El ejército británico crea una potente arma capaz de acertar una moneda a 1 kilómetro de distancia
Se llama DragonFire y es una de las joyas de la corona de las Fuerzas Armadas de Reino Unido.
Reino Unido ha sido el último en dar el paso. Si algo está provocando el convulso e inestable contexto actual en medio mundo, eso es el avance en tecnología punta en lo que respecta al armamento y a las capacidades bélicas de las principales potencias del planeta.
Y es que la necesidad de los grandes países con frentes abiertos en determinadas zonas de conflicto se traduce en la obligación de potenciar sus capacidades bélicas de cara a adelantarse a lo que pueda ocurrir en un futuro próximo. Primero fue Israel con su Iron Beam -inmersa en una cruenta guerra contra Hamás desarrollada en Gaza- y luego fue Estados Unidos -primera potencia militar del mundo con intereses económicos y bélicos en numerosos países alrededor del planeta, con su LANCE.
Ahora le ha llegado el turno a Reino Unido, que con su nueva arma láser, DragonFire, pretende darle un plus a su ejército, tras haber sido testada en las islas Hébridas (Escocia) y dejar más que satisfecho a los altos mandos, tanto por sus prestaciones -destaca por tener una precisión sin igual- como por su coste -muchísimo más barato que las mayoría de las armas utilizadas a día de hoy.
Entre las cosas más llamativas de este nuevo arma, destaca su increíble precisión, que resaltan con especial énfasis, y aseguran que puede acertar a una moneda de 20 mim ubicada a un kilómetro de distancia.
Pero este no es el único apartado en el que es netamente superior al resto de armamento del que dispone el ejército británico, ya que su velocidad es otra gran baza, al poder "atacar objetivos a la velocidad de la luz y atravesar el objetivo", por lo que provocará un "daño estructural" en el objetivo enemigo.
Además de esto, la otra principal ventaja es el mínimo coste que tendrá su puesta en marcha en el ejército, ya que encenderlo durante 10 segundos cuesta el equivalente a mantener un calentador normal durante una hora. Además, estiman que cada disparo realizado tendrá un coste de unos 10 euros.
Todo esto hará que tanto el Ejército de Tierra como la Marina -que serán los que disfruten de este nuevo arma- dejen de depender de "caras municiones y el resigo de daños colaterales" como informó el propio ministro de Defensa, Grant Shapps, que lo catalogó como un "gran paso" en materia militar.
Objetivos "rápidos y ágiles"
Según especificó el Ministerio de Defensa en el mismo comunicado, el DragonFire está pensado para combatir y acabar con objetivos "cada vez más rápidos, ágiles" y numerosos. Y es que, tal y como apuntan, los drones, que se caracterizan por su pequeño tamaño, pueden ser derribados por misiles aunque estos pueden llegar a ser hasta diez veces más caros, siendo este un problema que desde los gobiernos intentan atajar buscando alternativas innovadoras y baratas.
Pese a que por el momento se desconocen muchos aspectos acerca del DragonFire, como sus dimensiones o el alcance real que tendrá en el campo de batalla, esta apuesta de Reino Unido es una clara demostración de hacia dónde se dirige la investigación militar en estos tiempos, marcada por la transición tecnológica en el sector bélico.