El discriminatorio pasaporte "alien" de algunos países europeos: no se tiene ni derecho a voto
Su implementación hace años en varios estados de Europa arrastra consigo una fuerte polémica.
Aunque para los españoles puede sonar raro, debido a la normativa que impera en nuestro país, en muchos estados europeos, como ocurre en Dinamarca, la nacionalidad no se obtiene por el simple hecho de haber nacido o vivido durante cierto tiempo en territorio nacional. De hecho, de acuerdo con la legalidad de estos países, una persona que no tenga raíces danesas a nivel familiar, nunca podrá obtener la nacionalidad danesa.
Así lo explica el tiktoker @pasajeenmanoperu, quien ha tenido la oportunidad de hablar con un joven que, pese a nacer en Dinamarca, haberse criado en el país, haya ido al colegio allí, hable danés perfectamente y tribute los impuestos en Dinamarca, no cuenta como cualquier ciudadano danés.
Esta decisión es bastante polémica, ya que según relata el chico, de nombre Anders, hay alrededor de un 10% de la población en Dinmarca su misma situación. Pero, ¿qué lo diferencia de un ciudadano danés a todos los efectos?
La principal diferencia que relega a estas personas a ser ciudadanos de segundo nivel, es la existencia del denominado como pasaporte 'alien'. Se trata de un documento que distingue a los daneses 'naturales' de los que no son considerados como tal.
Este pasaporte consiste en un documento de color gris, que los diferencia del resto, y en sus orígenes se planteó -a día de hoy continúa siendo así- para aquellas personas que llegaron a Dinamarca como refugiados o huidos desde su país de origen. Este pasaporte no solo es para estas personas sino, que también se le concede a sus hijos, de modo que nunca podrán ser daneses 100%.
Otra de las 'injusticias' que denuncian los portadores de este pasaporte es el hecho de que no pueden votar en las elecciones, de forma que consideran que, pese a haberse criado en Dinamarca y cumplir con la legislación, costumbres e integrarse como un danés más, esta discriminación atenta directamente contra los principios democráticos más elementales.
Con todo, ha sido un tema muy polémico desde que se llevó a cabo su implementación, aunque parece que, por el momento, no vaya a ser algo que pueda cambiar a corto o medio plazo, por lo que las protestas e indignación entre los damnificados continuarán siendo una constante en el país danés.