La fuerza aérea rusa entra en crisis absoluta

La fuerza aérea rusa entra en crisis absoluta

Casi todos aviones rusos son antiguos y se fabrican menos de los que son derribados. 

Su-34 fighter-bombers.Anadolu via Getty Images

La fuerza aérea rusa está en una grave situaciónadvierte WP Tech. Aunque sus pérdidas son proporcionalmente menores a las de las fuerzas terrestres, debe enfrentar una crisis absoluta por la prolongada degradación de su equipamiento y capacidades militares.

Incluso antes de que comenzara el conflicto con Ucrania en 2022, la Fuerza Aérea Rusa ya se encontraba en una trayectoria descendente. Su flota está formada principalmente por aviones viejos y las oficinas de diseño y las fábricas rusas no son capaces de suministrar reemplazos para los aviones fabricados durante la era soviética.

Se estima que actualmente Rusia posee unos 850 aviones listos para el combate. De ellos, entre 340 y 360 han sido fabricados después de 2010 (incluidos modelos como el Su-30, Su-34, Su-35 y Su-57, además de antiguos bombarderos estratégicos) y se consideran modernos y capaces de combatir eficazmente en hipotéticas confrontaciones con países de la OTAN.

Asimismo, de los cerca de 1.200 aviones que tiene en servicio, 550 están cerca del final de su vida, estima Maciej Szopa, experto de Defence 24. Estos vehículos, entre los que se incluyen los Su-24, Su-25, Su-27, MiG-29 y MiG-31, están muy desgastados, tras pasar muchas horas en el aire, llevando al límite su durabilidad estructural. Debido a este desgaste, e independientemente de los daños o pérdidas sufridas en batalla, Rusia necesitará retirar alrededor de 60 aviones solo este año.

Desafíos de producción

Ucrania calcula que Rusia usa unos 300 tipos distintos de aviones cada día, con lo que parece destinar la mayor parte de su flota al conflicto. En el primer semestre del año, las fuerzas ucranianas destruyeron al menos 12 aviones, y las pruebas fotográficas confirman estas pérdidas.

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En cambio, en 2022, la industria de defensa rusa fabricó 27 nuevos aviones de combate. En 2023, la producción se redujo a 24 y, a mediados de 2024, solo se habían producido seis nuevos aviones. Esto quiere decir que el número de aviones retirados y destruidos supera por mucho la capacidad de producción, lo que conduce a una disminución sistemática del potencial de la Fuerza Aérea rusa.