Los jóvenes de Marruecos asestan el golpe que más duele a Mohamed VI
El 55% de los jóvenes marroquíes de entre 18 y 29 años consideran emigrar debido a la difícil situación económica y la corrupción persistente
En los 25 años desde que Mohamed VI ascendió al trono de Marruecos el 23 de julio de 1999, el país ha experimentado numerosos cambios. Sin embargo, la pobreza, la corrupción y una economía debilitada siguen afectando a sus ciudadanos, especialmente a los jóvenes.
Así lo pone de manifiesto el último Afrobarómetro, publicado en junio, que revela que el 55% de los jóvenes marroquíes de entre 18 y 29 años consideran emigrar debido a la difícil situación económica y la corrupción persistente. Este porcentaje es significativamente mayor en comparación con el 35% de la población general. La pandemia de COVID-19, la guerra en Ucrania y el terremoto de septiembre de 2023 en Marrakech han exacerbado estos problemas, dificultando la recuperación económica del país.
Entre los principales motivos para emigrar, el 45% de los encuestados mencionan razones económicas, mientras que el 18% buscan oportunidades educativas y el 15% citan la corrupción. Además, el 11% desean reunirse con familiares en el extranjero. Es notable que el 53% de aquellos que consideran emigrar lo harían incluso sin los documentos necesarios, optando por vías ilegales.
En cuanto a los destinos preferidos, el 26% de los marroquíes eligen Estados Unidos, seguido de Francia y Canadá con un 23% cada uno. Italia y España son mencionados por el 22%, y Alemania por el 19%. Estos datos reflejan una clara preferencia por países occidentales en lugar de vecinos africanos.
Solo un tercio de los marroquíes creen que la economía de su país está en buen estado, una caída significativa desde el 66% en 2016. A pesar de un crecimiento del PIB del 3% en el primer semestre de 2023, la percepción general sigue siendo negativa. La corrupción sigue siendo una gran preocupación, con el 74% de los encuestados afirmando que prevalece en las instituciones del Estado.
A pesar de los desafíos, hay un leve optimismo respecto al futuro económico, con el 49% de los encuestados esperando mejoras en los próximos años. Sin embargo, la desigualdad económica sigue siendo un problema, especialmente en regiones desfavorecidas del este, centro y sur del país.