Las armas regaladas por Kim Jong-un llegan rotas a Rusia
Ucrania sostiene que la mitad de los más de un millón de proyectiles de artillería enviados por el amigo norcoreano están defectuosos
Rusia no ha ganado la guerra de Ucrania en dos días, lleva ya dos años de contienda y no pasa de tener el 20% del territorio del país vecino. Aún así, ahora es quien lleva el mayor peso de la presión en las trincheras y está cosechando éxitos como el de Avdivka. Vladimir Putin, su presidente, se muestra triunfal en sus comparecencias públicas, multiplicadas ahora que se acercan las elecciones.
Pero hay detalles con los que los rusos no deben sentirse muy contentos. Por ejemplo, que la ayuda que les está llegando de sus socios, los outsiders que no están en el bloque aliado ayudando a Kiev, le está saliendo rana. Es lo que está pasando con el material enviado por Corea del Norte.
Según informan las autoridades ucranianas, la mitad de los más de un millón de proyectiles de artillería enviados a Rusia desde Pionyang están defectuosos. Lo ha desvelado Vadym Skibitsky, número dos de la Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania, la agencia de inteligencia de defensa también conocida como GUR. Según sus datos, el Kremlin había recurrido a su aislado vecino asiático para complementar su limitada producción de armas, pero con resultados agridulces. Unas declaraciones hechas a la agencia ucraniana Interfax, en vísperas del segundo aniversario de la invasión a gran escala de Rusia del pasado sábado.
"Hoy en día, si tomamos los datos estadísticos disponibles, los rusos ya han importado 1,5 millones de municiones de la RPDC", dijo Skibitsky, refiriéndose a la República Popular Democrática de Corea, o Corea del Norte. "Pero estas municiones son de los años 70 y 80. La mitad de ellas no funcionan y el resto requiere restauración o inspección antes de su uso", dijo el funcionario.
Kim Jong Un se beneficia "regalando" municiones viejas a Putin, al tiempo que exige un aumento de la producción en las propias plantas de municiones de Corea del Norte, según Skibitsky. Una situación de win-win. Pyongyang también ha podido pedir a Moscú ciertas tecnologías a cambio de su ayuda, incluidas aquellas que facilitarían su desarrollo de misiles y submarinos, añade. Una sospecha que también tiene la Inteligencia de Estados Unidos.
El citado funcionario ucraniano avanzó además que Corea del Norte “sin duda” estaba solicitando tecnologías relacionadas con su programa de armas nucleares, un hecho que agregaría más incertidumbres a las tensiones ya altísimas en la Península de Corea.
Tanto Rusia como Corea del Norte niegan haber traficado con armas, pese a que Estados Unidos y Reino Unido han entregado pruebas de ello a Naciones Unidas. Las fechas de los supuestos envíos de armas detectados por estas naciones coincidieron con la visita del presidente Kim al Lejano Oriente ruso en septiembre, cuando Putin lo recibió en el principal puerto espacial del país, el cosmódromo de Vostochny.
Fue allí donde se cree que ambos llegaron a un acuerdo para cooperar más estrechamente en asuntos de defensa y espacio. Pyongyang lanzó con éxito su primer satélite espía -con presunta asistencia técnica de Moscú- en noviembre.
Sin embargo, el ministro de Defensa surcoreano, Shin Won-sik, dijo a los periodistas el lunes que Corea del Norte había enviado alrededor de 6.700 contenedores a Rusia desde la cumbre, suficiente para albergar 3 millones de proyectiles de artillería de 152 milímetros o 500.000 proyectiles de 122 milímetros, según la agencia Yonhap News. A cambio, Pyongyang recibía alimentos y otras necesidades, incluidos materiales para la fabricación de armas, dijo Shin.
Aparte de los proyectiles de artillería, Rusia continúa produciendo sus propios cohetes y también dispara misiles balísticos de fabricación norcoreana, dijo Skibitsky.
La industria de defensa rusa todavía estaba luchando por superar su falta de acceso a componentes electrónicos fabricados en el extranjero (en gran medida cortados por las sanciones occidentales), lo que está afectando la calidad de los misiles utilizados por las fuerzas rusas, dijo el funcionario del GUR. No obstante, el conjunto es muy potente, ya que en seguridad y defensa las partidas de Rusia copan ya el 40% del presupuesto nacional, que es el 8% de la renta nacional. Cuando la URSS se desvanecía y la Guerra Fría aún era una realidad, los porcentajes eran similares. Lo nunca visto en décadas.
"A partir de los restos de los cohetes, podemos ver que los fabricados en el cuarto trimestre del año pasado están en uso ahora. Es decir, fueron fabricados en octubre, noviembre y se están utilizando directamente desde la línea de montaje", ahonda Skibitsky. "Pero también vemos que los cohetes ya no cumplen con las características declaradas. Es decir, la calidad está empeorando mucho", afirmó a su vez. Pese a esa calidad, es cierto que Rusia está pudiendo cubrir lo que quema o consume en el campo de batalla, algo que no le ocurre a Ucrania, desesperada por lograr más munición por parte de sus aliados occidentales.