Una escalofriante propuesta del aliado de Putin pone en peligro a ucranianos y rusos
El jefe del Comité de Investigación de Rusia, Alexander Bastrikin, ha puesto la medida sobre la mesa.
Escalofriante propuesta de Alexander Bastrikin, jefe del Comité de Investigación de Rusia y uno de los principales aliados del presidente ruso, Vladímir Putin. Bastrikin ha puesto sobre la mesa la posibilidad de acabar con la moratoria de la pena de muerte en Rusia en casos de terrorismo.
El jefe del Comité de Investigación de Rusia ha citado al respecto como ejemplo el atentado de finales de marzo en la sala de conciertos Crocus City Hall de Moscú en el que casi 150 personas fueron asesinadas.
“Necesitamos considerar la posibilidad de levantar la moratoria sobre la pena de muerte. En algunos casos es necesario aplicarla”, ha subrayado Bastrikin durante una de las sesiones de un foro jurídico internacional celebrado en San Petersburgo, según informa la agencia rusa de noticias Interfax.
En ese sentido, Alexander Bastrikin se ha preguntado “si en la época soviética se podía imponer la pena de muerte por el asesinato de dos o tres personas”, por qué ahora los responsables de aquellos atentados solo recibirán un máximo de cadena perpetua.
Bastrikin ha dejado clara su postura al respecto definiéndose a sí mismo como un “partidario de la pena de muerte” desde una perspectiva humanista. “Creo que es muy humano condenar a la pena capital, a la ejecución al maniaco que ha matado a 70, 80, 100 personas”, ha expresado.
En cuanto a la forma jurídica de volver aplicar la pena de muerte, el jefe del Comité de Investigación de Rusia ha asegurado que es posible a través de un decreto presidencial, a diferencia de lo que defienden algunos juristas (entre ellos el presidente del Tribunal Constitucional, Valeri Zorkin) que señalan que es necesario modificar la Carta Magna.
Los ucranianos también estarían en peligro
Desde el Grupo de Protección de los Derechos Humanos de Járkov (KHPG) han recordado en un comunicado que “Rusia ocupa actualmente aproximadamente el 20% del territorio ucraniano y afirma que Crimea, así como las provincias de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, se han convertido en parte de la Federación Rusa (sin mencionar el hecho de que partes de esas provincias no están bajo su control)”.
En consecuencia, “los ucranianos también estarían en peligro de ser ejecutados, muy a menudo sobre la base de ‘confesiones’ extraídas mediante tortura y acusaciones falsas”, ha alertado el Grupo de Protección de los Derechos Humanos de Járkov.