El primer Consejo de António Costa: Ucrania, Oriente Medio y el papel de Europa en el mundo
Sánchez se verá en Bruselas con su homólogo ucraniano, Zelenski, para garantizarle que el compromiso de España con su causa sigue "firme e intacto".
António Costa es ahora el dueño de la campana y hoy será la primera vez que la haga sonar para pedir orden a los líderes de los Veintisiete. Arranca en Bruselas el primer Consejo Europeo de la X legislatura y con el portugués en la presidencia de la institución, una cita en la que la política exterior estará arriba en la agenda: Ucrania, Oriente Medio y el papel de la Unión Europea en el mundo serán los debates centrales, a los que se sumarán la inmigración o la resiliencia.
Este jueves, cuando arranque a las 10 y media en encuentro entre los mandatarios, será la invasión rusa de Ucrania el primer asunto que traten. Por ser una cita especial, con el estreno de Costa, y además poner cierre a un año muy duro en la contienda, estará en la capital comunitaria el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien tendrá también encuentros bilaterales con algunas naciones, como España. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se verá con él para decirle que el apoyo de Madrid se mantiene "firme e intacto" y prometerle que España "seguirá trabajando por afianzar" la unidad europea que está siendo "clave" para arrostrar a Rusia.
Como expone Costa en la carta de invitación a los estados, el conflicto ocupa un "lugar central" en este Consejo, porque hay que conocer de primera mano los "últimos acontecimientos" (como el avance de los frentes en el este y el sur de Ucrania a la ofensiva en suelo ruso, en Kursk, o la nueva doctrina nuclear de Moscú, por ejemplo) y ver la forma en que la UE puede seguir ayudando a Kiev.
Esa mano tendida, garantiza el que fuera primer ministro de Portugal, estará "el tiempo que sea necesario" hasta "derrotar la invasión rusa" y "hacer prevalecer el derecho internacional". Europa tiene que mandar en este Consejo un mensaje "unificado e inequívoco", en un momento en el que crecen las amistades comunitarias con el Kremlin, de Hungría a Eslovaquia, pasando ahora por Rumanía, y en el que desde Estados Unidos su presidente electo, Donald Trump, presiona para tener una solución negociada con Vladimir Putin. De la posibilidad de ir a una mesa de negociaciones, por cierto, nada dice Costa en su misiva. Sólo que se compromete con una paz que ha de ser "integral, justa y duradera".
"Rusia no debe prevalecer", se lee en el borrador de conclusiones previsto para la cumbre. Los líderes subrayarán, asimismo, que los activos de Rusia deben permanecer inmovilizados hasta que cese su guerra de agresión contra Ucrania y le compense por los daños causados.
Esta semana, se ha anunciado una nueva ola de sanciones europeas dirigidas a decenas de funcionarios, entidades y buques rusos vinculados a la guerra en curso en Ucrania. Esta medida amplía de Bruselas busca frenar el apoyo a la maquinaria de guerra de Moscú y, al mismo tiempo, penaliza a los actores extranjeros que ayudan a las actividades militares y comerciales de Rusia.
La lista de sanciones incluye a 54 personas y 30 entidades, entre ellas funcionarios gubernamentales, empresas y una flota de barcos fantasma que transportan petróleo y gas rusos y granos ucranianos robados. Por primera vez, además, la UE apunta directamente a ciudadanos y empresas chinas, acusándolos de suministrar piezas de drones y componentes electrónicos a Rusia.
Hasta la fecha, la UE y sus Estados miembros han aportado unos 124.000 millones de euros en ayuda a Ucrania, según datos del Consejo, pero no es suficiente. En cuanto a apoyo militar, los dirigentes examinarán en estos dos días los avances en la entrega de sistemas de defensa aérea, municiones y misiles, así como la dotación de la formación y el equipamiento necesarios a los soldados ucranianos.
Para ayudar a Ucrania a prepararse para el invierno y más allá, hay que debatir además cómo reforzar el sector energético y otras infraestructuras civiles del país, que Rusia ha atacado deliberadamente y cada vez más. "La UE está dispuesta a aumentar la presión sobre Rusia y los terceros países que apoyan a Rusia, incluso garantizando la aplicación plena y efectiva de las sanciones y adoptando nuevas medidas para contrarrestar su elusión", sostiene el CE.
Este miércoles, en el Parlamento Europeo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha defendido que hay que entrar en negociaciones "sustanciales" con Ucrania sobre su adhesión a la UE ya a principios de 2025. "Debemos seguir apoyando políticamente a los ucranianos. Han logrado un progreso tremendo hacia la adhesión a nuestra Unión. Y si continúan con estos esfuerzos, deberíamos estar listos para iniciar las negociaciones sobre el grupo de cuestiones fundamentales a principios de 2025, y otros grupos durante el año", ha indicado.
