España pide ayuda a la UE tras el 'sospechoso' negocio con Marruecos

La noticia se ha destapado hoy. Marruecos estaría exportando diésel a España procedente de Moscú, según informa El Mundo. Desde el pasado 5 de febrero, la Unión Europea y Estados Unidos prohibieron cualquier importación de crudo desde Rusia con motivo de la invasión en territorio ucraniano, aunque esta restricción no implicaba a Marruecos, que desde el comienzo del conflicto mantuvo distancias con ambos bloques.

El país vecino dejó de exportar petróleo hace ocho años y desde entonces se ha caracterizado por importarlo para uso doméstico. Pero todo cambió en enero de 2022, cuando comenzó a recibir gasóleo ruso -unos 7 millones de litros al día-, que habría sido exportado desde Marruecos a países como Turquía, Ghana y la región sur de África. De acuerdo con las informaciones, España habría cubierto un 10% de su demanda -unos 54 millones de euros- gracias al diésel importado desde Marruecos.

Al mismo tiempo, desde Rabat, se habría comenzado a exportar diésel a España, lo que supone un cambio en la postura tradicional entre ambos países, algo que ya mantiene en alerta a autoridades y voces autorizadas del sector energético.

El gobierno ya ha abierto una investigación

Por su parte, el Gobierno de España, a raíz de las informaciones publicadas por el medio citado, habría iniciado una investigación a cargo de Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica para esclarecer qué está ocurriendo, ya que esas importaciones chocarían frontalmente con la postura occidental respecto a las sanciones rusas.

Ribera ha anunciado hoy mismo que el Gobierno tiene "el compromiso de investigar qué está ocurriendo con la llegada de combustibles que, en principio, vienen con papeles que acreditan una procedencia correcta".

Además ha añadido que "ante la menor sospecha, corresponde investigar si esos papeles son correctos y si efectivamente los productos que importan son de donde dicen que son, o si bien son de otra procedencia y ha habido algún tipo de irregularidad".

Por su parte, también ha asegurado que tras las "primeras consultas", todo parece "estar en regla y que no proceden de Rusia", aunque ha asegurado que que "el gobierno estará atento" de todo lo que ocurra con este asunto.

Fuentes de su departamento aseguran que compartirán la información obtenida con los socios europeos y se mantienen en su línea de "reforzar la trazabilidad de todas las importaciones que llegan a la UE desde el origen". "Hemos de seguir siendo inflexibles en el cumplimiento firme de las sanciones contra el régimen de Putin", concluyeron desde el Ministerio.

Qué propone España

El gobierno solicitará que se establezca un certificado de garantía por parte de la Comisión Europea. "Un certificado no solo de los puertos, también de las refinerías de donde sale el producto o del exportador de las minas de carbón", explican desde el entorno de la vicepresidenta.

Además, sostienen que ese certificado debe contener información acerca del volumen, la fecha y todos los aspectos que puedan ser trascendentes, con el fin de evitar que ninguna importación que llegue a territorio de la UE contravenga las sanciones aprobadas contra Rusia.

En último lugar, el gobierno ha reiterado su compromiso, afirmando que "ante la menor sospecha, corresponde investigar si esos papeles son correctos y si efectivamente los productos que importan son de donde dicen que son, o si son de otra procedencia", apostillaron fuentes del Ministerio.

Cambio de política por parte de Marruecos

Este giro de guion protagonizado por Marruecos va ligado a un cambio en su lista de proveedores de diésel, ya que el país liderado por Mohamed VI llegó a tener como socio prioritario, de forma puntual durante el pasado año, a Rusia por delante de Arabia Saudí, uno de sus principales aliados en Medio Oriente.

Pero las sospechas de que a tierras españolas estaban llegando cargamentos de diésel procedente de Moscú ya fueron verbalizadas por el consejero delegado de Repsol durante la presentación de los resultados trimestrales de su compañía.

"Lo más triste es que, a pesar de las sanciones, el diésel de Rusia continúa en el mercado. Sigue estando en el mercado europeo y sigue estando en el mercado español. Por supuesto, hay varios destinos, Turquía, el norte de África... pero este diésel está llegando a la UE", alegó Josu Jon Imaz, que pidió que las autoridades europeas tomaran cartas en el asunto y fueran "firmes".