El único barco que viene y va entre Cuba y EEUU lleva una carga que le libra del embargo
Mientras la comida se pudre en las bodegas de otros buques.
Contraste en el marco del embargo estadounidense a Cuba, una política de restricción al comercio de la isla bajo régimen comunista que dura desde finales de la década de los 50. Según recoge el digital 14yMedio, un carguero procedente de EEUU está teniendo más facilidad para acceder a puerto cubano que, por ejemplo, otros que portan una carga muy distinta.
Dicha información alude a la situación con el Linda D. Un buque de carga con rampa de desembarco que a fecha del pasado 1 de abril, arrastraba 21 trayectos entre EEUU y Cuba. Un hecho que choca con la realidad de otras embarcaciones, como el Balsa 88 o el Federal Nagara.
En esa línea, esas dos últimas embarcaciones, se pasaron dos semanas dando vueltas a la isla sin lograr acceso al puerto de La Habana. El primero tiene procedencia de Norfolk (Virginia, EEUU), mientras que el segundo partió de Argentina.
La clave, las cargas y su destino
A pesar de lo contradictorio por el embargo estadounidense, la realidad es que esta situación tiene que ver, precisamente, con la carga que llevan todas esas embarcaciones. El Balsa 88 portaba una carga de fosfato diamónico, un tipo de fertilizante concentrado y apto para todo tipo de cultivos, mientras que el Federal Nagara, que lleva bandera de las Islas Marshall estaba cargado con 40.000 toneladas de grano de Argentina.
Y ¿qué lleva el Linda D? Básicamente se dedica a la exportación de vehículos fabricados en EEUU, una de las salvedades que sí permite el Departamento de Tesoro estadounidense que llegue a Cuba. Entonces, ¿por qué no ocurre lo mismo con buques cargados de alimentos o con combustible, como ha pasado con el Eco Fleet, cargado con unos 260.000 barriles de diésel -Cuba arrastra una de sus peores energéticas desde hace meses, con importantes protestas ciudadanas- comprado a Túnez?
La explicación está, de nuevo, en la política del Departamento del Tesoro. Los empresarios estadounidenses tiene permitido la venta de productos a Cuba si cuentan con una licencia de dicho organismo, pero con otra condición. Lo que vaya a ser vendido antes debe ser pagado desde la isla. Por adelantado y en efectivo. La realidad es que el Gobierno cubano siempre atraviesa problemas de liquidez al no poder acceder a créditos internacionales -sí, por el embargo- o mecanismos similares. En el caso de los vehículos que llegan a Cuba desde EEUU, estos son adquiridos por particulares que previamente han sufragado el pago de los coches.