Subrayó que los ucranianos "están luchando por su futuro en nuestra Unión", algo que le gusta repetir, y que "deben saber que sus esfuerzos están dando frutos". "La bandera de Ucrania ondeará en el corazón de nuestra Unión", apostilló, según EFE. "El mundo está observando. Nuestros amigos, y más aún nuestros enemigos, observarán atentamente cómo mantenemos nuestro apoyo a Ucrania. Y este apoyo tiene que ser férreo", concluyó.
De paso, y la luz de los acontecimientos de los últimos meses, los dirigentes de la UE abordarán también lo que ocurre en Georgia y Moldavia, donde la influencia de Rusia también está generando conflicto, a las puertas de la UE y en entornos que aspiran a ser de la alianza, más temprano que tarde.
La angustia de Oriente Medio y la influencia
En el caso de Oriente Medio, a la guerra en Gaza y la frágil tregua en Líbano (que acaba en poco más de un mes y se está violando reiteradamente, tanto por Hizbulá como por Israel), se suma ahora el futuro de Siria, tras la caída de Bachar al Assad, el dictador que ha estado al frente del país en los últimos 24 años.
Los dirigentes de la UE debatirán en Bruselas la "rápida evolución" de la región, incluida la mejor manera de que la UE contribuya a los esfuerzos de "distensión", el acuerdo de alto el fuego entre Israel y el Líbano y los últimos "acontecimientos" en Siria.
"La UE está profundamente alarmada por la dramática escalada militar en Oriente Próximo y pide a todas las partes que ejerzan la máxima moderación, pongan fin a las hostilidades y respeten plenamente el derecho internacional y el derecho internacional humanitario", sostiene el orden del día del Consejo.
La UE, dice, también "se compromete a seguir prestando asistencia en función de las necesidades a la población de Oriente Próximo, con especial atención a los más vulnerables, y a intensificar su compromiso humanitario".
Se espera que se reclame un proceso político integrador en Siria, dirigido por los sirios, en consonancia con las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Se instará a que se respete la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Siria, y a que se garantice una gestión no sectaria y la protección de las minorías religiosas y étnicas.
También se invitará a la Comisión Europea y a la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, a que preparen opciones para apoyar a Siria en esos esfuerzos. Fuentes diplomáticas dijeron a EFE que la UE no quiere ver a Rusia, antiguo aliado de Al Asad, en un país independiente que "no desea su presencia", y sobre la posibilidad de que la Unión levante sanciones al país, dejaron claro que "habrá que ir paso a paso".
Los líderes también pedirán un alto el fuego inmediato en Gaza y la liberación de todos los rehenes en manos del grupo islamista Hamás, celebrarán el alto el fuego entre Israel y el Líbano y expresarán preocupación por la ley israelí que puede afectar al funcionamiento de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA.
Pero para poder actuar primero hay que tener influencia, que tu voz sea escuchada, y lamentablemente lo que dicen hoy los Veintisiete no hace mella en los grandes conflictos del mundo. Por eso, sus líderes incluyen un examen particular en esta cumbre sobre el papel de la UE en el planeta. "Creo que necesitamos un debate amplio y estratégico, sin conclusiones escritas, sobre el camino a seguir en relación con nuestro compromiso global y nuestras prioridades en un panorama multipolar marcado por tensiones geopolíticas", defiende Costa.
Pone por delante en este diálogo la ampliación de la propia Unión, que "es la principal inversión geopolítica que podemos hacer en nuestro vecindario", sostiene. Pero va más allá, también. "Tenemos que reconocer los desafíos y aprovechar las oportunidades de un mundo plural, multipolar y diverso. En el contexto geopolítico actual, la Unión Europea puede consolidar mejor su papel en el escenario internacional tejiendo una red más amplia y profunda de socios en todo el mundo, siendo más consciente de sus intereses específicos y explorando el potencial de intereses comunes", sostiene.
El socialista plantea a los mandatarios que estudien los "instrumentos, herramientas y políticas europeas" que se pueden usar para ello, hacerlo de una forma "más coherente, estratégica y eficaz" para defender los intereses de la UE y promover sus posiciones, algo para lo que queda un largo trecho que recorrer. "¿Cómo podemos maximizar el impacto de nuestro compromiso global haciendo que los Estados miembros y las instituciones europeas unan sus fuerzas más de lo que lo hacen actualmente?", se cuestiona.
