El Ministerio de Salud en Gaza declara una epidemia de polio

El Ministerio de Salud en Gaza declara una epidemia de polio

Las negociaciones para un alto el fuego vuelven a encallar, cuando crece la crisis sanitaria y más de 200.000 civiles han tenido que desplazarse en sólo una semana. 

Un niño palestino, en una calle inundada de aguas residuales en Deir el-Balah, en el centro de la Franja de Gaza, el 23 de julio.Majdi Fathi / NurPhoto via Getty Images

El Ministerio de Salud de Gaza ha declarado la Franja como "zona de epidemia de poliomielitis", diez días después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmara el hallazgo de la enfermedad en las aguas residuales del centro y sur del enclave palestino. Las autoridades sanitarias palestinas culpan a la ofensiva militar de Israel. "Esto supone una amenaza para la salud de los habitantes de la Franja de Gaza y de los países vecinos y es un revés para el programa mundial de erradicación de la polio", ha señalado en un comunicado el ministerio del enclave que gobierna el grupo islamista Hamás.

Se ha detectado polio en aguas residuales que además amenaza con brotes de enfermedades como el cólera. Por el momento no se han detectado casos de polio entre la población, pero sí en seis de las siete muestras ambientales que se tomaron en todo el enclave palestino. Un entorno muy complicado, además, para hacer seguimiento, porque sólo en esta semana ha habido 200.000 personas desplazadas. Es el 9% de la población de Gaza.

Por este motivo, la OMS se muestra "extremadamente preocupada" y ya había declarado a mediados de julio que hay un "alto riesgo" de que se produzca un brote en Gaza. La ONU ya había advertido, a finales de junio, que estimaba que el 70% de las plantas de agua y saneamiento de Gaza habían sido destruidas o dañadas por los bombardeos israelíes desde el comienzo de la guerra. Según informes las agencias humanitarias, la cifra incluía las cinco instalaciones de tratamiento de aguas residuales de la Franja.

Sanidad culpa a la administración de Netanyahu de negarles el acceso al agua a los gazatíes, destruir las infraestructuras de alcantarillado y hacinar a la población en zonas de desplazamiento forzoso, lo que provocó la presencia de polio en las aguas residuales de Jan Yunis (sur) y gobernaciones del centro del enclave.

La OMS lamenta que "tras muchos años de erradicación" de la enfermedad en los territorios palestinos, el enclave se enfrente a su posible retorno. "El programa de control de la epidemia puesto en marcha por el Ministerio en colaboración con las instituciones internacionales pertinentes, especialmente UNICEF y la Organización Mundial de la Salud, no será suficiente", recoge el comunicado.

Un suma y sigue

Sanidad demandó el fin de la guerra en el enclave como vía para hallar una solución "radical" a problemas como la escasez de agua potable, medios de higiene (como desinfectantes y otros enseres de limpieza), la reparación del alcantarillado y la retirada de toneladas de basura y residuos sólidos.

Según el comisario general de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, la guerra ha llevado a un descenso de la vacunación infantil de niveles semiuniversales a "poco más del 85%", a raíz de los constantes desplazamientos a los que los gazatíes tienen que someterse.

Ante un posible brote de la enfermedad, el Ejército israelí anunció el pasado 21 de julio que vacunaría a sus soldados de la enfermedad.

Un informe reciente de Oxfam Intermón ha desvelado que Israel ha estado haciendo un uso sistemático del agua como arma de guerra contra la población palestina en Gaza, en un desprecio de la vida humana y el derecho internacional. El estudio Water War Crimes (Crímenes de guerra de agua) concluye que las tácticas israelíes basadas en los cortes en el suministro de agua.

Según la organización "la destrucción sistemática de las instalaciones de agua y el bloqueo deliberado de la ayuda han reducido en un 94 % la cantidad de agua que llega a Gaza, hasta los 4,74 litros por persona y día, poco menos de la tercera parte de la cantidad mínima recomendada en situaciones de emergencia y menos que la descarga de agua de una cisterna de váter".

El Ministerio de Salud de Gaza ha dicho en su última actualización que más de 39.300 palestinos han muerto y más de 90.589 han resultado heridos desde que las fuerzas israelíes lanzaron una ofensiva contra Hamás en respuesta al ataque en Israel el 7 de octubre.

Negociaciones atrancadas

Esta nueva crisis sucede cuando el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha respondido a las acusaciones de Hamás que le culpan de "eludir" un pacto de alto el fuego con sus demandas asegurando que los islamistas exigieron "29 cambios" a la propuesta y no respondieron "al esquema original", según un comunicado de su oficina.

"La dirección de Hamás impide un acuerdo", recoge el texto, mientras que "Israel no cambió ni añadió ninguna condición en el esquema", a diferencia de lo que le reprocha el grupo islamista.

El primer ministro aseguró que mantiene sus principios "según el esquema original" de la propuesta: maximizar el número de secuestrados vivos que vuelvan a territorio israelí, el control del corredor de Filadelfia (la franja de 14 kilómetros de largo que constituye la frontera entre Egipto y Gaza, que el Ejército domina desde hace más de un mes) e impedir el acceso de milicianos islamistas al norte de la Franja.

Este choque de acusaciones nace tras las declaraciones de una fuente de la seguridad egipcia a raíz de la reunión en Roma entre los mediadores y la delegación israelí, encabezada por el jefe de la inteligencia exterior (Mosad), David Barnea.

Esta fuente aseguró que la delegación presentó nuevas exigencias en la reunión con los equipos de Estados Unidos, Catar y Egipto, como un mecanismo de seguridad para "examinar a los desplazados a su regreso al norte de Gaza cuando comience el alto el fuego" o mantener la presencia israelí en el lado palestino del cruce de Rafah.

Esto último coincide con la reivindicación de permanecer en el eje de Filadelfia, si bien la medida causa rechazo entre los mediadores, especialmente Egipto.

"Demandamos exigir cuáles son las nuevas condiciones introducidas que no eran parte del acuerdo original propuesto por el Gobierno israelí", presionó el movimiento del Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos con un comunicado emitido por la noche.

Medios israelíes como Walla replicaron estas mismas demandas de la delegación, que constituirían una "propuesta actualizada", citando a altos funcionarios israelíes.

Hamás tildó esta tarde dichas demandas, de las que Netanyahu se defiende, como "dar largas y eludir la consecución de un acuerdo".

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Las partes siguen negociando un acuerdo de alto el fuego con el objetivo de que se produzca un intercambio de rehenes israelíes (vivos y muertos) y presos palestinos, si bien lo referente al fin definitivo de la guerra y el "día después" de esta constituye un punto de desacuerdos constante entre Israel y Hamás.