Netanyahu vuelve la casilla cero con Yoav Gallant al revocar su destitución como ministro de Defensa
El primero ministro israelí había fulminado al político por cuestionar la polémica reforma judicial ahora paralizada tras semanas de protestas y movilizaciones.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha anunciado este lunes la revocación de la destitución de Yoav Gallant como ministro de Defensa después del fulminante anuncio en el que le apartaba del cargo tras cuestionar la polémica reforma judicial ahora paralizada tras semanas de protestas y movilizaciones.
"Estamos juntos y colaboramos continuamente", ha afirmado Netanyahu en referencia a su relación con Gallant, quien, según el primer ministro, "seguirá en el cargo y continuará trabajando para proteger a los ciudadanos isarelíes".
El propio Gallant, quien se mantenía en el cargo como ministro en funciones a la espera de un posible recambio, ha respondido en Twitter al anuncio: "Seguimos juntos con toda la fuerza en pro de la seguridad de Israel", ha publicado en un mensaje acompañado de una fotografía de ambos.
El pasado 25 de marzo Gallant advirtió de que las protestas contra la reforma judicial de Netanyahu estaban poniendo en peligro la seguridad de Israel debido a la extensión de la contestación a los reservistas del Ejército, que rechazaban realizar prácticas voluntarias, y pidió la paralización de su tramitación parlamentaria. Al día siguiente Netanyahu anunció su destitución.
Netanyahu ha anunciado la restitución de Gallant en una rueda de prensa cuyo eje principal era la situación de seguridad del país y en ese sentido ha responsabilizado a los anteriores gobiernos y a las protestas del actual repunte de los atentados. "Nuestro país es objeto de un ataque terrorista, pero no ha empezado ahora. En los gobiernos anteriores se duplicó el número de atentados terroristas. Los gobiernos anteriores dieron territorios con gas al enemigo sin nada a cambio", ha afirmado Netanyahu.
Un periodista le ha recordado a Netanyahu que en los últimos gobiernos la cifra de muertos en atentados era de unos 33 al año, mientras que solo en los 100 primeros días del actual gobierno de Netanyahu ha habido 19 muertos, a lo que el primer ministro ha respondido que el anterior gobierno dependía "de Hermanos Musulmanes" en referencia al partido islamista Raam, por lo que "no podía actuar contra el terrorismo".
En particular, Netanyahu ha señalado al ex primer ministro y líder de la oposición, Yair Lapid, y sus advertencias sobre el riesgo de crisis nacional por la reforma judicial. "Nuestros enemigos lo ven, lo escuchan. Creen que pueden vencernos con un ataque combinado desde Líbano, Siria y Gaza", ha subrayado.
"Esta noche os digo, pueblo de Israel, que vamos a rechazar estas amenazas y vamos a derrotar a nuestros enemigos. Lo hemos hecho antes y lo haremos de nuevo. Vamos a recuperar la disuasión, vamos a arreglar los daños que hemos heredado", ha dicho, agregando que los "enemigos" que piensen que esta es una oportunidad para atacar van comprobar "lo tremendamente equivocados que están".
El mandatario ha argumentado que no puede dar información sobre "todo" lo que está haciendo el Gobierno por la seguridad de Israel, pero ha asegurado que están haciendo "mucho". "Hemos actuado contra objetivos iraníes en Siria", ha señalado.
Guardia Nacional
En cuanto a los planes de crear una Guardia Nacional que responda directamente ante el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, Netanyahu ha destacado que este nuevo cuerpo policial es "necesario", pero "no será la milicia de nadie", sino "una fuerza pública adecuada y profesional".
Ben Gvir pactó con Netanyahu impulsar rápidamente la creación de esta Guardia Nacional a cambio de su visto bueno para paralizar la tramitación parlamentaria de la reforma judicial en lo que la oposición consideró un intento de sortear los controles democráticos de la Policía creando un nuevo cuerpo.
También en clave de política nacional, Netanyahu ha restado importancia a la última encuesta que pronostica un hundimiento electoral de su partido, el Likud. "No me afecta. Las he visto peores", ha afirmado. "Este gobierno gobernará durante cuatro años. El factor determinante al final será cómo gestionemos la seguridad, la economía, la sanidad, la educación y la paz", ha remachado.
El líder de la oposición, Yair Lapid, ha reprochado a Netanyahu que "culpe a otros" de problemas causados por su "gobierno extremista y fracasado". "Ha llegado el momento de que Netanyahu y sus ministros dejen de lamentarse y asuman su responsabilidad", ha declarado.
Para el también ex primer ministro Naftali Bennett el de Netanyahu ha sido un discurso "de poca altura, vergonzoso" y ha rechazado que el acuerdo de demarcación de las aguas territoriales firmado con Líbano perjudique la capacidad de disuasión de Israel. "El acuerdo fue con Líbano, no con Hezbolá, y lo que está haciendo ahora no tiene nada que ver con el acuerdo", ha argumentado.
Por su parte, el líder del partido Unidad Nacional, Benny Gantz, ha reprochado a Netanyahu que no se puede "construir liderazgo con llantos", mientras que el líder del partido Yisrael Beitenu, Avigdor Liberman, ha apuntado que el discurso de Netanyahu "demuestra que no es el adecuado para el puesto".
Liberman ha señalado además que "en el mejor de los casos Netanyahu se ha convertido en el contratista de Yair Netanyahu", en referencia a los comentarios sobre la creciente influencia del hijo de Netanyahu en su padre. Por ello, ha pedido al Likud desplazar al primer ministro de su cargo. El propio Netanyahu se ha referido en su discurso a su hijo y ha asegurado que es "una persona independiente" con "cero influencia" de los demás.