La pregunta es especialmente pertinente en la actual coyuntura, cuando Trump va a entrar de nuevo al Despacho Oval y se espera que empiece a aplicar su programa electoral, que incluye el proteccionismo económico, la ruptura de alianzas, las relaciones en función de transacciones y el rechazo del trabajo en organismos internacionales o multiestatales. América primero y sola, parece.
Hay que "determinar cómo podemos fortalecer el vínculo transatlántico", cita expresamente el presidente del Consejo, recordando que está "forjado por una historia común, basado en valores compartidos y reflejado en una densa red de intercambios económicos", pero también, en paralelo, hay que "defender nuestros propios intereses".
"¿Cómo puede Europa acelerar sus esfuerzos para asumir una mayor parte de la carga de su propia seguridad y defensa? ¿Cómo podemos defender mejor los intereses económicos de Europa en el contexto de la evolución de las opiniones sobre el papel del comercio en el fomento de la prosperidad para ambas orillas del Atlántico?", consulta a los presidentes y primeros ministros. En su tejado deja la bola, pero ha marcado ya claramente el camino: más autonomía, más capacidad de decisión, menos dejarse arrastrar por Washington.
También cita, en esa llamada atlántica, a Reino Unido, con quien hay que desarrollar "estratégicas mutuamente beneficiosas", respetando al mismo tiempo los principios fundamentales sobre los que se basa la relación entre la UE y el Reino Unido tras el Brexit. También esto estará sobre la mesa.
Inmigración y resiliencia
La caída del régimen de Al Assad reaviva, también, el debate en la UE sobre el futuro de los refugiados sirios. Esta misma semana ha quedado claro en la reunión de los ministros del Interior de la Unión. Alemania, que a finales de 2023 albergaba a cerca de 973.000 refugiados sirios, pide prudencia. Nancy Faeser, ministra alemana del Interior, subrayó que es necesario esperar para observar la evolución de la situación en Siria y destacó el papel esencial que estas personas desempeñan en sectores como la sanidad, aunque ha congelado las solicitudes de asilo de este colectivo.
"Los médicos, enfermeros y otros profesionales sirios que trabajan en Alemania hacen una contribución importante. Son bienvenidos siempre que respeten las leyes y trabajen aquí", señaló Faeser.
Frente a eso, países como Austria, liderada por el ministro del Interior Gerhard Karner, que ha adoptado una postura más dura. Karner aboga por preparar desde ya la suspensión de solicitudes de asilo y organizar posibles deportaciones. "No se puede esperar, hay que trabajar ahora en ello", declaró el funcionario, marcando un enfoque que contrasta con el de Berlín y el de la Comisión.
El comisario europeo de Interior y Migración, Magnus Brunner, también se pronunció en el encuentro, señalando que los retornos voluntarios son una opción, pero que aún es prematuro hablar de deportaciones. Sin embargo, las presiones de sectores conservadores en varios países de la UE, incluyendo Alemania, han abierto un debate sobre el retorno de refugiados en medio de este nuevo contexto político.
Ursula von der Leyen ya informó a los líderes por carta, esta semana, de una propuesta legislativa para impulsar los retornos de quienes no tienen derecho a protección internacional en la UE. Además, el texto de conclusiones toma nota de la voluntad de combatir la migración irregular incluso a través de soluciones innovadoras.
El debate estará presente en esta cumbre, en la que además se hará un balance de los avances logrados en la aplicación de las conclusiones anteriores sobre migración. En su reunión del 17 de octubre de 2024, los dirigentes debatieron cómo reforzar el control de las fronteras exteriores de la UE; cooperar con terceros países de origen y países de tránsito para abordar las causas profundas; luchar contra la trata y el tráfico ilícito de personas y prevenir la pérdida de vidas y las salidas irregulares aumentar y acelerar los retornos desde la UE.
Empezamos un año clave en lo migratorio, porque será el momento de que cada país trabaje en la adaptación del Pacto sobre Migración y Asilo comunitario, parido con dolor en este 2024. El momento de ver la ambición y la solidaridad de cada cual, en estos tiempos de ultraderecha al alza.
El último punto que discutirá el Consejo será el de la "resiliencia y preparación" ante "la prevención de crisis y las capacidades de respuesta de la UE", basándose en el informe elaborado por Sauli Niinistö para la Comisión Europea.
"En este contexto, debatirán el impacto de un panorama de amenazas en constante evolución y del creciente número de desastres naturales debido al cambio climático", se anuncia. Un asunto de primer orden para la alianza pero, sobre todo, muy cercano ahora a España, tras el paso de la DANA.