La 'ley ómnibus' de Milei navega en la indefinición, entre negociaciones y protestas
El recinto parlamentario fue escenario hoy de duros cruces entre oficialistas, aliados y opositores.
El complejo proyecto de 'ley ómnibus' que impulsa el presidente de Argentina, Javier Milei, navega en la indefinición este jueves, en su segunda jornada de duro debate en la Cámara de Diputados, en medio de negociaciones entre el oficialismo y sus aliados, y de protestas contra la iniciativa a las puertas del Congreso.
Luego de la maratoniana sesión de este miércoles en el pleno de la Cámara Baja, los diputados retomaron las discusiones al mediodía del jueves (15:00 GMT), sin que de momento se sepa si el debate continuará durante la madrugada o habrá un nuevo cuarto intermedio.
El recinto parlamentario fue escenario hoy de duros cruces entre oficialistas, aliados y opositores, primero por la represión que el miércoles sufrieron manifestantes de diferentes fuerzas políticas de oposición y de movimientos sociales cuando protestaban contra el proyecto a las afueras del Congreso.
Luego, se enzarzaron por sus diferencias respecto al contenido del proyecto y por el desarrollo que está teniendo su tratamiento parlamentario, con la oposición reclamando que todavía no han tenido acceso a la redacción de la iniciativa bajo debate con las modificaciones y los casi 300 artículos excluidos de la versión original, que tenía 664 artículos.
"La sociedad está viendo un espectáculo penoso, que es el que quiere el presidente Javier Milei. Es un juego peligroso para un momento en el que Argentina tendría que estar un poco más pacificada. Se están exacerbando los ánimos adentro y afuera. Nosotros tenemos la responsabilidad de no hacer el juego a un mesiánico que quiere esto y a un exoficialismo que quiere venganza", planteó la diputada Mónica Frade, del bloque opositor Hacemos Coalición Federal.
El proyecto de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos fue remitida por el Ejecutivo a finales de diciembre para ser tratado en sesiones extraordinarias y conforma el 'corazón' del programa de Gobierno de Milei, junto con el plan de 'shock' de ajuste fiscal y un decreto de necesidad y urgencia (DNU) con medidas de reforma, orientadas fundamentalmente a la desregulación de la economía, ambos presentados pocos días después del inicio de la nueva Administración -que asumió el 10 de diciembre.
La iniciativa demoró casi un mes en llegar al pleno de la Cámara Baja tras su paso por diversas comisiones parlamentarias y las intensas negociaciones que el oficialismo, con un peso ínfimo en el Parlamento, debió encarar con aliados y opositores en búsqueda de apoyos al proyecto.
Estas negociaciones llevaron al Gobierno a tomar la decisión de retirar el capítulo de reformas fiscales del proyecto y otros artículos que afectaban distintos ámbitos.
Sin embargo, permanecen artículos que han generado gran controversia, en especial aquel por el cual el Parlamento delega a Milei por un año, prorrogable a otro, amplias facultades que son propias del Legislativo en varios campos, incluyendo el económico, en virtud de la emergencia que vive Argentina, sumida en una grave situación fiscal, inflacionaria y social.
También los artículos que habilitan al Ejecutivo a privatizar cerca de 40 empresas estatales sin pasar por el Parlamento.
Estos puntos son incluso resistidos por muchos aliados del oficialismo, quienes en principio se mostraban dispuestos a votar a favor del proyecto en general pero no a convalidar ciertos artículos.
Medios locales indicaron que Milei notificó en la reunión de gabinete de hoy que no está dispuesto a hacer más concesiones y recortar más artículos de su iniciativa 'estrella'.
Aun así, hay todavía algunos puentes de conversación abiertos entre oficialistas, aliados y sectores opositores minoritarios.
Pero el clima se ha enrarecido del miércoles a hoy, no sólo en lo político, sino también en las calles, con crecientes encontronazos entre movimientos políticos y sociales de izquierda y las fuerzas de seguridad federales, que tienen la orden del Gobierno nacional de aplicar el nuevo protocolo para manifestaciones impuesto por la Administración Milei para evitar cualquier corte de calle.
Este jueves se vieron de nuevo escenas de forcejeos entre manifestantes y efectivos policiales, en medio de un desproporcionado operativo de seguridad en los alrededores del Congreso.