Francia da la razón a Marruecos y considera que su plan de autonomía para el Sáhara es la "única base" de solución
Macron rompe la tendencia histórica de París y sigue los pasos de países como España y Estados Unidos.
Francia considera que el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental es "la única base para lograr una solución política, justa, sostenible y negociada" y que además se ajuste a las resoluciones de la ONU.
Este es el mensaje del presidente francés, Emmanuel Macron, en una carta al rey de Marruecos publicada este martes con ocasión del 25 aniversario del acceso al trono de Mohamed VI, en la que reconoce que "el presente y el futuro del Sáhara Occidental se inscriben en el marco de la soberanía marroquí".
Aunque Francia no mantiene ninguna relación con el Polisario, Macron hace un llamamiento "a todas las partes a que se reúnan en vistas de una solución política, que está al alcance de la mano".
El presidente francés no lo dice explícitamente pero su apuesta en favor del plan marroquí de autonomía y en definitiva de la soberanía marroquí sobre la antigua colonia española significa que descarta la posible organización de un referéndum de autodeterminación, que es la reivindicación histórica del Polisario y de los refugiados saharauis que viven desde hace décadas en territorio argelino.
Detrás de este giro de París, que desde hacía años se decantaba por el plan de autonomía pero que no había ido tan lejos como para considerarlo "la única base" para terminar con el conflicto, está el papel que confiere a su relación bilateral con Marruecos, estratégica desde muchos puntos de vista.
También la constatación de los movimientos que se han producido en los últimos años en la comunidad internacional, con el apoyo inequívoco a Marruecos de socios tan fundamentales como Estados Unidos y España, pero también de países africanos.
Igualmente ha pesado el desarrollo económico que se ha producido en el Sáhara Occidental en los últimos años como resultado del esfuerzo inversor de Rabat, que controla la inmensa mayoría del territorio.
En su carta a Mohamed VI, Macron precisamente felicita esos esfuerzos de Marruecos e insiste en que "la continuación del desarrollo económico y social de esta región es un imperativo" y avanza que Francia va a respaldar ese movimiento "en beneficio de las poblaciones locales".
Porque el presidente francés pretende asentar la idea de que el plan marroquí de autonomía para garantizar su soberanía sobre el Sáhara Occidental es compatible con todo el trabajo de mediación llevado a cabo por la ONU.
A ese respecto, asegura que "apoya" la acción del secretario general de la ONU, António Guterres, y de su enviado personal para este conflicto, Staffan de Mistura, con vistas a lo que llama "un proceso de integración regional renovado, que favorezca la cooperación, la estabilidad y la prosperidad en el Magreb".
Una de las principales cuestiones que quedan abiertas con esta inflexión de París es la reacción que tendrá Argelia, principal soporte del Polisario, que la semana pasada ya puso el grito en el cielo al avanzar el giro que iba a dar Francia, que se lo había comunicado con la probable intención de tratar de evitar una crisis bilateral.
Macron confía en que la importancia para las dos partes de esa relación bilateral impida que se reproduzca la reacción que tuvo Argel de romper formalmente los contactos con España cuando hace dos años Madrid se alineó con el mismo plan de autonomía marroquí. También lo hizo anteriormente Estados Unidos.