El grupo armado kurdo PKK reivindica el atentado en Ankara contra la industria de defensa turca
El brazo militar del Partido de los Trabajadores del Kurdistán defiende el ataque y lo desvincula de la posibilidad de un proceso de conversaciones.
Las Fuerzas de Defensa Popular (HPG), brazo armado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), ha reclamado este viernes la autoría del atentado perpetrado el miércoles contra las principales instalaciones de la empresa Turkish Aerospace Industries (TAI) en la capital, Ankara, que dejó al menos cinco muertos y 22 heridos.
El grupo ha indicado en un comunicado que el ataque fue perpetrado por "un equipo autónomo del Batallón de Inmortales" integrado por Mine Sevjin Alcicek, alias 'Asya Alí', y Ali Orek, alias 'Rojger Helin', apenas un día después de que el Gobierno turco responsabilizara directamente al PKK del ataque.
Así, ha manifestado que Alcicek y Orek "son los héroes de esta acción histórica", que fue "planificada hace mucho" y "ejecutada con éxito", si bien ha recalcado que "nada tiene que ver con la agenda política abordada en Turquía durante el último mes", en referencia a la posibilidad de un proceso de conversaciones.
"El Batallón de los Inmortales no lleva a cabo acciones frecuentes, si bien lo hace de cuando en cuando (...) como advertencia contra las prácticas genocidas, las masacres y el aislamiento del poder del Estado turco, más allá de agendas sobre objetivos estratégicos", ha argumentado.
En este sentido, ha afirmado que "esta acción fue ejecutada en este contexto contra las prácticas (de Turquía) en el Kurdistán" y ha añadido que la empresa atacada fabrica armas con las que "miles de civiles, incluidos niños y mujeres, han sido masacrados", según ha recogido la agencia kurda de noticias Firat.
"No hay derecho más legítimo para cualquier organización patriótica, institución y persona del Kurdistán que actuar contra los centros en los que se producen estas armas de masacre", ha sostenido, antes de defender que las HPG "nunca ataca a civiles" y que la citada empresa "era un objetivo militar".
Por otra parte, ha dicho que las HPG "no han sufrido víctimas" en los bombardeos ejecutados por Turquía contra supuestos objetivos kurdos en Siria e Irak en respuesta al atentado y ha denunciado que los ataques han alcanzado "objetivos civiles" que "no tienen relación alguna con el grupo o con el ataque".
El grupo ha recalcado que los bombardeos "no tienen valor a nivel militar y sólo pueden ser definidos como una muestra de enemistad a los kurdos", antes de abundar en que "atacar espacios civiles, almacenes de agua, panaderías, estaciones eléctricas y hospitales (...) es un crimen de guerra y una violación de las leyes internacionales".
"Es una masacre y un genocidio", ha denunciado, después de que las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) denunciaran la muerte de doce civiles, entre ellos dos niños, a causa de los ataques turcos contra el norte de Siria, a los que se suman otros tres muertos en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí.
Posible vía política
Las HPG han incidido en que el ataque en Ankara demuestra que "aquellos que dicen que la guerrilla está debilitada están equivocados" y ha afirmado que se trata de "una fuerza capaz de llevar a cabo acciones profesionales y sofisticadas. "No hay objetivo que no se pueda lograr ni acción que no pueda ser llevada a cabo", ha advertido.
Sin embargo, ha afirmado que las recientes declaraciones por parte del encarcelado líder del PKK, Abdulá Ocalan, quien recibió el miércoles su primera visita en prisión en más de cuatro años y medio, son "algo a tener en consideración". "Este es un asunto que debe ser evaluado, en línea con los acontecimientos", han zanjado.
El comunicado ha sido publicado un día después de que el ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, afirmara en su cuenta en la red social X que los dos terroristas implicados en el ataque eran Orek, y Alcicek. "Quedó claro que los dos terroristas que atacaron en la TAI eran miembros del PKK", afirmó.
El atentado tuvo lugar horas después de que Ocalan recibiera una visita en la prisión de Imrali, en el que trasladó a su sobrino, Omer Ocalan, que tendría capacidad para llevar la situación "del terreno del conflicto y la violencia al terreno legal y político", en aparente referencia a un posible proceso de negociaciones.
De hecho, el líder del partido ultranacionalista turco Partido de Acción Nacionalista (MHP), Devlet Bahceli, aliado de Erdogan, propuso esta semana que Ocalan -detenido en 1999 en la capital de Kenia, Nairobi, y posteriormente encarcelado en Turquía- acuda ante el Parlamento para proclamar la "disolución" del grupo e incluso abriera la puerta a su liberación si diera este paso, acogiéndose a la ley "derecho a la esperanza".
El Ejército turco suele llevar a cabo operaciones militares contra el grupo en Irak -donde la formación cuenta con numerosas bases- y en Siria desde que quedó roto el alto el fuego entre el Gobierno y el grupo armado en julio de 2015. Las FDS, apoyadas por la coalición que lidera Estados Unidos, están encabezadas por la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG), con lazos con el PKK.