El trigo de Rusia cambia las reglas en Marruecos
Moscú cuenta con un gran factor a favor que no tiene ningún otro país.
Si algo dejó claro el inicio de la guerra es que la dependencia mundial del grano ruso es un hecho. La nación liderado por Putin logró hacerse con el título de país líder en exportar grano en el año 2016, quitándole ese honor a Estados Unidos.
"Rusia garantiza alrededor de un cuarto de las exportaciones mundiales de trigo", asegura Sebastien Abis, autor de Geopolítica del trigo a Atalayar. Según Abis, la relación de dependencia de una gran parte de países al norte de África como Marruecos o Egipto, y otros como Turquía, les obliga a buscar soluciones para que la vía del Mar Negro continúe abierta para lograr el producto a precios más asequibles.
Desde Ankara, Erdogan ya afirmó que, junto a la ONU está trabajando en una serie de propuestas para reanudar el acuerdo del cereal del mar Negro, algo fundamental para su economía y abastecimiento.
La guerra le dio una nueva dimensión al grano
Con el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, y como consecuencia los desorbitados precios en primavera de 2022, se confirmó que Rusia era el 'gran capo mundial' del trigo, y más teniendo en cuenta que su único 'rival' en producción era Ucrania, que se estima, habrá perdido un cuarto de su campo cultivable desde el estallido del conflicto.
Todo ello sitúa a Rusia como la gran dominante -y por mucho- del trigo mundial. Por ello, Rusia buscó nuevas vías para dar salida a su producción, estableciendo nuevas relaciones comerciales en África.
Durante esta temporada (2023-24) "el mundo espera que 45 millones de toneladas de trigo ruso lleguen al mercado", indica David Laborde, director de la división de economía de la ONU para la Alimentación y Agricultura (FAO).
Pero estas cifras se presentan insuficientes para las estimaciones de consumo planteadas -unos 20 millones menos-, debido a las malas cosechas en Canadá y Australia como consecuencia de efectos climáticos adversos.
Marruecos cambia sus normas
Este posible 'desabastecimiento', unido a las sanciones occidentales a Rusia, ha hecho que el Kremlin tenga que buscar otros socios comerciales para dar salida a su trigo, de modo que, tras el fin del acuerdo del grano del mar Negro, Moscú decidió entregar trigo de forma gratuita a seis países africanos y aplicar tarifas preferenciales como en el caso de Egipto.
En este momento entran en juego los llamados como importadores neutrales, como ocurre con el ya mencionado Egipto y Turquía, que son -por mucha diferencia- los países que más trigo importan, con un 80% en el caso del país africano, mientras que el asiático lo utiliza para revenderlo a otros países asiáticos o africanos.
Todo este panorama hace que, como indica Abis, las rutas comerciales establecidas por Rusia "no sean lógicas". Y en este caso podemos encontrar un ejemplo en Marruecos o Argelia que, desde siempre han sido importadores de Francia y actualmente y con el objetivo de 'no enfadar a Rusia', han optado por adquirir el trigo a Moscú, si bien es cierto, en unas condiciones algo más beneficiosas con respecto al trigo francés.