Este es el bombardero para atacar Rusia en una supuesta Tercera Guerra Mundial
El Convair B-36 'Peacemaker' data de la Guerra Fría y sigue siendo el mayor avión de guerra estadounidense jamás creado.
La invasión rusa de Ucrania ha hecho que el mundo, desde aquella fatídica noche del 24 de febrero de 2022, se plantee con seriedad la posibilidad de que esta crisis pueda generar un conflicto mayor, una Tercera Guerra Mundial, que tan dura suena. No ha ido por ese camino el conflicto, enquistado pero focalizado en suelo ucraniano, por más que estén pendientes de él todos los estados fronterizos, los aliados de Kiev y quienes sufren la guerra híbrida lanzada por Moscú.
Sin embargo, la amenaza creciente lleva a un mayor interés por el ¿y cómo sería...?, si hablamos de una nueva contienda planetaria. Eso afecta al armamento, también, y por eso ha saltado de nuevo a los titulares una curiosidad: el bombardero que Estados Unidos tenía preparado para atacar Rusia en una supuesta Tercera Guerra Mundial.
El Convair B-36 Peacemaker, que así se llama el invento, data de la Guerra Fría y sigue siendo el mayor avión de guerra estadounidense jamás creado. Fue el mayor avión propulsado por motores de pistón fabricado en serie de la historia, en concreto.
El diseño empezó en 1941, el primer prototipo voló en 1943 y el primer avión de producción fue entregado en 1947. Sirvió en los años 50 y, aunque lleva más de siete décadas fuera de servicio, entonces se convirtió en el principal pilar de la disuasión nuclear de los Estados Unidos contra la Unión Soviética. Su formidable alcance de 16.000 kilómetros lo hacía único, ningún otro avión de la época era capaz de lanzar cualquiera de las armas nucleares del arsenal estadounidense sin repostar en vuelo. Todo un valor en tiempos inciertos. El último B-36 fue retirado del servicio en 1959.
Su historia, rescatada por medios como Galaxia Militar, es la del miedo a la pérdida, que nunca estuvo tan cerca como en la Segunda Guerra Mundial. El concepto del B-36 empezó con la exitosa propuesta de Consolidated Aircraft para cumplir un requerimiento que el USAAC emitió el 11 de abril de 1941 para construir un bombardero intercontinental, pesado y de largo alcance, que pudiera bombardear Alemania directamente desde las bases aéreas de EEUU, y aterrizar en una base aérea cercana de un país aliado o incluso regresar al mismo continente americano.
Dicho requerimiento estaba motivado en previsión a la eventualidad de perder Gran Bretaña como base avanzada si era invadida por la Alemania nazi. Los bombarderos estadounidenses tendrían que alcanzar Europa directamente desde América, para poder bombardear las ciudades de Alemania y luego, durante la Guerra Fría, la Unión Soviética, aunque esto nunca sucedió. El B-36 fue considerado necesario para llevar la guerra a Japón, su desarrollo continuó durante la Segunda Guerra Mundial, y entró en producción en serie durante la Guerra de Corea y la Guerra Fría. La idea era clara, construir un avión bombardero con capacidades de largo recorrido (trasatlánticas), que pudiera cargar mucho peso, para bombas y artillería.
Sus características
El avión estaba equipado con seis grandes motores radiales del fabricante Pratt & Whitney Wasp Major de 28 cilindros, con una hélice tripala de 5 metros de radio, refrigerados por aire y que entregaban una potencia de 3,860 caballos de fuerza (HP), cada uno, lo que le permitía alcanzar velocidades de hasta 707 kilómetros por hora (Vno) y un techo de servicio de 47,000 pies. Una joya de performance para la época. Dentro de sus características destaca, igualmente, el gran fuselaje de 50 metros de largo con una envergadura de 70 metros. Tan sólo el ancho del ala era de 2,3 metros, con una gran superficie alar, lo que otorgaba una gran sustentación a este avión que tenía un peso máximo al despegue de 186 mil kilogramos.
Los objetivos para los que fue creado, ciertamente, no se cumplieron, el Peacemaker nunca bombardeo Alemania y tampoco sirvió para un eventual bombardeo a la Unión Soviética. Aún así, es un avión construido en poco tiempo y que sirvió como un banco de pruebas para la industria armamentística posterior.