Varios medios señalan a Hashem Safi al Din, primo de Hasán Nasrala, como su sucedor, pero Hizbulá lo niega
Se trata del jefe del Consejo Ejecutivo del grupo chií libanés, ampliamente reconocido como el número dos del movimiento político.
Suceder a Hasán Nasrala, líder de Hizbulá muerto en el bombardeo de Israel en Beirut, es una tarea urgente para el partido-milicia chií libanés. No dar relevo pronto es mostrar debilidad. Por eso en estas horas se multiplican los nervios y las filtraciones.
En las últimas horas, dos medios árabes de prestigio como Al Arabiya y Al Hadath han señalado que ese sucesor ya tendría nombre: el del clérigo Hashem Safi al Din, primo materno del secretario general del movimiento fallecido el viernes y, hasta ahora, jefe del Consejo Ejecutivo del grupo.
Sin embargo, Hizbulá lo ha negado, informa EFE, de acuerdo a una información divulgada en su canal de Telegram. “En respuesta a las noticias que han circulado en algunos medios sobre procedimientos organizativos dentro de la dirección de Hezbolá (...) queremos aclarar que las informaciones relacionadas no tienen importancia y no pueden ser consideradas válidas hasta que se emita un comunicado oficial”, ha asegurado la comunicación del grupo chií libanés.
Después de la muerte de Nasrala, en un ataque aéreo por parte de Israel sobre varios edificios de Dahye, un barrio al sur de Beirut, en el que se encontraba el cuartel general del grupo chií, la expectativa por quién será su sucesor crece constantemente con el recrudecimiento de los bombardeos en el Líbano y a los rebeldes hutíes en Yemen.
Safi al Din, como la mayoría de los altos cargos de Hezbolá, -organización considerada terrorista por Israel y Estados Unidos, pero no por la Unión Europea, que únicamente considera terrorista a su brazo armado-, fue designado terrorista en 2017 por el Gobierno estadounidense por ser "un miembro clave" del grupo, según una nota publicada entonces por el Departamento de Estado.
Nacido en 1964 en la localidad de Deir Qanun En Nahr, en el sur del Líbano, el religioso ha estado bien conectado desde sus inicios con la cúpula de Hizbulá y escaló posiciones rápidamente en su seno desde su nombramiento como miembro del Consejo de la Shura de la formación (órgano consultivo) en 1995. Como la mayoría de clérigos chiíes y altos cargos de Hizbulá, hasta 1994 realizó sus estudios islámicos junto a su primo Nasrala en las ciudades sagradas de Nayaf (Irak) y Qom (Irán), donde se encuentran las principales escuelas para todo aquel que aspire a convertirse en un Gran Ayatolá.
Safi al Din fue criado en el seno de una familia muy respetada en el sur del Líbano y su hermano Abdalá ejerce como el representante y portavoz de Hizbulá en Irán, el principal soporte del movimiento político y de su milicia armada.
De hecho, su conexión con la República Islámica adquirió un giro más personal después de que su hijo Reza se casara en junio de 2020 con Zeinab Soleimaní, la hija del poderoso comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní Qasem Soleimaní, quien fue asesinado en enero del mismo año por EE.UU. en un bombardeo selectivo en Bagdad.
Terrorista y líder
Safi al Din ejerce desde 2001 como jefe del Consejo Ejecutivo de Hizbulá, pero también fue designado por la organización como comandante militar en el sur del Líbano en 2010, una posición clave para liderar las operaciones contra Israel.
En vistas de su trayectoria, es considerado como el posible sucesor de Nasrala desde 2006, cuando Israel y Hizbulá libraron una breve guerra de alrededor de un mes. Ahora está por ver si se confirma o no en unos días. El debate debe ser muy intenso dentro del partido-milicia.
Al igual que Nasrala, ha aparecido en contadas ocasiones desde el inicio de los enfrentamientos fronterizos iniciados con el Estado judío hace poco menos de un año.
Una de sus últimas intervenciones públicas fue a mediados de septiembre, cuando condenó el asesinato a manos de Israel del máximo comandante de la milicia de Hizbulá, Fuad Shukr, en un bombardeo selectivo en los barrio del sur de Beirut conocidos como el Dahye, la misma zona donde Israel afirma que mató a Nasrala.
"El ejército que una vez se consideró legendario no ha logrado alcanzar sus objetivos a pesar de la continua destrucción masiva, asesinatos, hambruna y asedio", dijo entonces al considerar un fracaso las aventuras militares de Israel tanto en la Franja de Gaza como en el Líbano.