Los efectos del fin de las existencias soviéticas ponen en jaque a Rusia

El otrora extenso arsenal de Rusia de la era soviética, que ha servido para apuntalar su esfuerzo bélico en Ucrania, está disminuyendo. Los informes de inteligencia llevan meses avisándolo. Un hecho que podría afectar la capacidad de Moscú para continuar avanzando en el este del país, que invadió en febrero de 2022. 

El Kremlin ha dependido en gran medida de las reservas de la época de la URSS en cuanto a tanques, vehículos blindados y armas varias, para poder seguir adelante con sus ofensivas a lo largo de los cientos de kilómetros de líneas del frente en el país vecino, uno de los mayores retos de esta guerra.

Una gran cantidad de equipos más avanzados, como los tanques de batalla principales más nuevos, han sido destruidos, dañados o capturados en las fases iniciales de la guerra, después de que Moscú lanzara su invasión a gran escala que pensaba que sería rápida y en la que puso toda la carne en el asador. Los de Vladimir Putin han aumentado su gasto en defensa para expandir la producción de tanques y vehículos y ha recurrido a miles de vehículos almacenados para llenar los vacíos que dejan los ucranianos. 

Las reservas de tanques y vehículos blindados son claves para librar las batallas que se desarrollan en el este y noreste de Ucrania, al igual que los suministros de sistemas de artillería. Y para la supuesta ofensiva extra que EEUU o Alemania han dicho que podría lanzarse este verano. 

Pero varios expertos dijeron a The Economist en un artículo publicado ahora que para mediados o finales de 2025, la capacidad de Rusia para utilizar vehículos que han estado almacenados durante mucho tiempo habrá alcanzado un "punto crítico de agotamiento". Se dice que muchos de los tanques rusos T-72 han estado expuestos a los elementos desde la caída de la Unión Soviética a finales de diciembre de 1991 y probablemente han sufrido por ello. Ahora no aguantan mucho en acción. 

Es posible que las fuerzas rusas tengan que librar una batalla más defensiva en Ucrania para fin de año, dijo al citado medio Michael Gjerstad, analista del grupo de expertos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), con sede en el Reino Unido. El grupo de expertos de este tanque de pensamientos señaló ya en febrero de 2024 que Rusia ha podido reponer sus grandes pérdidas de tanques y vehículos en Ucrania, pero que gran parte del hardware que se dirige al frente "no es nuevo". Moscú a menudo sacrifica calidad por cantidad, añadió el grupo de expertos.

Según el recuento de Ucrania, Rusia ha perdido más de 8.000 tanques. Esta estimación es más alta que muchas cifras de inteligencia occidentales, que normalmente se ubican en aproximadamente menos de la mitad de esta cifra. El medio holandés de inteligencia de código abierto, Oryx, ha verificado visualmente 3.243 pérdidas de tanques rusos, pero enfatiza que es probable que la cifra real sea mayor.

El IISS estimó en febrero que Rusia había perdido al menos 3.000 tanques , y añadió en ese momento: "Para poner esto en perspectiva, las pérdidas de tanques en el campo de batalla de Rusia son mayores que el número que tenía cuando lanzó su ofensiva en 2022".

Según el informe del martes, Moscú también se enfrenta a la necesidad de reemplazar los cañones de los sistemas de artillería, como los obuses, que están en uso constante. Los cañones de las piezas de artillería esparcidos a lo largo de los puntos críticos de los combates deben reemplazarse cada pocos meses, dijo el medio, y Rusia tomó cañones de piezas de artillería viejas y remolcadas para fijarlos en obuses autopropulsados para el campo de batalla.

Ucrania ha perdido un número significativo de sus propios vehículos y piezas de artillería, aunque es difícil discernir el alcance de las pérdidas. Según las cifras de Rusia, Kiev ha perdido un total colectivo de más de 16.602 tanques y vehículos blindados y más de 12.000 piezas de artillería. Oryx calcula las pérdidas de tanques y vehículos blindados en poco menos de 3.500.