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El primer ministro de Francia propone un Gobierno de coalición sin Le Pen ni Mélenchon

El primer ministro de Francia propone un Gobierno de coalición sin Le Pen ni Mélenchon

La intención, según ha anunciado François Bayrou, es la de formar su Ejecutivo "durante el fin de semana".

El Primer Ministro de Francia, François Bayrou.Sarah Meyssonnier

El recién nombrado primer ministro de Francia, François Bayrou, ha tendido la mano al resto de formaciones políticas del país para impulsar un gobierno de coalición con participación de todos los partidos, a excepción de La Francia Insumisa (LFI) y de Agrupación Nacional (AN), y así asentar una mayoría en la Asamblea Nacional que dé estabilidad política al país tras los acontecimientos de los últimos meses.

Bayrou se ha reunido este jueves en su oficina del hotel Matignon con hasta una treintena de representantes políticos, incluidos los presidentes de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, y del Senado, Gérard Larcher. En la cita han quedado fuera el líder de LFI, Jean-Luc Mélenechon; y la líder de AN, Marine Le Pen, pues sus formaciones nunca han ostentado el poder ni ocupado puestos en el Gobierno.

Así, el primer ministro ha ofrecido a los asistentes dos propuestas clave para su gobierno, como son una "oferta pública de participación" y el compromiso de reabrir durante un periodo de nueve meses las conversaciones con partidos políticos y agentes sociales para derogar la reforma de las pensiones de 2023, la que tanto la izquierda como los de Le Pen quieren derogar.

Según informaciones recogidas por la cadena de noticias BFMTV, el primer ministro se ha comprometido a abordar estos asuntos y que, sin en el mes de septiembre del año que viene, no se ha llegado a ningún acuerdo, volverá a regir la reforma aprobada en 2023. Los socialistas, presentes en la cita, ya manifestaron la semana pasada que la derogación de esta reforma era su principal condición para apoyar a Bayrou.

Con todo esto, Bayrou ha afirmado más tarde en una entrevista para la cadena France2 su intención de formar gobierno "durante el fin de semana" pero que, si no es posible, espera hacerlo en todo caso "antes de Navidad". Previamente un diputado comunista, asistente a la reunión con los representantes políticos, había adelantado ya que el primer ministro había confirmado estas intenciones durante la cita.

Este mismo diputado ha asegurado que Bayrout ha expuesto a los partidos tres alternativas: "Volver al Gobierno (...) No estar en el Gobierno pero apoyarlo (...) o estar en una oposición radical". Sin embargo, ha asegurado que su partido está en un cuarto escenario, que es el de hacer una oposición real y constructiva.

Por su parte, el secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, se ha mostrado "muy descontento" tras la reunión y ha aseverado que el primer ministro "no ha dado ningún motivo" para no impulsar una moción de censura en su contra. Los principales partidos de izquierda --enmarcados dentro de la coalición Nuevo Frente Popular (NFP), la principal fuerza parlamentaria-- han asegurado que propondrán mociones de censura contra todo aquel primer ministro que no sea de su cuerda.

En la misma línea, la secretaria de los Ecologistas, Marine Tondelier, ha subrayado que su formación --también parte del NFP-- "siempre" estará del lado de "las soluciones", pero se ha declarado "muy preocupada" por la situación. Además, ha acusado a los centristas y conservadores de "no querer soltar el poder" y "obstaculizar" la formación de un nuevo gobierno encabezado por un primer ministro progresista que satisfaga las demandas de la Asamblea.

Involucrar a La Francia Insumisa y a Agrupación Nacional

Bayrou anunció esta reunión en la víspera y ya entonces uno de los asuntos más destacados fue la ausencia de LFI y AN en la invitación. El primer ministro se justificó apuntando que en el encuentro tan solo estarían presentes aquellos líderes de formaciones políticas que en algún momento hayan ostentado el poder o al menos hayan integrado el gobierno.

Así pues, y a pesar de no invitarles a la reunión, Bayrou ha incidido en que "esta no es razón para excluirlos de la vida nacional", y se ha comprometido a "encontrar formas de involucrar" tanto a los de Mélenchon como a los de Le Pen "en el trabajo que hay que hacer".

Bayrou fue nombrado hace menos de una semana pero, en este tiempo ya ha recibido críticas desde la izquierda y la derecha política por la "vaguedad" de sus intervenciones y por su gestión del desastre en el departamento de Mayotte, un archipiélago en el Índico azotado por el ciclón 'Chido', que deja al menos 30 muertos aunque se temen decenas más.

De hecho, en torno a dos tercios de la población francesa considera los primeros días de Bayrou en el Gobierno como "insatisfactorio", según la última encuesta de opinión. El mismo porcentaje considera que el mandatario se equivocó al acudir a un consejo municipal en Pau, localidad de la que es alcalde, cuando se conocían ya los primeros daños por el paso de 'Chido' en Mayotte.

El primer ministro fue la elección del presidente Macron, que se decantó por alguien de su cuerda para sustituir a Michel Barnier, que fue expulsado del cargo apenas tres meses de tomar posesión tras salir adelante una histórica moción de censura en su contra presentada por la coalición del Nuevo Frente Popular y respaldada por los de Le Pen.

Ahora el primer ministro ha asegurado que no recurrirá al artículo 49.3 de la Constitución, que permite aprobar medidas legislativas si se supera una moción de censura, a no ser que se de una situación de "bloqueo absoluto" en la Asamblea. "Quiero que tengamos el máximo diálogo posible", ha remachado.

En vistas de que el NFP, el bloque con más representación en la Asamblea Nacional, ha advertido de que propondrá mociones de censura contra todo aquel primer ministro que no sea de su cuerda; Bayrou busca ahora ganarse socios en el Parlamento para sobrevivir al rechazo de la izquierda.