El cáncer se dispara en Irak por las antorchas que nunca se apagan

El cáncer se dispara en Irak por las antorchas que nunca se apagan

Las compañías petroleras ocultan la magnitud del desastre causado por sus explotaciones petrolíferas.

Trabajadores iraquíes en una refineríaMuhannad Fala'ah

El padre de un joven iraquí de 21 años que falleció de cáncer en 2023 tras pasar años viviendo al lado de un campo petrolero de BP en Irak ha llevado ante la Justicia a la compañía petrolera en busca de compensación por daños por la muerte de su hijo. 

Ali Hussein Julood falleció en abril de 2023 tras haber sufrido leucemia. Antes de su muerte, el joven había documentado su vida en una investigación llevada a cabo por la BBC junto con Unearthed, la unidad investigadora de Greenpeace, que halló altos niveles de agentes contaminantes vinculados con el cáncer en el área alrededor del campo petrolero, cercano a la vivienda familiar del chico en el sur de Irak.

El ‘gas flaring’ (quema de gas), asociado con los procesos de extracción de petróleo, produce agentes contaminantes como el benceno y es una práctica a la que se ha atribuido un aumento del 20 % en el cáncer en la ciudad de Basora, sur de Irak, entre 2015 y 2018, según un informe del Ministerio de Sanidad de ese país al que tuvo acceso la BBC. Y lo peor es que no existe regulación alguna sobre esta práctica de la industria en la nación árabe, donde muchas poblaciones están rodeadas de campos petrolíferos.

Según detalla Infolibre, aunque Irak se encuentra entre los firmantes de la iniciativa Zero Routine Flaring (ZRF) del Banco Mundial - que se compromete a poner fin a la quema rutinaria de gas para 2030 - las estimaciones indican que el volumen total de quema en Irak aumentó de 10.900 millones de metros cúbicos en 2012 a 15.800 millones de metros cúbicos en 2022, alcanzando un máximo de 16.000 millones en 2021. Esta escalada ha provocado también un alza de las emisiones de CO₂e, que ha pasado de 28,2 millones de toneladas en 2012 a 40,8 millones en 2022.

La bendición que esperaban de las petroleras se ha terminado convirtiendo en una maldición insoportable. Rumaila, Qurna, Zubair o Nahran Omar son algunas de las ciudades que ven cómo las columnas de humo de las antorchas de los pozos petrolíferos ennegrecen su aire y su cielo. 

Cabe recordar que las reservas de petróleo de Iraq son consideradas como las quintas reservas probadas más grandes del mundo, con 140 mil millones de barriles y que el 'oro negro' es la mayor fuente de ingresos para este país. Por ello, tanto el gobierno iraquí como los gigantes petroleros guardan silencio ante estos datos tan demoledores y peligrosos.