Las ciudades españolas que han sentido el terremoto de Marruecos
"Fueron unos segundos bastantes largos", comenta un vecino de Cáceres.
Emergencias 112 Andalucía ha registrado una veintena de llamadas desde las provincias de Huelva, Sevilla, Málaga y Jaén por el terremoto de magnitud 6,8 que sacudió este viernes la región septentrional marroquí de Marrakech, sin que se sepa de momento si se han producido víctimas o daños materiales en el país norteafricano. El Instituto Geográfico Nacional ha registrado que también ha habido movimientos de la tierra en Canarias, Melilla, Montecorto, Archidona y Pueblo de don Fadrique, aunque en algunos se produjeron horas antes del seísmo de Marruecos.
El 112 ha recibido llamadas que, en todos los casos, alertan de que se han producido movimientos de tierra en las citadas provincias, sin reportar daños por el momento en suelo andaluz aparte del sobresalto de los ciudadanos.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, siglas en inglés), que registra la actividad sísmica en todo el mundo, el terremoto se produjo a las 23.11 hora local (00.11 GMT del sábado) y tuvo su epicentro en la aldea de Adassil, situada al suroeste de la ciudad de Marrakech, capital de la región homónima, a una profundidad de 18,5 kilómetros
Marbella siente el mayor impacto en España
El movimiento de la tierra con mayor impacto ha sido registrado en Marbella, de 2,6 grados en la escala Ritcher. Sin embargo, este se ha producido en el mar y a una profundidad de 64 kilómetros.
En Jaén, Córdoba y Málaga han sido inferiores a los 2 grados, mientras que en las Islas Canarias, en el mar, se ha registrado entre las islas de Tenerife y Gran Canaria un movimiento de intensidad 1,8.
El terremoto llega hasta Extremadura
A la par que los territorios andaluces, la onda expansiva del devastador terremoto ha llegado hasta la ciudad de Cáceres. Usuarios de la ciudad han comentado la experiencia en redes sociales.
Un vecino de la avenida Virgen de la Montaña ha afirmado cómo se movían los muebles de su casa: "Empezaron a tintinear los pendientes y otros objetos que tenía en la mesita; encendí la luz y vi que se estaban moviendo, y en la cama sentí como si me mareara. Fueron unos segundos bastantes largos, al principio pensé que eran ruidos del piso de arriba".