Muere un soldado israelí en la operación que ha dejado doce palestinos muertos en Yenín
El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, denuncia que Israel usa en Yenín armas propias de una guerra.
El Ejército de Israel ha anunciado este martes la muerte de un soldado israelí en un intercambio de disparos de enfrentamientos en el marco de la operación que los militares han llevado a cabo durante dos días en la ciudad cisjordana de Yenín y que se ha saldado hasta el momento con al menos doce palestinos muertos y más de un centenar de heridos.
"Un combatiente permanente de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ha muerto esta noche por disparos durante la operación contra la infraestructura terrorista en el campo de refugiados de Yenín", reza un comunicado.
Según un portavoz del Ejército consultado por el diario 'The Jerusalem Post', el soldado recibió tratamiento médico en el lugar y fue trasladado a un hospital, donde los médicos declararon su fallecimiento.
Las FDI han informado del fallecimiento poco después de que las fuerzas militares israelíes hayan comenzado a retirarse de la ciudad, dando por concluida la operación que arrancó este lunes. Horas antes, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se desplazó hasta un puesto de control cercano a Yenín para justificar la necesidad de "completar la misión" en la zona con el objetivo de "erradicar el terrorismo" de las milicias palestinas.
El Ministerio de Sanidad palestino ha confirmado este martes por la noche en Facebook el fallecimiento de una duodécima persona por la operación israelí. Las autoridades no descartan que el balance de fallecidos aumente, ya que hay heridos en estado crítico.
Métodos y armas propias de una guerra
El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, dijo hoy que los métodos y las armas que las fuerzas de seguridad de Israel están utilizando en su operación militar en Yénin y alrededores tienen que ver más con combates en situaciones de guerra que con acciones para el cumplimiento de la ley.
"Los bombardeos aéreos no son coherentes con las reglas aplicables en operaciones de seguridad. En un contexto de ocupación, las muertes que provocan pueden considerarse asesinatos deliberados", condenó el jefe de derechos humanos de la organización.
Señaló que las fuerzas israelíes tienen la obligación de respetar las normas de derechos humanos sobre el uso de la fuerza y que no pueden pretender que es de otra manera solo porque argumentan estar luchando contra el terrorismo.
"El conjunto de normas internacionales sobre derechos humanos establece claramente las obligaciones de Israel, como potencia ocupante, que tiene que asegurarse de que sus acciones están planificadas y controladas de modo que se reduzca la posibilidad de utilizar fuerza letal", agregó Türk.
Esta operación militar es la de mayor envergadura que ha llevado a cabo el Ejército israelí en Yenín, al norte de Cisjordania, desde la Segunda Intifada (2000-2005), e incluyó un operativo terrestre con un millar de soldados y ataques aéreos, que han causado al menos doce muertes, más de un centenar de heridos y 3.000 desplazados en menos de cuatro días.