Milei anuncia una "motosierra profunda" en 2025 para achicar el Estado en Argentina 

El Gobierno de Javier Milei cumple su primer año en el poder y el rastro que ha dejado en Argentina la "motosierra", como se conoce a los recortes aplicados por el presidente a lo largo de 2024, será aún más duro en 2025. Acompañado de sus ministros y su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia, el mandatario ha anticipado en un discurso televisado la líneas generales que van a marcar su segundo año en la Casa Rosada y que  apuesta por ahondar en el desmantelamiento del Estado.

"Este año ya conocieron la motosierra, pero consistió principalmente en revertir los excesos de los últimos años kirchneristas. Ahora se viene la motosierra profunda porque lo que tenemos que desandar son capas geológicas de organismos y funciones estatales injustificadas", ha dicho el mandatario en su habitual tono desafiante mientra anticipaba la eliminación de más organismos públicos para conseguir un "Estado más chico, más efectivo y más barato".

El presidente, que llegó a la presidencia argentina bajo la bandera del anarcocapitalismo, hizo un repaso de los "logros" de su primer año, entre los que destacó el cierre de diez ministerios, la supresión de más de 100 secretarías y subsecretarías o el despido de más de 34.000 empleados públicos. También se jactó de haber clausurado la agencia oficial de noticias Télam y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo. "Nos hemos acostumbrado a pensar al Estado nacional como una niñera que se tiene que hacer cargo de todo (…) Pero cuando un estado se arroga tareas que no le competen, destruye al sector privado y termina incumpliendo sus obligaciones más básicas”, afirmó un presidente que pasó por alto el aumento de la pobreza en Argentina.

Cierre del Banco Central y reforma fiscal

Entre las promesas más contundentes, Milei aseguró que “avanzará en el proceso del cierre del Banco Central” con el objetivo de acabar con la inflación “para siempre”. En esta misma línea, anunció que a partir de 2025 todos los argentinos podrán utilizar la moneda que prefieran en sus transacciones cotidianas, aunque aclaró que, “por ahora”, los impuestos seguirán pagándose en pesos.

El presidente también adelantó una reforma fiscal que promete “reducir en un 90% la cantidad de impuestos nacionales”. Según Milei, este cambio devolverá a las provincias la autonomía impositiva: “El año próximo veremos una verdadera competencia fiscal entre las provincias para ver quién atrae más inversiones”.

Sobre la economía, el mandatario afirmó que su Gobierno ha logrado una “recuperación cíclica” basada en la recomposición de salarios y jubilaciones, y en la devolución al sector privado del ahorro público, que cifró en 15 puntos del PIB. “Ese ahorro, que se dilapidaba, ha sido devuelto al sector privado, lo que generará inversión y consumo”, argumentó.

Tratado con Estados Unidos y cambios en el Mercosur

El mandatario aprovechó su intervención para anunciar una ambiciosa iniciativa comercial. “Nuestro primer objetivo será impulsar durante el próximo año un tratado de libre comercio con Estados Unidos, el tratado que debería haber sucedido hace 19 años”, enfatizó Milei.

Argentina, que acaba de asumir la presidencia pro tempore del Mercosur, buscará además flexibilizar las reglas del bloque. “Para acelerar la recuperación es fundamental romper las cadenas del comercio exterior que hoy nos asfixian, para poder exportar e importar más bienes y servicios de mejor calidad y a un mejor precio”, explicó el líder ultraliberal.

El presidente también adelantó que su Gobierno trabajará en una propuesta para eliminar trabas arancelarias dentro del Mercosur y reducir el arancel externo común, medidas que, según dijo, encarecen la vida de los ciudadanos sin aportar beneficios. “Argentina dejará de darle la espalda al mundo y volverá a ser protagonista del comercio mundial, porque no hay prosperidad sin comercio y no hay comercio sin libertad”, afirmó.

“Cuanto más chico el Estado, más grande la libertad”

En su discurso, Milei no escatimó en críticas a la “casta política”, los sindicatos, las organizaciones sociales y la prensa, a quienes acusó de intentar boicotear su gestión. “Decían que no teníamos la experiencia, la capacidad, el poder político necesario para cumplir nuestros objetivos (…) Así y todo, logramos estabilizar la economía y evitar la catástrofe a la que nos dirigíamos”, defendió el presidente, quien calificó las medidas de su Gobierno como “la reforma estructural más grande de la historia argentina”.

De cara a 2025, Milei prometió no dar marcha atrás: “Continuaremos eliminando organismos, empresas públicas y todo estamento del Estado que no debería existir”. También anunció reformas en el ámbito laboral, previsional, penal, político y de seguridad nacional. “Cuanto más chico el Estado, más grande la libertad”, sentenció.

Pese a los logros que enumeró, Milei evitó referirse al aumento de la pobreza, que ya afecta al 52% de la población, y a la indigencia, que afecta de manera desproporcionada a mujeres y niños. Según diversos analistas, las políticas del mandatario están profundizando las desigualdades en un país históricamente marcado por los altibajos económicos.

Con elecciones legislativas previstas para octubre, Milei confía en que el respaldo popular le permita continuar con su agenda de reformas. “Si pudimos hacer tanto con todo el mundo en contra, imagínense todo lo que podemos hacer con viento a favor. Podríamos ir el doble de lejos, el doble de rápido”, aseguró el líder de La Libertad Avanza, dejando claro que su “motosierra” no se detendrá.