El ultraliberalismo argentino, entre la Casa Rosada y el balotaje 

A pocas horas para que se abran las urnas para los 35 millones de argentinos que están llamados a votar. Los sondeos de estas elecciones generales dan como vencedor al ultraliberal o como él se define "anarco-capitalista" Javier Milei.

Las últimas encuestas publicadas para esta primera vuelta acercan al economista Javier Milei a la Casa Rosada con un 34,6%. Le sigue el peronista Sergio Massa con cuatro puntos menos, un 30,4% del electorado. Y Patricia Bullrich que se mantiene sobre el tablero con el 26,1% de la intención de voto.

Aun así, para el liberal ortodoxo, "si no alcanzase el 45% de los votos o el 40% con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo más votado, se daría un balotaje y tendría que ir a segunda vuelta con el adversario que le siga en segundo puesto", sañala a El HuffPost el profesor de Comunicación Política y Tecnología de la información en la universidad Nacional de Quilmes y la universidad de Buenos Aires, Martín Becerra.

La andadura de Milei estos últimos 15 años en los medios le ha valido fuertes relaciones con muchos grupos económicos argentinos y con el establishment social de Argentina.

El animal televisivo ha conseguido acaparar todas las cámaras, una de sus intervenciones más señaladas es una del economista vestido de cuero y cantando "soy el león, soy el rey del mundo, toda la casta es de mi apetito" refiriéndose a sus adversarios políticos.

Sus eslóganes populistas contra "la casta política" y sus ideas radicales como permitir que los ciudadanos vendan sus órganos le otorgaron la primera gran victoria en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto. Un resultado que vaticinaba los últimos sondeos de las generales. 

La coalición de Milei, La Libertad Avanza, consiguió el 30,1% de los votos. Seguido de la coalición de Juntos por el Cambio, que sumaba los votos de Bullrich y su rival interno, Horacio Rodríguez Larreta, con un total del 28,3%. Y el peronismo de Massa, que alcanzó el peor resultado desde las primarias de 2011, con el 27,2%.

El economista ha conseguido romper con el espectro bipartidista del marco electoral argentino en tres tercios. "Una inercia que venía de hace muchos años de peronismo y contraperonismo", indica Becerra. 

La pose de este histriónico personaje, negacionista climático, antiabortista y que cree en la libertad para portar armas, intenta asemejarse a los ideales de los líderes que se sitúan en el ala más conservadora de la política global, figuras como Trump, Bolsonaro o Abascal. 

Para el profesor de comunicación política, el discurso de Milei no le importa a su electorado, "él puede decir lo que quiera, el elector es más bien que está harto de la economía de Argentina. Y este estado de descontento de los votantes con los anteriores gobiernos, como el de Macri, o el del actual presidente Fernández, Milei lo capitaliza, pero no le votan por su ideología." 

Es un liberal ortodoxo y minarquista su idea es dinamitar el estado. "Los principios de justicia social donde hay una necesidad nace un derecho, esos principios de las políticas públicas de la Argentina para él es una aberración", apunta Becerra.

Él pretende hacer un ajuste de la economía con una reducción de la inversión pública para disminuir la competencia del estado y privatizar empresas del estado y que alguna es superavitaria. Milei cree que el Estado solo debe dedicarse a la seguridad y la justicia.

Este animal televisivo "defiende y hace apología del terrorismo causado por la junta militar y los funcionarios de la última dictadura. También se sabe que su candidata a vicepresidenta, Victoria Villaruel que ha visitado a Videla en la carcel", el que fue dictador de Argentina entre 1976 y 1978. 

La quema del Banco Central Argentino

La población argentina ha vivido estos últimos cuatro años bajo un gobierno peronista que ha duplicado la inflación hasta el 115,6%. Una situación que hace que el discurso de Milei lo soporte todo.

Por ese lado, el economista ha aprovechado para dirigir al público una serie de ideas ultraliberales con las que pretende frenar la inflación. La 'dolarización' y "quemar" el banco central argentino. 

El postulado como presidente del ala más conservadora, reivindica a Carlos Menem, el que fue presidente en los años 90, como un salvador al dolarizar la economía. Más allá de que "la moneda estuvo atada al dólar, porque Menem creo una paridad entre peso-dólar, no hubo una dolarización, existía el Banco Central y emitía pesos, pero esta situación condujo al país a la crisis de 2001", destaca Becerra. 

Una de las situaciones que dio la crisis del 2001 en Argentina fue el llamado 'corralito', las personas que tenían sus ahorros en el banco los intentaban sacar para poder intercambiarlo por dólares, pero los bancos no tenían la capacidad de devolver a todos los ahorradores su dinero. 

Si es cierto, que muchos de los votantes que se estrenan son una juventud que vivió su niñez bajo la sombra del 'corralito', "cuando superas el 25% de los votos, ya no se puede hablar de un único votante. El voto es transversal, aunque por supuesto hay una mayoría del electorado varón, joven, entre 30 y 45 años, y que tienen trabajos de economía informal (reciben su salario en 'B')", ha señalado el profesor de Comunicación Política. 

El electorado católico

Es contradictorio, "si fuera un liberal a ultranza, como él se presenta en sociedad, que todo es cuestión de mercado, hasta el punto de defender la compraventa de órganos, debería permitir que haya aborto", puntualiza Becerra. 

La idea de prohibir el aborto muestra "su costado más conservador" y le acerca al electorado "evangelistas que tienen mucha fuerza", ha añadido el politólogo. También podría ayudarle con el voto de los creyentes católicos, pero Milei es crítico con el Vaticano y el Papa Francisco.

Es tal, la repulsión que tiene a la iglesia católica que uno de los principales oradores, de La Libertad Avanza, se pronunció hace unos días sobre la intención de la coalición de que se corten las relaciones de Argentina con el Vaticano.