La OTAN manda un mensaje a Putin: "Haremos lo que sea necesario"
Rutte estuvo presente en la base estadounidense de Clay Barracks, donde reveló cuál será el plan a seguir por los países de la Alianza respecto a Ucrania, y utilizó el escenario para mandar un mensaje de poderío y unidad ante Rusia.
El Secretario General de la OTAN, el neerlandés Mark Rutte, visitó el pasado lunes en una de las bases que tiene la Alianza en suelo estadounidense, Clay Barracks. Tal y como aseguró el máximo mandatario 'otanista', los países que forman parte de la OTAN no sucumbirán a las amenazas rusas, y continuarán apoyando en materia militar a Ucrania, según recogió la agencia alemana Reuters.
Según relató Rutte, en Clay Barracks se alberga la sede de una nueva misión denominada 'Asistencia y Entrenamiento de Seguridad de la OTAN para Ucrania' (NSATU, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es el de colaborar, gestionar y coordinar la ayuda que los países occidentales transfieran a Ucrania.
Por otro lado, Rutte señaló que se trata de un método de salvaguarda para proteger dicha ayuda ante posibles escenarios en los que determinados líderes políticos -principalmente Donald Trump, muy crítico con la actuación de la OTAN en Ucrania- llegue al poder y pueda cortar por completo el suministro de ayuda a Ucrania.
Pese a ello, algunos líderes políticos de los países de la OTAN creen que el impacto del traslado de la coordinación a la Alianza podría tener un impacto muy reducido. Más si se tiene en cuenta que EEUU es el principal miembro de la alianza y sobre el que recae gran parte del peso de la ayuda a Ucrania.
Durante su visita, Rutte también tuvo palabras de ánimo y agradecimiento para los soldados que se encuentran de forma temporal en la NSATU, y desveló que todo el personal militar de los más de 12 países que participan en la misión se trasladarán a un hangar cercano, en el que se unirán a las tropas ucranianas.
Se espera que la NSATU tenga una fuerza total de unos 700 efectivos, incluidas tropas estacionadas en el cuartel general militar de la OTAN, SHAPE, en Bélgica, y en centros logísticos de Polonia y Rumania.
Además, esta aparición publica sirvió a Rutte para trasladar una imagen de unidad y fortaleza en torno a la OTAN, y aseguró que "como la alianza democrática más fuerte de la historia, que reúne a mil millones de personas, estamos preparados para enfrentar cualquier amenaza. Nuestros adversarios nunca nos intimidarán".
Por último, señaló que las aspiraciones de la OTAN no son imperialistas, a diferencia de otros regímenes que sí pretenden imponerse en territorios y países ajenos y reiteró que "somos la OTAN, una alianza defensiva y no buscamos apoderarnos de territorios extranjeros", concluyó