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El botón rojo de Putin es desmantelado por una experta armas nucleares
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El botón rojo de Putin es desmantelado por una experta armas nucleares

Una experta checa desmiente algunos mitos sobre el arsenal nuclear ruso y alerta sobre los verdaderos riesgos globales.

Vladimir Putin sonríe el pasado 24 de octubre en la reunión de los BRICS, en Kazan (Rusia).Getty Images

Dana Drábová, presidenta del Instituto Estatal para la Seguridad Nuclear de la República Checa y reconocida internacionalmente, asegura en el portal Irozhlas que el riesgo de que Rusia use armas nucleares es muy bajo. En una reciente entrevista, desmintió la idea de que Putin tenga un “botón rojo” para lanzar armas nucleares a voluntad. Según Drábová, el uso de estas armas depende de protocolos complejos que garantizan un alto nivel de disuasión mutua, incluso en momentos de tensiones extremas como los actuales.

Drábová, recientemente condecorada con la Orden del Sol Naciente de Japón, destacó que el verdadero peligro no radica en el uso inmediato de armas nucleares, sino en la erosión de las normativas internacionales que regulan su proliferación y uso. “La destrucción mutua asegurada sigue siendo un principio vigente”, afirmó. Sin embargo, señaló que la creciente tensión entre potencias nucleares como Rusia, Estados Unidos y sus aliados debe abordarse con estrategias multilaterales y no con retórica agresiva.

Drábová desmontó el mito del “botón rojo” al explicar que, en realidad, el lanzamiento de una ojiva nuclear requiere la participación de múltiples actores dentro de la cadena de mando. “Putin no puede simplemente pulsar un botón y lanzar un misil. Los códigos deben ser introducidos por varias personas, y las decisiones pasan por una red jerárquica de confirmación”, explicó.

Además, insistió en que cualquier movimiento de este tipo provocaría una respuesta inmediata y devastadora de las potencias occidentales, llevando a la destrucción de ciudades clave como Moscú y San Petersburgo en menos de una hora.

Drábová también habla sobre los desafíos actuales en Ucrania, donde la guerra amenaza infraestructuras críticas como la planta nuclear de Zaporiyia. Según ella, aunque los sistemas de seguridad en estas instalaciones son robustos, las acciones impredecibles, como la destrucción de presas por parte de Rusia, añaden un nivel de riesgo sin precedentes.

“La planta está preparada para operar incluso sin la presa de Kajovka, pero estas situaciones no estaban previstas en los escenarios originales. Es un ejemplo más de cómo la guerra amplía los riesgos más allá de lo imaginable”, afirmó.

Desde su cuenta en la red social X (anteriormente Twitter), Drábová informa a diario sobre la situación radiológica en Ucrania, ofreciendo tranquilidad a quienes temen un desastre nuclear. Sin embargo, lamenta la polarización y el odio que observa en las redes sociales. “Es triste ver tanta bilis y rabia. Si seguimos alimentando esa toxicidad, la paz será un objetivo aún más difícil de alcanzar”, reflexionó.

Drábová, optimista pero pragmática, concluyó con una advertencia: el verdadero poder de las armas nucleares radica no solo en su capacidad destructiva, sino en cómo pueden ser usadas como herramientas de intimidación política. “Debemos recordar que la disuasión no es invulnerable. La única solución duradera es la cooperación internacional y el fortalecimiento de las normativas globales.”