El testimonio del anestesista español evacuado desde Gaza: "Nuestra alma se ha quedado en esa jaula inhumana"
Raúl Incertis, miembro de Médicos Sin Fronteras, cuenta su situación y la que queda en la Franja, de donde fue rescatado a comienzos de semana.
"Nuestros corazones y nuestra alma se han quedado en esa jaula inhumana en la que se ha convertido la Franja de Gaza". Son las primeras palabras públicas que emite Raúl Incertis, anestesista de Médicos Sin Fronteras que fue el primer español evacuado desde Gaza.
En un vídeo publicado por su oenegé, reconoce que está "descansando en un lugar seguro" desde el que "pronto" volará hacia España, después de haber pasado días "con frustración, impotencia, y con una sensación de escándalo apabullante por lo que estábamos presenciando"
Para el miembro de MSF, el bloqueo y los bombardeos sobre Gaza son un "castigo colectivo, cruel y desmedido, que debe terminar ya". "Los palestinos están insuficientemente alimentados, están pasando sed y están pasando enfermedades infecciosas por culpa de las condiciones higiénicas".
"Estuvimos en un campo de desplazados junto con otros 35.000 desplazados del norte, y muchos de ellos se nos acercaban porque nos querían contar por lo que habían pasado. Recibimos relatos de padres que habían perdido a sus hijos, de hijos que habían perdido a sus padres, de pérdidas de hermanos, de pérdidas de abuelos y de pérdidas de vidas humanas, en definitiva". "También en un refugio de la ONU habilitado como zona desmilitarizada, en la que teóricamente no deberían de haber caído bombas cerca. Pero no fue el caso, ni es el caso, porque cayeron muchas bombas cerca matando a la gente que estaba fuera del refugio, a escasos metros del refugio. Y amedrentando a la gente que estaba dentro", prosigue.
Incerti recuerda cómo en ese punto "miles de personas se abalanzaban sobre camiones de ayuda humanitaria, desesperados por conseguir un saco de harina". Una situación que, insiste, es "insostenible". "No se puede aguantar más. Más de la mitad de los hospitales están inoperativos y la cuenta va creciendo cada día. La cantidad de material que está entrando es insuficiente. Es una aguja en un pajar".
En su vídeo, el médico español confiesa que en Gaza "la vida diaria de nuestros compañeros ahora es no saber si les va a caer una bomba encima o no". Pese a la salida de ciudadanos internacionales, Médicos Sin Fronteras continúa trabajando en la Franja de Gaza, con compañeros "haciendo lo imposible" por ir a trabajar a los hospitales, "aunque ello signifique dejar a sus familias varias horas o incluso días en los campos de desplazados, donde hay miles de personas en condiciones higiénicas muy difíciles". E
"Estos mismos trabajadores, cuando acaban sus jornadas de trabajo, que a veces son de siete días, se encuentran con la dificultad de no poder regresar a ver a sus familias en los campos de desplazados porque las carreteras han sido dañadas o porque los bombardeos son activos y es muy peligroso".
Por todo ello, llama a nivel corporativo y personal a que "acabe esta barbarie que está diezmando y mutilando el alma y los cuerpos de personas, de niños que no tienen la culpa de nada". Pero también a la entrada de más ayuda.
"Hacemos un llamamiento para que por favor dejen entrar más camiones de ayuda, porque los camiones que entran ahora son totalmente insuficientes. Y que dejen entrar a más personal médico y humanitario desde afuera. Y, como último llamamiento, añade, pide "que dejen a los palestinos salir de Gaza, de ese cuello de botella horrible, de esa ratonera en la que los han metido y en la que están muriendo".