha querido subrayar- incluye la eliminación de la amenaza terrorista en Gaza.
Una muestra de conciliación en un comunicado publicado por el Elíseo tras las conversaciones mantenidas este domingo por Macron con el presidente israelí, Isaac Herzog, y con el ministro y presidente del Partido Unidad Nacional, Benny Gantz, que llegan después de las declaraciones cruzadas con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, que tensaron las relaciones.
En su comunicado, la presidencia francesa explica que Macron en sus diálogos con Herzog y Bentz ha "reiterado el derecho de Israel a defenderse y ha repetido la solidaridad de Francia con Israel en su lucha contra el terrorismo".
Agregó además que "la amenaza de los grupos terroristas en Gaza debe ser eliminada", aunque puntualizó que "esa lucha debe llevarse a cabo respetando el derecho internacional humanitario y teniendo en cuenta la protección de la población civil".
No obstante, en la Unión Europea aumentan también las voces que, en la línea del presidente francés, ponen el acento en el cumplimiento del derecho internacional y dan la voz de alarma. Los intentos para plasmarlo en una declaración que reclame una pausa humanitaria, sin embargo, no han avanzado por ahora, según fuentes diplomáticas. Alemania, República Checa y Austria se oponen.
El Alto Representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha pedido a Israel "la máxima contención". "El Derecho Internacional Humanitario estipula que los hospitales, los suministros médicos y los civiles dentro de hospitales deben ser protegidos (...). En este contexto, instamos a Israel a ejercer la máxima contención para garantizar la protección de los civiles", ha apuntado Borrell en un comunicado oficial.
Borrell condena además "el uso de hospitales y civiles como escudos humanos" por parte de Hamás. "Los civiles deben poder abandonar la zona de combate. Estas hostilidades están afectando gravemente a los hospitales y están causando un número espantoso de víctimas entre los civiles y el personal médico", ha resaltado.
La UE pide por ello que se garantice el suministro "inmediato" a los hospitales de los materiales más urgentes. "Los pacientes que necesitan atención médica urgente deben ser evacuados con seguridad", ha añadido.
En este contexto, Borrell ha expresado la "grave preocupación" de la UE por la "crisis humanitaria cada vez más profunda" que vive la población de la Franja de Gaza.
También en Washington
Estados Unidos continúa rechazando un alto el fuego, con el argumento de que solo serviría para dar un respiro a Hamás. Y en ningún momento ha condenado en público el modo en que Israel conduce su ofensiva ni ha puesto en duda que ese Estado incumpla las leyes de la guerra. Pero también ha endurecido el tono en los últimos días.
“Demasiados palestinos han muerto, demasiados han sufrido estas últimas semanas”, dijo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en Nueva Delhi. “Queremos hacer todo lo posible para impedir daños contra ellos y para que la asistencia que les llega sea la máxima posible”.
Las palabras de Blinken revelan un giro, tan sutil como significativo, en la posición de Washington en el conflicto. Se explica, entre otros motivos, por los desacuerdos dentro de la propia Administración estadounidense. Y por el descontento de un sector del Partido Demócrata con el apoyo a Netanyahu. Ese desafecto de la izquierda estadounidense podría tener un coste para Biden en las elecciones presidenciales de 2024.
El cambio de tono occidental es significativo porque, tras la matanza del 7 de octubre, Europa y EE UU dieron la impresión de aliarse con Israel sin condiciones. Aunque desde el primer momento insistieron a Netanyahu en la necesidad de respetar el derecho internacional y limitar el sufrimiento de los civiles, recibieron acusaciones de doble rasero. Desde el mundo árabe y el llamado Sur global -y también desde una parte de las opiniones públicas occidentales- se cuestionó que, mientras se condenaba a Rusia por bombardear civiles en Ucrania, las mismas condenas no se escuchaban en el caso de Israel y Hamás. Manifestaciones en apoyo a Palestina a ambas orillas del Atlántico han congregado a decenas de miles de personas. Entre las últimas, las de este sábado en Londres -multitudinaria, con más de 300.000 personas-, Bruselas y París.