La nueva OTAN congela el almacén nuclear de Rusia

La nueva OTAN congela el almacén nuclear de Rusia

Con la entrada de Finlandia en la OTAN en abril la Alianza ganó más de 1.000 kilómetros de frontera con Rusia. 

Un desfile militar en Kaliningrado.Russian Ministry of Defense/Handout/Anadolu Agency via Getty Images

Con la entrada de Finlandia en la OTAN en abril la Alianza ganó más de 1.000 kilómetros de frontera con Rusia. La esperada entrada de Suecia, que aún no ha ratificado su adhesión, significaría que por primera vez todos los países del flanco norte formarían parte del mismo bloque. 

Estos países nórdicos rompieron su neutralidad tras la invasión rusa de Ucrania. Turquía desbloqueó en julio la ratificación del ingreso sueco a la Alianza Atlántica. "Los líderes estadounidenses y nórdicos acogen con gran satisfacción la declaración del 10 de julio de 2023 de Suecia, Turquía y el secretario general de la OTAN, (Jens) Stoltenberg, y esperan que Suecia se incorpore a la OTAN lo antes posible", comunicaron entonces los asistentes a la Cumbre de Líderes Nórdicos y Estados Unidos. 

Así, los países coincidieron en que el ingreso de Finlandia y la futura adhesión de Suecia "reforzará la capacidad de la región nórdica de contribuir aún más a la seguridad de todos los Aliados de la OTAN".

El analista Paal Sigurd Hilde, del Instituto Noruego de Estudios en Defensa, ha explicado en una entrevista con El Confidencial que "todos los países del norte de Europa, excepto Rusia, serán miembros de la OTAN". Esta reflexión señala que un nuevo punto de choque entre el bloque y Moscú supondría una división que traerá cambios estratégicos en la región. Y esto podría cambiar las reglas del juego en el Báltico, que no beneficiaría en nada al Kremlin.

"La inclusión de Finlandia y Suecia permitirá su plena participación en los planes de defensa y otras actividades de la Alianza. Para los tres pequeños países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, este hecho resulta especialmente satisfactorio", explica Hilde. En caso de guerra, "la libertad de movimientos de la flota rusa del Báltico será muy limitada", ha declarado el analista. Sobre esto, extrae la siguiente conclusión: "La incorporación de los dos Estados nórdicos significará que la OTAN dominará el mar Báltico".

La amenaza desde Kaliningrado

Además, el experto ha recordado que desde el enclave de Kaliningrado, situado entre Polonia y Lituania, Rusia seguirá teniendo la capacidad de amenazar a los países de la OTAN con misiles de largo alcance. Kaliningrado, al igual que la península de Kola, es uno de los enclaves más importantes para Rusia en el flanco norte. 

En la región que limita con Finlandia, se encuentran las principales bases y puertos desde donde el Kremlin maniobra en el mar del Norte. En estas bases, Moscú concentra gran parte de su armamento nuclear, así como dos submarinos de propulsión nuclear de la clase Severodvinsk SSBN.

"En comparación con la OTAN, Rusia es mucho más débil en armas convencionales", ha analizado Hilde. "Por ello, las armas nucleares son muy importantes para disuadir a la Alianza. Dado que la guerra de Putin en Ucrania debilitará aún más a Rusia durante mucho tiempo, la importancia de sus armas nucleares crecerá", ha continuado. Y ha agregado: "Con ello, también aumentará la importancia de los SSBN que operan en el océano Ártico desde las bases de la península de Kola".

De producirse la adhesión de Suecia a la OTAN, todos estos recursos militares rusos quedarían mermados por la presencia mayoritaria de los aliados, según señala el mismo medio. Aunque Hilde recuerda que la influencia de la Alianza sería mayor "en el Atlántico Norte que en el Báltico". Además, el analista aclara que la incorporación de Suecia a la OTAN no supondría "una despedida definitiva de Rusia, sino un claro debilitamiento de su posición".