La Policía despliega una operación contra Bolsonaro y su círculo por intento de golpe de Estado
Hay tres altos mandos militares y un asesor detenidos. Previamente, el juez de la Corte Suprema ordenó al exmandatario ultraderechista entregar su pasaporte en un plazo de 24 horas y le prohibió mantener contacto con otros investigados.
Una macroperación a gran escala acorrala al expresidente brasileño Jair Bolsonaro. La Policía Federal de Brasil ha desplegado un operativo contra el exmandatario y su círculo más próximo, un entorno conformado por exministros, militares y afines, por intentar dar un golpe de Estado para que el ultraderechista siguiese en el poder, a pesar de haber sido derrotado por el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Previamente, la Justicia ya había dado el paso para evitar cualquier posible movimiento o reacción, a través de la orden del juez Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema, para que Bolsonaro entregue el pasaporte en un plazo de 24 horas. También se prohíbe la comunicación del exmandatario con el resto de implicados en este dispositivo, que se extiende por una decena de estados de dicho país sudamericano.
El objetivo de esta operación a gran escala es lograr esclarecer si la serie de personas investigadas conformaron una"organización criminal" que procediese "en la tentativa de golpe de Estado" con la meta de "mantener al entonces presidente de la República en el poder" e impedir que el candidato elegido democráticamente pudiese tomar posesión del cargo.
Cabe recordar que Brasil vivió uno de los momentos más tensos de su historia política, a la semana siguiente de que Lula volviese al poder -ya había sido mandatario brasileño en el pasado-. Fue cuando tuvo lugar el triple asalto institucional de manifestantes bolsonaristas que irrumpieron en las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema causando numerosos desperfectos y después de que miles de afines al ultraderechista acampasen ante el Cuartel General del Ejército en Brasilia desde que se conoció el resultado de la segunda vuelta y, por ende, el fracaso de Bolsonaro. Reclamaban a los militares que diesen un golpe de Estado.
Tres militares y un asesor de Bolsonaro, detenidos
La prensa local ha informado ya de las identidades de varios de los investigados, entre los que hay tres militares y un asesor de Bolsonaro detenidos. En esta línea, la Policía Federal de Brasil ha registrado los domicilios de los exministros y generales del Ejército Walter Braga Netto, Augusto Heleno y Paulo Sérgio Nogueira. Todos ellos formaron parte de la administración de Bolsonaro entre 2019 y 2022 , y, a ese listado, hay que sumar el nombre del excomandante de la Marina Almir Garnier Santos.
Otro viejo conocido en este tipo de causas ha vuelto a ser objeto de la investigación. Se trata del exministro de Justicia Anderson Torres, bajo lupa por el antes mencionado triple asalto institucional. Además, el propio presidente del Partido Liberal (PL) de Bolsonaro, Valdemar Costa Neto, también está siendo investigado.
Con todo, la macroperación ya cuenta con las primeras detenciones. Se trata de tres altos mandos militares y un asesor de Bolsonaro. Concretamente, del asesor Filipe Martins y los coroneles del Ejército Marcelo Câmara y Bernardo Romão Corrêa Netto; así como Rafael Martins, mayor de las Fuerzas Especiales del Ejército.
La Policía apunta a que buscaban "legitimar una intervención militar"
La clave de la investigación sobre un caso que parecía haberse diluido en el tiempo -Bolsonaro pasó meses en Florida hasta regresar a Brasil- aúna desde las arengas y declaraciones sobre posible fraude electoral vertidas a incluso "legitimar una intervención militar".
La Policía sospecha que dicho grupo "se dividió en núcleos de actuación para diseminar" esas sospechas de fraude en las elecciones en las que Lula derrotó a Bolsonaro, quien buscaba la reelección, "antes incluso de la celebración de los comicios", una estrategia, apunta la investigación policial, que también buscó "legitimar una intervención militar".
En ese primer apartado relacionado con las presuntas sospechas de fraude, la investigación apunta a que trataron de construir un relato que arrojase incertidumbre sobre el resultado electoral, sembrando dudas sobre las urnas electrónicas. Las mismas que se emplean desde 1996 en cada proceso electoral sin fallo alguno. Las mismas que se usaron cuando Bolsonaro logró su triunfo electoral ante el Partido de los Trabalhadores (PT) cuatro años antes de perder ante Lula.
Pero esa solo sería la primera pata. La Policía apunta a un segundo grupo o núcleo de actuación que "consistió en la práctica de actos para subsidiar la abolición del Estado Democrático de Derecho, a través de un golpe de Estado, con apoyo de militares con conocimientos y tácticas de fuerzas especiales en un ambiente políticamente sensible".