La Casa Blanca matiza a Biden y evita hablar de "bombardeos indiscriminados" en Gaza
Las familias de secuestrados por Hamás en la franja sí incrementan la presión sobre Tel Aviv y critican la "indiferencia" de Netanyahu.
La Casa Blanca matizó esta pasada noche las palabras del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y evitó hablar de "bombardeos indiscriminados" por parte de Israel en Gaza y de la necesidad de un cambio en el Gobierno israelí.
Al ser preguntado en una rueda de prensa una decena de veces sobre lo que dijo Biden, el portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, no pronunció las palabras "bombardeos indiscriminados" y se dedicó a intentar aclarar el mensaje del mandatario. "El presidente expresó su preocupación de que seguimos viendo bajas de civiles en Gaza", dijo Kirby.
El portavoz aseguró que Israel está "haciendo esfuerzos" para reducir el número de civiles muertos, pero insistió en que la Administración de Biden quiere ver "mejores resultados".
Biden pronunció sus palabras el martes durante un evento privado en Washington para recaudar fondos para su campaña de reelección. El mandatario advirtió de que Israel está perdiendo apoyo internacional por los "bombardeos indiscriminados" en Gaza, criticó al Ejecutivo israelí por ser el "más conservador de la historia" y opinó que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, debería cambiar de gobierno.
Sobre esto último, Kirby matizó que "el presidente sabe que Israel es una democracia fuerte y vibrante y que cualquier cambio de gobierno tiene que ser decidido por el pueblo israelí".
Previamente, en otra rueda de prensa, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, también fue preguntado por las palabras de Biden y respondió que el Gobierno estadounidense no ha emitido una declaración formal de que en Gaza se hayan cometido bombardeos indiscriminados.
"Creo que el presidente se refería al impacto de la campaña de bombardeos a gran escala que hemos visto, con miles de civiles asesinados", explicó Miller en una rueda de prensa.
El portavoz de la diplomacia estadounidense dijo que Washington comprende la "intención" de Israel de eliminar a Hamás, pero instó a las autoridades israelíes a que "tomen nuevas medidas para proteger a los civiles de cualquier daño".
Una presión muy sensible sobre Netanyahu
El foro de familias de secuestrados por Hamás en Gaza reclama al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que impulse negociaciones para liberarlos, cansadas de su "indiferencia".
"Estamos hartos con la indiferencia y el punto muerto" para negociar su liberación, expresó el Foro de Secuestrados y Personas Desaparecidas de Israel en un comunicado difundido la pasada noche hora local.
"Sentimos que cada noche es un ruleta rusa para asesinar rehenes" llevados por el grupo islamista Hamás a la Franja de Gaza, lamentaron las familias.
Los familiares expresaron su malestar por "el rechazo" del Servicio de Inteligencia Exterior de Israel, Mosad, a negociar en Catar un nuevo acuerdo para liberar rehenes.
A la vez que criticaron que no se haya atendido su petición para reunirse con el jefe de Gobierno ni con su ministro de Defensa, Yoav Gallant.
"Demandamos una explicación inmediata del primer ministro y los miembros de su gabinete y que acaben con el punto muerto en las negociaciones", subrayaron.
Israel ha confirmado que quedan 135 rehenes en Gaza en manos del grupo islamista Hamás y otras milicias, 19 de ellos ya fallecidos.
Entre los secuestrados en la Franja palestina desde el ataque de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre figuran 124 israelíes, 8 tailandeses, un nepalí, un tanzano y un franco-mexicano, según datos de la Oficina del Primer Ministro israelí.
Hasta ahora, fueron liberados 110 secuestrados, de ellos 86 israelíes y 24 de otras nacionalidades, cinco de ellos fallecidos.
La mayoría de los rehenes fueron liberados durante una semana de tregua que comenzó el 24 de noviembre, cuando Hamás entregó 105 rehenes, de los que 81 son israelíes y 24 extranjeros.
Catar, Egipto y Estados Unidos mediaron una tregua que duró siete días, del 24 al 30 de noviembre, y que incluyó la liberación de 105 rehenes de Hamás a cambio de 240 palestinos presos en cárceles israelíes.
Semanas antes el grupo ya había liberado a cuatro rehenes mujeres y el Ejército israelí rescató a una soldado cautiva cuando comenzó la incursión terrestre.
El grupo islamista advirtió el domingo pasado de que ninguno de los rehenes podrá ser liberado a menos que Israel acuerde intercambiarlos por palestinos presos en Israel.
El ataque del 7 de octubre provocó más de 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados que fueron llevados a Gaza.
Israel declaró el estado de guerra y lanzó una operación militar por aire, tierra y mar en el enclave palestino, donde ya suman más de 18.400 los muertos y al menos 50.100 los heridos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.