El último cambio en Europa podría ser un paso atrás para Ucrania
Puede perder un apoyo importante.
El miedo se ha instaurado en Ucrania después de la victoria lograda por el ultraderechista Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) con un 29% de los votos. Es la primera vez que tiene opciones reales de gobernar, aunque necesitará una coalición en la que la clave es si el conservador Partido Popular (ÖVP), su único socio posible, aceptaría ceder la presidencia del Gobierno al líder ultra, Herbert Kickl.
Unos de los aspectos que podría haber llevado al FPÖ al poder fue su rechazo a la inmigración, lo que podría ser malo para Ucrania. Austria ha acogido a unos 78.000 refugiados ucranianos, cuya situación se podría complicar si gobierna Kickl.
El líder del FPÖ afirma en su programa que solo quiere conceder prestaciones sociales a los ciudadanos austriacos y pretende impedir la entrada de refugiados en Austria.
Postura a favor del Kremlin
Respecto a la postura directa en la guerra entre Rusia y Ucrania, el FPÖ ha mantenido frecuentemente posiciones pro-Kremlin durante la última década. Por ejemplo, defendió la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia en 2014 y algunos miembros influyentes del partido incluso actuaron como "observadores electorales" que afirmaban que el referéndum celebrado en Rusia era legítimo.
En 2016, el FPÖ firmó un pacto de cooperación con el partido Rusia Unida de Putin. Además, el año pasado, los miembros del partido se retiraron cuando el presidente ucraniano, Volodímir Zelenksi, se dirigió al parlamento austríaco a través de una conexión de vídeo.
La falta de voluntad del FPÖ de apoyar a Ucrania también se reflejó en algunas de sus acciones de campaña en las elecciones recién celebradas, como la intención de detener las sanciones de la UE contra Rusia y dejar de contribuir al Fondo Europeo de Paz, cuyos fondos se utilizan para apoyar a Ucrania.