Indignante paliza a una periodista rusa en Chechenia
Ha sido atacada con palos, patadas y un antiséptico verde. Su abogado incluso presenta una herida por arma blanca.
La rusa Yelena Miláshina, la periodista más laureada del ilegalizado medio de comunicación ruso Nóvaya Gazeta, ha sufrido un brutal ataque en Chechenia, donde había viajado para asistir a un juicio, según han informado este martes sus compañeros.
“Varios hombres enmascarados golpearon brutalmente a Yelena y Aleksandr (Nemov, abogado que la acompañaba), les quitaron sus teléfonos, exigieron que los desbloquearan y destrozaron sus equipos y documentos”, ha denunciado Nóvaya Gazeta. Además, “les golpearon con palos y les dieron paradas”, según ha informado el medio.
El rotativo también señala que Miláshina, que tiene varios dedos rotos, fue rociada con un antiséptico verde y se desmayó varias veces después de la agresión, incluido en el hospital, donde fue trasladada. Y su abogado, Némov, incluso presenta una herida por arma blanca.
La defensora del Pueblo ruso, Tatiana Moskalkova, ha hablado por teléfono con la periodista y le ha prometido que el ataque será investigado de una manera “exhaustiva”. “Los responsables deben llevar un castigo”, ha asegurado Moskalkova.
Peskov califica el suceso como “un ataque muy serio”
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha detallado que el presidente Vladímir Putin ha sido informado sobre la agresión a Miláshina y Nemov, y ha afirmado que se trata de un “ataque muy serio” que requiere de “medidas enérgicas”.
Miláshina había viajado a Chechenia para asistir a la lectura de la sentencia de Zarema Musáeva, madre de unos activistas chechenos, acusada de agresión a un agente policial.
La periodista de Nóvaya Gazeta, especializada en temas de derechos humanos, no vive en Rusia desde febrero de 2022, cuando abandonó el país por amenazas de las autoridades chechenas.
Las amenazas que recibía Miláshina por su labor periodística (comparada con la que realizaba la asesinada Anna Politkóvskaya) fueron denunciadas previamente también por Amnistía Internacional.